Encinasola - Huelva

Hace aproximadamente una hora que no escucho llover. Andalucía necesitaba este agua. Lo triste de esto es que fallecieran personas. Para mí la vida humana tiene mucha importancia y a pesar de que en mis "almuerzos y postres" todos los dias vea crímenes y desolación, por televisión, y a pesar de que esto se haya convertido en algo cotidiano, me sigue afectando como el primer dia. Me alegro de que no sea mi rutina diaria...como lo es para ciertos políticos.
Disculparme (ya sabéis quienes), pero he estado muy ocupada y cuando tenía un ratito, eran otros los que precisaban hacer trabajos en el ordenador.
Un saludo para todos:Enrique, Valonero, Lunes, Tom: ¡¡Donde andas amigo Tom!! tengo un montón de charlas pendientes contigo y me gustaría que fuesen personalmente...pero...al no saber quien eres..¿ ?
Un abrazo a todos.

No eres tú la única que se acuerda de Tom. Yo también le echo en falta. No para discutir, que me he propuesto olvidarlo todo. Lo pasado, pasado está.
Tom es una persona que se ha ganado mi aprecio. Es culto, educado, sabe de qué va por la vida,.. En fin ¿Quién soy yo para elogiarlo?

Tom, entra en los foros. Tus comentarios hacen falta. ¿Tú sabes lo que han podido ayudar a descubrir a las gentes tus ideas? ¿Cuántos se han mirado hacia adentro, inquiétamente, buscando algo de esos sentimientos ignorados que tú les descubriste?
Estoy seguro de que no son pocos los que cada día entran en este foro y se sienten frustrados, casi al borde de la depresión más profunda, al comprobar que tú no apareces en él?
Confío en que hayas leido algunos de mis libros recomendados. Desde luego que conincidirás conmigo en que la Autobiografía de Blanco no tiene desperdicio, especialmente los primeros capìtulos. Acabo de releer sus Cartas de España. Siempre encuentro algo nuevo en ellas.
Un saludo
Valonero

Este titulo para mi en estos instante viene como anillo al dedo, Alicia es la una y cuarenta minutos de la madrugada y acabo de dejar en el hotel a Valonero, al cabo de mas de 40 años hemos podido reencontrarnos, y tomar unas cervezas juntos, he ido a esperarlo a la estación de Sants aquí en Barcelona, donde ha venido con su hija para ver el salón del comi, ha sido un encuentro corto pero intenso donde hemos podido charlas sobre viejos recuerdos y cosas presente, lo malo que me ha cogido en un momento de mucho trabajo el fin de semana y no puedo acompañarlo por mas tiempo, pero lo breve dicen que es dos veces bueno.
Un abrazo y quiero verte por estos lares mas a menudo.
Fontenla

Eres tremendo, Enrique.
Me dejas y te pones a escribir en el foro. ¡No paras!
Nuestro encuentro ha sido muy breve, apenas dos o tres horas, pero ha servido para poner de manifiesto que ni los años que llevamos dentro ni el teimpo que ha pasado desde que corríamos por las calles del pueblo han podido con la amistad.
Y es que tú, Enrique, no eres como otros, que se instalan en su pedestal y ni siquiera miran hacia abajo para ver a los pobres "pica-trigos" que andan a nivel del suelo. La ventaja que tenemos los que andamos a ras de tierra es que, si nos caemos, el daño no suele ser muy grave, pero como alguno se caiga de su alto pedestal lo van a tener que coger con pinzas. ¿Sabes de qué hablo? Algunos creerán que esto son palabras vanas, simples metáforas, pero tú y Lunes sabeis que va en serio. Los hay muy dignos. ¡Que con su pan se lo coman!

Estoy segura que aunque solamente hayan sido tres horas juntos, habéis disfrutado de lo lindo recordando viejos tiempos y disfrutando en el "espejo del otro"....porque como decías, amigo Valonero (en otra ocasión): ¡qué difícil es cumplir años! y algunas personas que mal lo llevan.
Presiento que algo te ha ocurrido...hablas de pedestal, de subirse alto, de caerse....Me has recordado el escrito del elefante..¡¡Bájate del elefante!!...Tiene tanto contenido ese escrito; muchas veces medito sobre él y por hacerlo, creo que nunca me van a tener que coger con pinzas.
Un abrazo amigo.

