Último envío par TOM BOMBADIL ZÁNGANOS Llamas zánganos a los marochos. ¡Zánganos! No tengo la menor duda de que eres demasiado joven como para entender determinadas cosas. Estoy seguro de que a lo largo de tu vida no te ha faltado de nada, recibiste una buena formación y te crees que todo es tan fácil como tú lo has encontrado. Ha sido muy duro el camino recorrido por gran parte de esos a los que tú, sin hacer distinción de ningún tipo, calificas como zánganos. ¿Qué sabes tú lo que es esfuerzo y sacrificio? Llamar a Lunes zángano es más grave de lo que tú crees. Lunes tiene bastantes años. Tal vez duplique ampliamente tu edad. Los que crecieron junto a él, cuando eran niños, corrían detrás del ganado, dormían en las eras, llevaban el agua en una cantimplora de barro a los que segaban,… Pero Lunes no se puede quejar de la vida porque aunque, como él dice, "no estudió bachiller", sí que pudo ir a la escuela. ¡Ir a la escuela! Eso que parece una cosa obligada, sin importancia, puedo asegurarte que era todo un privilegio. Cuando el niño era capaz de andar con la soltura necesaria para seguir a los cerdos, a las ovejas o a las cabras, ya tenía un oficio, y cuando sus brazos podían llevar una cesta cargada con cierto peso, su valor se multiplicaba por mil. Podía cuidar del ganado y, además, podía acarrear cosas. Había familias para las que la ayuda del niño era imprescindible. Las letras no daban de comer. ¿Tú sabes cuantos iban a la mili sin saber dibujar su nombre? Digo dibujar, y no me equivoco, pues escribir era más difícil. ¿Y a esos llamas zánganos? Califica así al que lo merezca, distingue, (como ahora se dice: mójate) pero llamar zángano a todos los que nacimos en aquellas benditas tierras de nuestros abuelos es injusto. ¿Tú te has levantado alguna vez a las cinco de la mañana para ir a apañar aceitunas o para coger el arado cuando el sol aún no apuntaba en lo alto del cerro y dejarlo cuando ya se había puesto? ¿Cuántas veces has ido a la Contienda, a ese terreno ROBADO POR LOS MAROCHOS, detrás de una canga? ¡Zánganos! ¿Sabrás tú lo que ha costado ganar un duro en el pueblo? Tus abuelos, tus padres, ¿Fueron unos zánganos? CONFORMISMO, RESIGNACIÓN DEL MAROCHO Repito tu frase “…el pasotismo del marocho es evidente a cada paso que se da en Encinasola y con cada encuentro que se hace “…que se le va a hacer… “…si Dios quiere…” porque en ella veo un apunte contra la tradicional resignación del marocho. No es una cuestión nueva para mí. Se trata de una manera de comportarse que no se ha formado en los últimos tiempos, sino que siempre he conocido. Me atrevo a decir que esa es una de las características de nuestro pueblo. Los marochos somos resignados. Cuando salimos del entorno marocho cambiamos, pero en el pueblo nos conformamos. He meditado durante largos ratos el motivo de esa postura, el porqué el marocho tiene esa forma de reaccionar. No sé si he llegado a una respuesta acertada, pues encontrar la raíz del comportamiento de un pueblo no es fácil, pero tengo mi respuesta. No voy a exponerla aquí. No es el sitio apropiado. Sólo te sugiero que preguntes a los mayores que encuentres en Encinasola cómo vivieron su infancia. Qué recursos tenían para enfrentarse a sus dificultades. Cómo podían reaccionar ante lo que consideraran una injusticia. Tal vez en sus contestaciones halles la respuesta. No reprocho tu rebeldía ante situación tan preocupante, lo que si tengo que reprocharte es la forma en que lo haces. Tom, no insultes, no ofendas. Defiende tus opiniones con buenos modos. Las palabras, cuando ofenden, pierden su valor. LA BELLEZA DE ENCINASOLA Este es otro tema sobre al que mucho antes de tu intervención le he dado alguna que otra vuelta. ¿Nos hemos parado pensar la razón por la que nuestro pueblo carece de bellos edificios? No cuenta con ninguna casa de especial relieve. Nuestro mejor edificio es la iglesia ¡y a ti no te gusta! Cuando nos damos una vuelta por otros pueblos vecinos encontramos en ellos algunos edificios singulares. Cortegana tiene una hermosa casa señorial que llama la atención, la cual fue un antiguo palacio, y un castillo que se muestra desafiante, lo mismo sucede en Fregenal. El propio Aroche tiene la Cilla, una bella iglesia, un castillo, etc. Encinasola es la hermana pobre de la sierra. ¿Tenemos que culpar de esto al pueblo? ¿A quién podemos culpar, a nuestros abuelos? Sé que me estoy extendiendo en demasía en mis comentarios, pero es que con menos palabras las ideas quedarían mutiladas, incluso con tanto palabrerío es posible que haya aspectos que no se entiendan, pues