EL MENDIGO La palabra mendigo viene de mendigar, pedir. Por eso, llamamos mendigo al que pide limosna. Se supone que todo el que pide limosna es por necesidad, y en verdad si es por necesidad, pero no siempre es por necesidad material. Yo creo que se puede distinguir, entre los que se dedican a la mendicidad, dos clases: los pobres y los mendigos. Los primeros, son aquellos que están privados de medios materiales por falta de trabajo, de salud, de la mínima preparación que les permite ganarse el sustento. Los segundos son una especie de pillos que explotan la buena fe de la gente, para conseguir resolver sus necesidades y vivir una vida de vicio, ocio y vagancia. Esta clase de mendigos llenó muchas páginas de nuestra literatura picaresca. Y todavía podrían escribirse obras literarias con los motivos que esta clase de "personas" siguen dando a diario. Véase, si no, a los dirigentes de los partidos políticos y sindicatos que se llevan la tajada más sabrosa, sin otra molestia que la de colocar a cada "soldado" en el lugar estratégico. Para mí los mendigos son una vergüenza para la sociedad. Se debería de erradicar esa vergüenza, arrancarla como se arrancan las malas hierbas de los huertos para que no malogren los frutos. |