Encinasola - Huelva

Teniendo en cuenta que entre nuestros antepasados hubo personas que se dedicaron a éste digno oficio (en mi caso más que en el tuyo); te mando un poema que encontré hace tiempo y que tenía guardado.
Espero que te guste pues es...¡auténtico! Me gusta mucho.


EL ZAPATERO.

Oh, zapatero cordial,
alivio de caminantes.
De caballeros andantes
lámpara filosofal.

No eres santo; pero, a veces,
tan humilde y aureolado,
zapatero, lo pareces.
Alguien, quizá, te ha rezado.

Porque sin ti, ¿como errar
bajo la luz de la estrella?
¿Como vivir sin dejar,
sobre el camino, la huella?

Tú haces posible el sendero,
la escalada, la ascensión.
El viaje y el viajero,
nacen contigo, patrón.

Si el orbe rueda es por ti;
porque lo pisa el humano.
¡Cuánto brillan desde aquí
las leznas bajo tu mano!

Tú le das tacón al baile;
el coturno, a la tragedia;
la leve sandalia, al fraile;
los zuecos, a la comedia.

Tú sabes que hasta subir,
tras de la muerte, a los cielos,
el hombre tiene que ir
caminando por los suelos.

Eres un buen pensador;
un amigo espiritual.
¡Como nuestro Redentor
te ofreces en un portal!


P.D: Me han dicho que con la crisis, el oficio está ahora "viento en popa".

Abrazos.

Alicia.

Ha sido un verdadero placer leer tus versos. Eso es poesía, Hacía tiempo que andaba buscando algo auténtico, y estas estrofas lo son.
Hay medida, rima y estrofa, es decir, hay POESÍA.

Un saludo

También en mi familia hubo zapateros, oficio muy común en la Encinasola decimonónica, ya que surtía de calzado a la Sierra de Huelva y de Extremadura.
Esta pseudo-poesía os la dedico a vosotros y a todos los que hayan tenido algún zapatero entre sus antepasados; además, como se está poniendo la cosa quizás habrá que retomar la lezna y el banco.


LA ZAPATERIA
Eran centro de reunión
las viejas zapaterías,
así que, mientras cosía
y medias suelas echaba,
el zapatero sufría,
(o quizás mejor gozaba),
en permanente compañía
de incansables tertulianos,
que, con mano sobre mano,
sólo la lengua movían,
para tratar de arreglar
en humilde parlamento
los problemas que tenían
algunos conciudadanos.

Gente con tiempo sobrado,
tenían su cita diaria
en sesión parlamentaria,
era el lugar adecuado:
clérigos y villanos,
labriegos y sacristanes,
Guardia civil con bigote,
llenaban de punta a rabo,
mientras le daba cerote,
el zapatero a su cabo.

Hoy ya no quedan, apenas,
esos pequeños refugios
donde consolar las penas,
hoy son otros artilugios
los que, en parte, sustituyen
el calor de aquella estancia
que fue la zapatería,
y a pesar de la distancia
permiten que, día a día,
la gente se comunique,
por eso de zapateros
avezados y elocuentes
nos han salido foreros
sagaces e inteligentes.


POST

Prima, gracias por la poesía y por la otra tambien. Es posible que la crisis haga remendar el zapato que antes se tiraba pero ya no quedan zapateros de equellos, los de ahora trabajan de pie y son solo de tapitas y tiritas. Ya quisiera verlos yo con el tirapié y el cabo cosiendo unos botos camperos o haciendo unas botas ortopédicas.
Abrazos. oriundo.

ORIUNDO si llego a saver antes que te dedicas al arte de ZAPATERO te huviese encargado las botas del niño para ver si me lo fichaban en algun sitio donde den pasta(es broma).
Mi abuelo fue zapatero mi pena esque a mi nunca llego a hacerme unos zapatos.

UN GRAN SALUDO

Alguien dejó el ordenador encendido y antes de apagarlo, he pasado por aquí.
¡Hola Trini! Te aclaro: Oriundo no es zapatero. Comenté lo de esta profesión, porque ambos hemos tenido antepasados que sí lo eran... En mi caso más pues los tuve por parte de madre y de padre.
Es muy tarde.
Buenas noches y ánimo a tu chaval.
Alicia.