mi facilidad para expresarme de forma más escueta no es muy grande. Lamento que sea así, pero no tengo más remedio que seguir con mis peroratas. Seguimos. Después de largas meditaciones sobre este aspecto, me ha parecido que hay dos condiciones que han podido conducir a esta situación: • Su dependencia administrativa, judicial y política. • La situación geográfica del pueblo Dependencia administrativa, judicial y política En cuanto a la existencia de palacios y casas señoriales, hemos de tener en cuenta que este tipo de edificio suele ser más frecuente en los pueblos que han pertenecido a un Señor, a pueblos señoriales, que a los pueblos que dependieron del Rey, a los llamados de realengo. En nuestro entorno tenemos que Aroche, Niebla, Trigueros y Calañas dependieron del Duque de Medinasidonia, Jabugo y Almonaster del Conde de Villa de Santa Ana y Aracena del Conde de Altamira. En cambio, Encinasola fue villa de realengo. Un viejo refrán dice que “lo que no va en lágrimas va en suspiros”, pues eso es lo que le ha sucedido a Encinasola, que si se benefició de depender del Rey, también se vio privado del posible palacio que el Señor hubiera podido construir en él. Ya sé que si no hubo nobles, si que hubo quien dispuso de tierras y fortuna para construirse su propia gran casa, pero también otros lugares contaron con este mismo tipo de señores y son pocos los que cuentan palacios. Observo que cuando me coloco delante de un edificio digno de contemplación casi siempre encuentro que detrás de sus paredes está el nombre de algún noble. Tal vez pueda ser debido a que el rico obtenía los ingreso que le proporcionaban sus tierras, que aunque fuesen los máximos posibles, al disponer de una abundante mano de obra, no eran comparables a los que conseguía el Señor, el dueño absoluto del pueblo, ya que éste no solamente se beneficiaba del fruto de sus tierras, sino que cobraba impuestos por cualquier tipo de actividad que en el pueblo se realizaba. Esta diferencia de ingresos entre un acaudalado y un Señor puede que fuese la causa de la diferencia entre el hogar de uno y otro. Tal vez pienses que estoy hablando de la Edad Media. No, esto no sólo pasó durante la Edad Media. Busca y verás que duró hasta bastantes siglos después. Situación geográfica. Pero si la condición anterior pudo influir en la pobreza monumental de Encinasola, (me refiero a pobreza de monumentos, no a que sea muy grande la pobreza) hay otra causa que aún tuvo más influencia. Hubo otra condición que, sin lugar a dudas, prevaleció sobre la anterior. Se trata de la situación geográfica de Encinasola. Aunque Encinasola hubiera sido un pueblo señorial, difícil hubiera sido que el Señor hubiera podido edificar en ella un lujoso palacio. Encinasola se ha encontrado, se encuentra, en primera línea con respecto a Portugal. Las luchas entre Castilla y Portugal fueron constantes. Este es un aspecto que apenas se refleja en los libros escolares, por esto, tal vez tengamos la idea de que las relaciones con nuestros queridos vecinos y hermanos han sido siempre cordiales. Falsa idea. Los enfrentamientos entre Castilla y Portugal motivaron la construcción del castillo y de los dos fuertes. Las tierras de Encinasola han sido, desde el mismo momento de su reconquista, en el siglo XIII, el bastión que protegió a los demás pueblos de la comarca contra los ataques de los portugueses. Mientras nuestro pueblo entregaba sus casas, sus cosechas y sus vidas ante cada uno de aquellos ataques, otros pueblos recogían sus cosechas habiendo sufrido un escaso daño o, tal vez, sin ningún tipo de perjuicio. El pueblo debió de ser destruidos en varias ocasiones. Incluso fue incendiado su Ayuntamiento a mediados del siglo XVII. A esto achaco el hecho de que no haya en su archivo municipal ningún documento anterior a esta fecha. Todo debió de quemarse Hay documentos en los que Encinasola solicita al rey que contribuyan a los gastos de defensa los pueblos a los que protege: Fregenal, Higuera, Bodonal y las Cumbres. Alega que estos pueblos recogen sus cosechas y no sufren las invasiones, en tanto que los vecinos de Encinasola ven como se queman sus sembrados y sus casas y tienen que alejarse de sus hogares para poder subsistir. Esto de tener que irse del pueblo ha sido algo endémico en Encinasola, pues nuestras tierras siempre fueron insuficientes para asegurar el sustento a los marochos. Si no había paz, si el riesgo de que en cualquier momento podría ser arrasado todo lo que se había edificado. ¿Cómo se iban construir edificios solemnes? Pero si, además, escaseaban