Encinasola - Huelva

En Murcia estamos ya,
y, en una celda poseo,
tranquilidad y buen olor,
y la esperanza de una sueño
que me deje, para mañana
el ánimo bien sereno
para hacer el último tramo.
me he preguntado a veces:
¿qué nos convierte en tipejos
a los ojos de la justicia?,
Ladrona hay por ahí
- de los que dan sobresueldos-.
que tienen cuenta en Suiza
y buenísimos testaferros,
que, libran cifras enormes,
de las que llevan seis ceros,
para manos de abogados,
ujieres y apalanquetos,
conchabados con la ciega
-le llenan el monedero-
y, ella, como no ve,
de muchos palos de ciego.
Un magistrado eficaz
se entrevista con el sujeto,
y escaquea el expediente,
el último, sube el primero,
-que, dijeron los profetas
de aquél judío esenio-
Por eso viajamos nosotros,
los que no tenemos resto,
arrugados en las sillas
con el cuerpo contrahecho,
-que no se cabe de pié-
en este agujero estrecho.
Mientras los ricos ladrones
Alibabás de Banestos,
comisionistas del Ave,
Guerras, González y Feos,
van de juzgado a juzgado,
o, al mismísimo Supremo,
en los coches oficiales,
tan cómodos y discretos.

... es una buena denuncia social. Y es dura, como debe ser. Felicidades, candido! ¿Es de tu cosecha?

Si, alguna otra hay, con denuncias sociales..

¿te importaría sacarla al foro? lo digo porque cualquier método es bueno para que el personal se ponga a cavilar (si aún no lo ha hecho...)

LAS PROMESAS..
Aunque son las elecciones
el veinticinco de Mayo,
la clase política lleva,
desde primeros de año,
vendiéndonos por la tele
sus promesas de catálogo,
entre gestos espasmódicos
y anuncios publicitarios.
No puedo dejar de verlos
cual buhoneros de antaño,
señores de la tormenta
que nunca termina en rayo,
con sus fórmulas prodigiosas
empaquetadas o en frascos.
Se tiran unos a otros
las culebras y los sapos,
para darnos la impresión
de que andan muy crispados
defendiendo nuestros derechos
de quienes quieren pisotearlos:
"Este elixir que aquí veis
os lo vendo muy barato,
ni veinte, ni diez, ni cinco,
ni siquiera por un cuarto;
será vuestro si lo quereis,
porque lo doy regalado
si el día de las elecciones
no votais a mis contrarios,
favoreciendome a mí,
si me tendeis vuestras manos!
¡Os quitaré la miseria,
acabaré con el paro,
ya no habrá más declincuencia,
ni corrupción ni desfalcos,
primará el binestar social
de todos los ciudadanos;
la justicia será justicia,
ya no habrá privilegiados.
¡Todos seremos iguales
si consigo el Principado!"
...Uno tras otro proclaman
que desean gobernarnos.
que son la mejor opción
entre tantos pelamangos...
Y, puestos ya en el camino,
cuando se han concienciado
de que somos inmaduos,
ignorantes y ordinarios,
que, gracias a su palique
serán ellos los votados,
se sienten el número uno
en este chusco espectáculo.
Porque lo que ellos quieren,
estos varones tan santos,
no es vivir a costa nuestra
ni repartirse los cuartos,
ni tan siquiera aumentar
sus fortunas con los cargos;
sino que todo lo hacen
de modo sacrificado
por nosotros, los ilusos.

Ésta es aún mejor que la anterior. En el foro de Huelva dejas traslucir tu desconfianza en las organizaciones sindicales sean cuales sean. En esta poesía pone de manifiesto tu rechazo a "la política de los políticos".
Nunca estuve afiliado a ningún partido y nunca voté. ¿Es éste también tu caso?
Un saludo.

Si, también es mi caso, tanto los políticos como los sindicalistas, los pongo en la misma línea, es decir no creo casi nada de lo que me dicen, reconozco que no es lo mejor, el no votar, pero tambien pienso que si todas las personas que no están conformes, mostrasen su disconformidad de esta forma, seguramente, se plantearían una reflexión seria e igual cambiaban su táctica, algo dificil, a mi modo de ver las cosas. Porque si todos callamos, seguirán haciendo lo que hasta ahora,en fin, dejemos que el tiempo nos diga algo, para reaccionar. Un saludo

La verdad, tanto los políticos como los sindicalistas se dedican a hacer "política". Se pueden agrupar dentro del mismo arco. Yo creo que no votar, además de ser una forma de demostrar disconformidad puede que sea la única vía para que esto se mueva un poco... ¿qué pasaría si los índices de abstención fueran tremendamente alarmantes? Sería un momtivo de reflexión, digo yo...
Y eso: que hay que esperar... (confiemos en que no por mucho tiempo).