Hola Alicia: fueron tres horas muy linda, el personaje que cita Valonero tu lo conoces, en su momento te lo diremos si no sospecha quien es.
Aprovecho para felicitarte por tu cumpleaños en compañía de todos los tuyos
echale un vistazo a Marochos en la Red.
Un abrazo Fontenla

Alicia.
Me uno a la felicitación que te hace Enrique con motivo de tu cumpleaños.
Disfruta cada año que cumplas. Cada uno de ellos es un regalo del cielo. Yo no pido regalos en mi cumpleaños porque el hecho de llegar a cumplir cada uno de ellos - porque se cumplen de uno en uno - ya es un magnífico presente.
A veces pienso que la Naturaleza es tan sabia que sólo nos permite cumplir un año cada 365 días. De esta forma, disponemos de todo ese tiempo para gozar del cumpleaños.
Yo cumplí, el día 23 de recien terminado mes de octubre, mis 63 años. Me han sabido a gloria y espero poder sacarle todo el jugo. Porque ¿Quién puede asegurarme que veré otro 23 de octubre?

Hola Alicia
Acabo de entrar en el foro y leo que fue tu cumple, te deseo de corazón que lo hayas pasado bien, en unión de tu familia.
Un saludo muy afectuoso y que cumplas muchisimos más.
Antonio Vaello

Antonioooooooo....Holaaaaaaa. Vaya alegría que me ha dado tu escrito.
Gracias por tu felicitación. Como dice Valonero lo importante es cumplirlos. Sabemos que físicamente cada uno estamos como podemos pero de espíritu nos sentimos como chiquillos.
La entrada en los foros la hago ahora a través de la página de Fontenla: www.marochos.blogsport.com, ya que además tenemos escritos de muchos amigos.
Tus fotos le han dado mucha vida al foro, las hay simpatiquísimas y nos traen muchos recuerdos.
Dale saludos a toda tu familia y dile a tu hermana que me acuerdo mucho cuando cantábamos a duo: "Esta noche bailando estaba con Lola y me dijo que se encontraba muy sola......"
Un abrazo.

Hola Alicia… me alegra saber que os acordáis de mí… de lo que me place enormemente…

No creáis que no sigo vuestros comentarios… entro diariamente en el foro… y en el blog de Fontela… pero nunca encuentro tiempo o algo interesante que contar… además… mi tiempo ya pasó… ahora estoy metido en otra aventura cibernética que consume mis noches y parte del día…

Como has vuelto a mencionar el escrito aquel del pedestal y del elefante (que en verdad y sin ánimo de ofender… no tiene tanto contenido como pretendes…)… me he acordado de este otro cuento que habla sobre elefantes y sobre la arrogancia… se titula “los seis ciegos y el elefante”… espero que te guste, pues no tiene desperdicio y contiene muchos mensajes ocultos detrás de cada metáfora…

“Hace mucho tiempo, en un valle del río Brahmaputra, en la India, vivían seis hombres muy dados a jactarse de sus conocimientos y de su sabiduría. Aunque ya no eran jóvenes y desde su nacimiento eran ciegos, competían unos con otros para ver quién contaba las historias más increíbles.

Todas las noches, después de ocultarse el sol tras las palmeras y de llenarse el aire del humo de la madera y de las especias, uno de los ancianos iniciaba una nueva historia. Podía versar sobre cómo estuvo hablando con el dios Krishna, al que había encontrado – o al menos así lo decía – mientras paseaba por el bosque. El hombre contaba cómo Krishna se le había aparecido en medio de un deslumbrante resplandor azul, tocando una alegre y deliciosa melodía en su flauta. Y terminaba diciendo que el dios le había concedido la eterna sabiduría por encima de todos los demás mortales.

El segundo ciego podía hablar del ave bulbul, que había recibido su brillante pecho carmesí un día que él estaba espiando al tigre mientras huía de un puerco espín. Tan divertida era la situación que el pájaro había estallado de risa, por lo que la sangre había corrido por todo su pecho.

Para no ser menos, el tercer ciego tosía y chasqueaba la lengua como si estuviera hablando con un lagarto en la pared de una cabaña de barro. Después de inspirarse así, podía hablar de los tiempos del buen rey Vikra Maditya que había salvado al hijo de un brahmán y desposado a una humilde campesina.

Después comenzaba el cuarto ciego, al que seguía el quinto y después el sexto también contaría sus historias, cada una más fantástica que la anterior. Y de este modo, los seis ciegos pasaban el tiempo en jactancias inofensivas.