los recursos para subsistir, ¿Cómo iba a haber para hacer palacios o casas lujosas? Dices que “basta con salir un poco de Encinasola para darse cuenta de lo pobre que es en muchas facetas”. Yo matizo tu afirmación en el sentido de que para darse cuenta de por qué Encinasola es tan pobre ni siquiera hace falta salir del pueblo, basta con ver de donde venimos para hallar una respuesta a donde y cómo estamos. Pero yo estoy orgulloso de mi pueblo. No tiene nada, es cierto, pero detrás de cada piedra que hay en él veo el esfuerzo de mis abuelos: albañiles, carpinteros, arrieros,…(estos fueron los oficios de algunos de mis abuelos). Todo lo que se ve en Encinasola está forjado con esfuerzo, sudor y lágrimas. ¿Eso no es valioso? Me siento orgulloso de los grandes hombres que de él han salido, Un ministro, un consejero de Castilla, un Teniente General, un General de División, un Presidente de Audiencia, tres Condes, marochos que tomaron parte en la conquista del Nuevo Mundo,… ¡Ah! Y recientemente, un compositor que puede pasearse por toda Andalucía durante la Semana Santa sin dejar de oír sus marchas procesionales. Un músico marocho galardonado con la Medalla del Parlamento Europeo. ¡Menciona un solo pueblo, no sólo de la sierra, sino de toda la provincia de Huelva, que tenga este elenco! Ni la misma capital de la provincia puede presumir de tanta grandeza. En la provincia sólo ha habido dos ministros en toda la historia, y uno de ellos fue bautizado en esa pila bautismal de mármol blanco que tú has despreciado. No lo dudes, Tom, a partir de ahora tienes motivos para mostrarte orgulloso de ser MAROCHO. MAROCHO con mayúsculas. EL MAROCHISMO Somos marochos, podríamos ser Encinasolenses o Encinenses. Esta fue una cuestión que ya se planteó en uno de los ejemplares de aquella lejana publicación marocha de los años 50 que se llamaba Ecos de Flores. Cualquiera de las tres denominaciones hubiera servido. ¿Por qué nuestros abuelos, siempre nuestros abuelos, eligieron la de marochos? Yo no lo sé, pero ellos consideraron que ese debía de ser nuestro gentilicio y no veo por qué no voy a aceptarlo. De todos modos, no está muy claro que los marochos fueran quienes robaban en la Contienda. No he encontrado nada sobre ese particular, en cambio sí que he hallado escritos en los que los marochos se quejan de los destrozos que los portugueses hacían es dichas tierras. Entre los documentos que he tenido entre mis manos ha habido un pleito motivado porque un portugués construyó una casa en la Contienda y las autoridades marochas la derribaron. El barranqueño denunció a nuestros munícipes por haber derribado el edificio que ilegalmente él había construido en la zona de la Tomina. Mira, incluso hay más. Un buen día, en el que el alcalde y varias autoridades marochas recorrían la Contienda, nuestros regidores fueron sorprendidos por los portugueses en el Puerto de los Señoritos. Los portugueses les asaltaron, se montaron en las espaldas del alcalde, al tiempo que decían que “estaban montados encima del Rey de España”, y dieron muerte a un miembro de la Compañía de Milicias que daba escolta a la comitiva. Esto puedes encontrarlo en el archivo municipal. Como ves, si de dar feos apelativos se trata no sólo lo merecen los vecinos de nuestro pueblo. Por esto, yo no me siento humillado por que me llamen marocho. Acepto todo lo que mis antepasados me han dejado. Si no reniego de nacer ¿Por qué tengo que renunciar a lo demás? LAS TIERRAS ROBADAS DE LA CONTIENDA Aquí sí que hay materia para rato. No se trata de que antes de que aparecieran tus comentarios en el foro ya hubiese meditado sobre este particular, sino que incluso tengo unos cuantos folios escritos al respecto. Está fuera de toda duda que llevas razón al decir que la finca sólo pertenecía a Aroche y a Moura. Eso es inapelable. Encinasola fue una intrusa que se coló en la dehesa de forma poco clara, pero de eso a decir que los marochos robamos la Contienda va un abismo. Vuelves a dejarte llevar por tu ímpetu juvenil. Tom, sinceramente, tienes que leer mucho más. En los libros hay respuestas. Hay que buscarlas en ellos. Cuando veas algo que no está claro tienes que ponerte a cavilar las razones que han podido conducir a esa situación. Dale vueltas al tema, pero no te lances al vacío sin un buen paracaídas. De forma muy breve, pongámonos en situación. Tras el Tratado de Alcañices, que fijo la frontera entre Castilla y Portugal en la zona del Algarve o Algarbe, que de las dos formas lo encontramos, la Contienda quedó indivisa entre Aroche y Moura. No se menciona ninguna