Encinasola - Huelva

hace años empecé a leer sobre lo global y un filósofo moderno hablaba del mundo moderno como una aldea global, entonces no entendí muy bien de que iba eso, hoy lo tengo algo más claro, pero entonces me empiezan a hablar de la antiglobalización y me descolocan otra vez hasta que asocio globalizacion con capitalismo salvaje y liberalismo económico, pero mira por donde, una de las cosas que traen los años es el escepticismo y, no sé por qué, toda esta movida me recuerda poderosamente la de los hippys de los sesenta. ellos también querían cambiar el mundo, dale la vuelta a la tortilla, hacer el amor y no la guerra compartirlo todo... y años después, cuando todos estan aburguesados, gordos y calvos y la mayoría se averguenzan de sus escarceos con la marihuana o el lsd, resulta que los hippys no quedan más que cuatro canciones y una corriente fashion de flores y flecos. ¿no ocurrirá lo mismo con los antiglob. dentro de unos años? cuando tengsa un partido político y estén en sus poltronas parlamentarias, comiendo de los presupuestos de los estados ¿se acordarán de sus soflamas y sus consignas actuales? saludos.

Oriundo, la antiglobalización, es algo muy distinto al movimiento de los hippys.
Te sorprenderías si conocieras a los hippys que yo conozco, de esa etapa histórica, que siguen siéndolo. Como en todos los movimientos de masas, hay oportunismo y gentes sin escrúpulos; pero, los peores, son esa gente vacía, que no cree en nada, y que se aferra a lo primero que pasa por su lado para llenarse de contenido existencial.
Esos son los pseudohippys de los que hablabas. En política pasa igual; sin ir más lejos, y para no remitirme a ningún caso actual, te pongo el ejemplo de George Sorel, un teórico anarquista francés, que acaba militando en la extrema derecha y escribiendo libros como: Reflexiones sobre la violencia.
La antiglobalización va mucho más lejos, y los Estados Unidos la temen porque articula los movimientos indígenas, (víctimas de Norteamérica) con la izquierda que no se apoltrona ni se vende, aunque se queden calvos y echen barrigas
Toda mi vida he sido de izquierdas. Rosa, persona comprometida socialmente, comunista en la clandestinidad, cuando aquello era duro, nunca aceptó subirse al carro y "colocarse" en el ayuntamiento o en el principado, a pesar de conocer a todos los que hoy gobiernan Asturias,
jamás ha querido perder su independencia política, su libertad de pensamiento, por las treinta monedas a las que aludes.
Probablemente, muchos de estos que, en realidad, carecen de ideales, dentro de unos años, con o sin partido, hayan encontrado algo que "mole más"; porque como decía más arriba, están vacíos. Y estar vacíos, en Asia, es muy positivo, porque el jarro vacío se puede llenar; en nuestras sociedades, estar vacíos es como los ceros que se ponen a la izquierda, hacen bulto pero no valen nada.
saludos cordiales.

COMO DECÍA EN EL PRIMER MENSAJE, ME HE VUELTO MUY ESCEPTICO Y NO CREO EN NADA, Y MUCHO MENOS EN LIDERES POLÍTICOS NI ABANDERADOS DE LA LIBERTAD Y LOS PRINCIPIOS. ME PARECE MARAVILLOSO QUE USTEDES SEAIS ASÍ Y TENGAIS ESA CAPACIDAD DE FE Y ESPERANZA, DESDE DONDE YO VEO LAS COSAS, ES TODO MUCHO MAS GRIS Y FALSO Y CREO QUE NO SOMOS MAS QUE UN NÚMERO, UN ENTE AL QUE SE RECURRE SOLO CUANDO HACE FALTA PARA ALGO (UN VOTO, UNA MANIFESTACIÓN, UN DONATIVO...), Y DESPUÉS VUELTA AL OLVIDO, A LA MASA. SALUDOS.

Saludos, Oriundo:
Realmente, uno tiene motivos para desencatarse, pero los motivos para la ilusión, también han de buscarse.
Yo, echo de menos la figura de un tribuno en el Senado, que denuncie las injsticias, el empleo precario, el abuso a que se ha llegado en el trabajo en cuanto a contratación y despidos.., añade cuanto quieras. Sin embargo, las cosas no cambian si uno hace lo que aquel refrán árabe: esperar en la puerta de su casa a que pase el entierro de su enemigo. Porque, probablemente, éste, sea reemplazado por otro igual o peor que él. Es cuestión de no dejarse madrugar, de no aceptar ese papel de masa ignorante, y, ya que se puede protestar, pues protestar; hacer que la cosa se mueva, aunque sea de boca en boca.
Un abrazo.