Pero, un día, se enzarzaron en una discusión. El motivo de su disputa era el elefante: puesto que todos eran ciegos, ninguno había visto aquel enorme animal, protagonista de tantas historias. Así que, para satisfacer su curiosidad y dirimir su disputa, decidieron ir a buscar un elefante.

Tomaron un joven guía y partieron una mañana temprano, uno detrás de otro, en fila por el sendero de la jungla, cada uno llevaba las manos puestas en los hombros del que iba delante. No habían andado mucho cuando llegaron a un claro donde un enorme elefante macho, bastante domesticado, estaba dispuesto a iniciar su comida.

Los seis ciegos se pusieron muy contentos; por fin había llegado el momento en que podrían satisfacer su curiosidad. Y se turnaron para investigar la forma y dimensiones del elefante.

El primer ciego avanzó decidido pero, para su desgracia, tropezó con un tronco y cayó contra el costado del elefante.

- ¡Oh, hermanos míos! – comenzó a gritar – Tan cierto como que soy sabio es que este elefante parece un gran muro de barro secado al sol.

El segundo ciego era más precavido y avanzó con las manos extendidas para tantear el terreno. Como se aproximaba por delante, sus manos pronto toparon con dos largos y puntiagudos objetos, que se curvaban hacia arriba por encima de su cabeza; eran los duros colmillos del elefante.

- Hermanos míos, yo os digo que la forma de este elefante es como… como una lanza, eso es.

Los demás sonrieron incrédulos.

El tercer ciego se aproximó al objeto de su curiosidad por detrás. Avanzó con cuidado, moviendo sus manos en el aire hasta que tocó la cola del elefante. Agarrándola con las dos manos, notó lo fuerte y retorcida que era y la dureza de los pelos de su extremo.

- Escuchad, queridos hermanos, este elefante se parece mucho a… a una soga.

Llegó el turno del cuarto ciego. Comenzó a andar y pronto sus torpes manos notaron un objeto largo y retorcido que se enrollaba a su cintura. Era la larga trompa del elefante.

- ¡Ja, ja! ¡Ya lo sé! – declaró muy contento – Este elefante se parece mucho a una serpiente.

Los demás se burlaron de él.

El quinto, un anciano alto con turbante y blanca barba, consiguió tocar la oreja del animal.

- Hermanos míos, hasta un ciego puede ver que la forma del elefante se parece mucho a… a un gran abanico.

Los otros cinco se rieron y se burlaron de él.

Por fin llegó el turno del sexto ciego. Éste, encorvado por la edad, avanzó despacio y pasó por debajo de la trompa y los colmillos del elefante, hasta dar con la cabeza en la robusta pata del animal. Asombrado, la tocó con las dos manos y llamó a los otros con su vieja y cansada voz.

- Esta robusta y sólida columna, hermanos míos, es exactamente igual que el tronco de una enorme palmera areca.

Claro, nadie le creyó.

Satisfecha su curiosidad, se dieron las manos y siguieron a su guía de regreso al poblado. Una vez allí, sentados bajo una palmera, los seis ciegos comenzaron a discutir otra vez en voz muy alta. Todos tenían ya su propia opinión, basada en su experiencia, acerca de lo que era un elefante. Después de todo, habían tocado al elefante con sus propias manos y cada uno cría que él era el que tenía razón.

Y de alguna manera, así era. Ya que, según como se contemple un elefante, cada ciego tenía parte de razón, aunque todos ellos estaban equivocados. FIN “

Por cierto, Alicia… no llegaste a comentarme nada de la respuesta que te hice llegar aquella vez… en mi comentario del 2-7-2006….

No te preocupes por saber quién soy… ni por hablar conmigo personalmente (cosa que hemos hecho en algunas ocasiones… te lo aseguro)… podemos tener esas conversaciones pendientes desde este foro…

Un saludo a todos los demás… en especial a mi amigo Melkor… para el cuál tengo pendiente mi respuesta… de momento me conformaré con seguir mirando y disfrutando de vuestros comentarios.

Perdón... una vez que he visto el comentario en el foro... he decidido cambiar el título del Asunto... que suena un poco mal y puede a inducir al insulto... en nada quiero ofenderte, Alicia... me he referido siempre al elefante objeto de tu bella historia...

Solo quería hacer esta aclaración