otra población. Siempre me he preguntado por qué no se hace mención de Encinasola en ningún documento que se refiera a la reconquista de esta zona de la sierra, o al menos eso es lo que se desprende del único texto que conozco que se centre en este tema, pues muy escasos han sido los historiadores que se han preocupado por él. La razón que veo es que en aquellas fechas nuestro pueblo no existiera o que, a lo sumo, fuera un núcleo de población de escasísimo interés. Sin embargo, ya en el siglo XV Encinasola consiguió una sentencia, dada en Córdoba en 1485, que le reconocía el derecho al usufructo de la dehesa. La interposición de este pleito fue debido a que el señor de Aroche, el duque de Medinasidonia, quiso privar a Encinasola de la explotación de estas tierras. Dos han sido las causas que considero que pudieron motivar la sentencia: • Una, la más improbable, que nuestro pueblo hubiera pertenecido a Aroche y al independizarse se intentara privarle de un derecho que hasta entonces le había asistido. Digo que esta dependencia parece improbable por el hecho de que de haber dependido Encinasola de Aroche no parece lógico que al independizarse hubiese pasado a ser villa de realengo en vez de continuar dependiendo del Duque de Medinasidonia. • Dos, que los vecinos de Encinasola hubieran entrado en la Contienda y hubieran usado sus tierras si no con el consentimiento, sí con la indiferencia de Aroche y Moura. Cuando, después de doscientos años de uso de la dehesa, intentó Aroche privarle de este derecho, nuestro pueblo se apoyó en el largo tiempo que llevaba explotando la dehesa para continuar haciéndolo. Triunfó esta tesis en el pleito contra Aroche. Y así llegamos al año 1542, que es cuando se dictó la Concordata. Y no debe dejar de llamarnos la atención el que, en este nuevo intento de división, Encinasola apareciese como parte interesada y que, a pesar de la férrea oposición de Moura, se le siguiese reconociendo el derecho al uso, aunque sí queda claro que no se le reconocía ningún tipo de propiedad. Este derecho al uso de la Contienda por parte de Encinasola fue el obstáculo que impidió el reparto de estas tierras durante siglos, pues mientras Portugal reclamaba lo que consideraba que le era propio, la mitad de la finca, España exigía que Encinasola también tenía que recibir una parte, ya que en caso contrario tendría derecho a usar las tierras que correspondieran tanto a Aroche como a la propia Moura. Este derecho había sido reconocido en la Concordata por el Emperador Carlos I y por el rey portugués Juan II. Como ves, nada robó Encinasola. Nuestros abuelos usaron la Contienda, se lo consintieron y se sintieron con un derecho que le fue reconocido por un tribunal y por dos reyes. ¿Robaron algo? Debes darte una vuelta por el pueblo y comprobar que la extensión de la Contienda, de la parte de la Contienda que correspondió a Encinasola, no se acerca, ni con mucho, a la mitad de su actual término municipal, que es lo que tú afirmas sin ningún titubeo. La superficie total de nuestro término municipal es de 180,39 km2, en tanto que la Contienda marocha difícilmente alcanza una superficie de 45 km2. Como puedes ver, la superficie de la dehesa no supera el 25% de la extensión total del término municipal. En cuanto al aprovechamiento que se le ha dado a la Contienda, tal vez tú seas capaz de proponer un uso más adecuado al que se le dio durante bastantes años. Yo conocí como la dehesa se repartía en tantas “suertes” como familias había en el pueblo. Se sorteaban las suertes y cada cual sembraba su parte y recogía su cosecha. ¡Cuánta hambre quitó al pueblo esta finca! ¿Tú puedes imaginar las cangas de grano que salían de aquellas tierras? En septiembre se vendían las bellotas y este ingreso suponía la mayor parte del presupuesto del Ayuntamiento. Si pueden considerarse escasas las obras que se han realizado en el pueblo, imaginemos lo que se habría podido hacer de no contar con estos ingresos. Si el pueblo ha pagado bajos impuestos ha sido porque la subasta de los lotes de la Contienda lo ha permitido. El pueblo ha vivido durante siglos de la Contienda. Vuelve a preguntar. Preguntar es muy interesante. Se aprende de los niños. No puedes imaginar lo que la observación de un pequeño puede aportarnos. Pues te aseguro que una hora de charla con un anciano es algo que no tiene precio. ¡Cuánto voy a echar de menos, cuando vaya al pueblo, a un hombre mayor que nos ha dejado hace unos meses y con el que pasaba largas horas escuchando sus sabias palabras!
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