Encinasola - Huelva

En las fotografías en blanco y negro, acabo de ver una que ha mandado Faustino (primo de mi marido). Se titula algo así como: Quiniela de la peña...Año 1967. En ella creo que está tu padre: 3º por la derecha, en la fila de arriba.
Puede ser que me confunda, pero me parece que es él.
Siempre me entristece que no se pongan los nombres, al menos los que se conocen....Pocas personas lo hacen.
Un abrazo: Alicia G.

Yo tambien conservo muy buenos recuerdos del pueblo, de mis lejanos 12 o 13 años, allí compre mi primer paquete de tabaco y lo llevaba en el bolsillo mas ufano que nadie, allí aprendí a bailar para poder hacerlo a los sones de la orquesta de turno en el paseo de arriba, allí experimente algo casi desconocido para mi hasta entonces, la libertad de acostarme tarde, de deambular por las calles y hacer un poco lo qe me daba la gana, conocí gentes estupendas a las que no he visto más y todas esas cosas forman parte del mosaico de mis mejores recuerdos. saludos Oriundo.

Disculpa Andrés si te copie de otro lado, en esto de internet me pierdo y tampoco frecuento los foros, pero entre tanto anonimato y palabras huecas te encuentro y leo de vez en cuando, es una satisfacción comprobar que mantienes vivos tantos recuerdos del pueblo y tantas ilusiones, talvez sea una de los grandes legados que te dejó tu padre: "residir en Huelva y al mismo tiempo vivir en el pueblo" (más o menos), lo cual se puede entender como estar en posesión del preciado don de la ubicuidad.
Posiblemente algunos de esos recuerdos pudimos compartirlos en el tiempo, sólo que en mi caso hay razones para procurar el olvido, no por tí, indudablemente, sino por otras personas y circunstancias que me hacen recordar con fecuencia aquella coplilla que, seguro, escuchaste cantar en tu casa por nochebuena: "desenvaina la espada que vengo herido, para las ocasiones son los amigos".
Gracias y disculpa, también, por aparecer anonimamente.

lamento no saber quien eres pero no importa. Pocas personas sabran lo que significaba para mi padre Encinasola, sus vacaciones, las pocas que se podía pemitir al ser autónomo, eran unos dias en el pueblo, poniendo en hora el reloj de la amistad y pasando revista a tantos recuerdos y vivencias, cantando los quintos, las coplas de Nochebuena y lo que hiciera falta. cuando volvía a casa venía hecho polvo ya que apenas comia ni descansaba durante esos días, pero venía a gusto. Tal vez por eso entie3ndo un poco a los que se ven obligados a dejarlo todo para buscarse la vida y se pasan el resto de ella desarraigados. inadaptados y siempre con la nostalgia a cuestas.
Saludos. Oriundo

Prima, no estoy seguro que sea mi padre ese que dices, no se ve bien y al ampliarla se ve peor, pero bueno. ¿estais bien todos? Andrés.