Escacena del Campo - Huelva

Hubo una vez, hace muchos, muchísimos años, un maestro budista conocido en toda Asia por su sabiduría y conocimientos. Cierto día, un príncipe poderoso viajó hacia su monasterio olvidado y perdido entre las montañas para pedirle un consejo.

- Maestro-, le dijo el príncipe. -Tengo decisiones importantes que tomar en mi gobierno y temo equivocarme. A veces soy impulsivo, otras veces me vuelvo más tímido, a veces encaro un problema con decisión y otras veces tengo la sensación que la situación me supera. Soy príncipe de un país donde viven miles de personas, debo procurarles alimento, trabajo, sanidad y educación, debo tener presente su seguridad y su bienestar, pero no siempre es fácil, ¿cuál es la decisión correcta?

El viejo maestro se volvió hacia él y le dijo:

- Acompáñame joven príncipe – y lo llevó hasta el borde mismo de un estanque precioso.

-¿Qué ves?- le preguntó el anciano budista.

- Veo algas, y ranas, y piedras blancas que brillan como el sol, veo limo y peces de colores.

Entonces el viejo maestro agitó con fuerza el fondo del estanque usando su bastón y de repente todo quedó cubierto por una negra oscuridad.

-¿Qué ves ahora?- preguntó el anciano.

- No veo nada- contestó el futuro rey.

- Que no veas nada, no significa que las cosas no estén ahí. Que no puedas ver no significa que todo se ha perdido. Espera, no seas impaciente, ten calma y serenidad, deja que el lodo vuelva al fondo por su propio peso.

Pasados cinco minutos, el viejo maestro preguntó de nuevo al príncipe:

- Y ahora…¿qué ves?

- Veo algas, y ranas, y piedras blancas que brillan como el sol, veo limo y peces de colores… - contestó el hijo del rey.

Casi no hay cosa imposible para quien sabe trabajar y esperar. El hombre vulgar cuando emprende un proyecto casi siempre está apunto de estropearlo por querer terminar lo antes posible. Quien sufre sin paciencia, pierde su templaza; quien sufre con paciencia, consigue sus objetivos. La paciencia es una sabiduría; el que sabe esperar siempre gana; los arrebatados ya estan vencidos, antes incluso de haber empezado a caminar por este mundo. Pero sobre todo, mi querido príncipe, tener paciencia en un momento de enojo y arrebato te evitará cien años de dolor.

Buenas noches a todos

hamet

Esto le va que ni al pelo al PP

¿es correcto o no hamet?

los mensajes subliminales definitivamente no es lo tuyo

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE CAMARADAS

romero verde por la hora que escribes, creo que te levantas tarde, creo que trabajas poquito.

Pues ya te has colado espabilao, escribo a estas horas precisamente porque esta semana tengo turno de noche hasta el domingo y me llevo el portatil al trabajo.

Y ya no te doy mas pistas !a estudiar a salamanca.¡

!!A ver si el que trabaja poquito eres tu¡¡ ALA QUE TE ZURZAN

SALUD Y LIBERTAD CAMARADAS

Que falta de actitud en el trabajo, jugando con el ordenador en el puesto de trabajo, asin va este pais.

!!YA TE DIGO¡¡