¡Hola Tom! Me alegro de encontrarte de nuevo por aquí. Inicio una nueva conversación para saludarte ya que en la que me escribes se está alargando mucho. Como habrás podido comprobar era muy completita. No puedo opinar sobre la restauración del Fuerte, porque no lo he visto ni en fotografía. He recordado la restauración del otro. La lucha de unos cuantos con Diputación, con Cultura en Huelva y la antipatía hacia nosotros de algunos sectores del pueblo. Vuelvo a recordar la frase de Chaplin: "Me gustan mis errores, no quiero renunciar a la libertad deliciosa de equivocarme".... Pero en ésta ocasión, admito, después de pasados los años, que no fue un error mi lucha, que no me equivoqué. Llevé un arquitecto amigo y me confirmó que aquello era terrible, pero en mi fuero interno sabía que era tarde. Pataleé, reivindiqué, mandamos un escrito en nuestro periódico "El Picón de Encina"... pero, a veces, la administración es muda. A MI LOS SILENCIOS ADMINISTRATIVOS ME HACEN MAS DAÑO QUE UNA PUÑALADA. MIENTRAS EL SILENCIO CAMINA, TAMBIÉN LO HACE EL LADRILLO. Ahora no puedo opinar sobre lo que desconozco pero... creo que en Encinasola se pasea mucho para el tema del colesterol. Se puede cambiar la ruta y pasarse por el Fuerte; mirar, juzgar y OPINAR, OPINAR, OPINAR... pero sobre todo intentar dialogar con la administración. No se les pueden dejar los trabajos sucios a los de fuera. ¿O es que solamente somos forasteros para algunas cosas? A veces voy al pueblo por horas. Paso el día, riego las plantas y si puedo me quedo a dormir. Son los marochos residentes los que están al tanto de todo; de muchas cosas me entero "a agua pasada" y así ¿que puedo hacer? Hazte ver, aunque sea de tarde en tarde pues el foro está decayendo en muchas cosas. Un saludo: Alicia.
|