Encinasola - Huelva

Siempre presente el verde este verano...
Y el infinito azul
de unos ojos serenos, entregados.
Vuelves a mí de nuevo
acompasando piel y sentimiento,
repitiendo su nombre para que ya le olvide.
con música suave y delatora
del dolor que nos une
recompones la esencia de la vida
y el vaivén casi mágico de un sueño
sin interrogaciones provocadas
por absurdos finales
y un miedo desmedido.
Tu soledad, la mía,
en perfecta simbiosis de incalculables alas...
Te guardaré muy dentro de las cartas
que él me envía cada tarde...
Aun conservo tu olor y tu sonrisa,
tus horas frescas, puras...
Porque viniste a mí.

(Para Nicholas, que supo encontrar mi primer nombre y lo amó, desterrando para siempre de mi alma aquel fantasma absurdo que nació en dos lugares bien distantes y no encuentra su sitio).