Encinasola - Huelva

GIJÓN
El Ateneo Obrero agradece una Medalla de Oro ligada al «desarrollo cultural» de Gijón
Luis Pascual recordó la labor de Daniel Palacio y Joaquín Fernández Espina La alcaldesa lamentó los «atropellos» sufridos por la institución que ya cumplió 125 años




125 años ligados al «proceso social y cultural de la ciudad». 125 años con el objetivo de «favorecer el desarrollo intelectual» de los gijoneses, especialmente de aquellos que habían estado apartados de la cultura históricamente, la clase obrera. Luis María Pascual Pino, presidente del Ateneo Obrero de Gijón, recibió «con honor» la Medalla de Oro de la Villa de manos de Paz Fernández Felgueroso. Fue el reconocimiento a una larga andadura en la que no han faltado «vicisitudes y atropellos», tal y como recordó la propia alcaldesa. Pero el máximo galardón de la ciudad no le llega al Ateneo sólo por su larga historia, aunque eso ya sería motivo de homenaje, reconoció la primera edil, sino por su «compromiso con el desarrollo cultural», tal y como dijo Luis Pascual.

Porque a pesar de los obstáculos, fue posible la refundación en 1981, gracias a «pilares fundamentales como Daniel Palacio y Joaquín Fernández Espina» y con ellos, un «nuevo vuelo que nos llevó a otros escenarios», pero al mismo compromiso: la cultura, base de su lema y de su trabajo.

Un trabajo que ayer, en el acto institucional de entrega de honores y distinciones, fue glosado por Paco Ignacio Taibo II, quien felicitó no sólo al Ateneo, sino también a quien lo premia, esto es, a la ciudad, porque «se reconoce en su pasado y su historia, y esa es la mejor manera de mirar hacia adelante». Los ateneos, dijo Taibo, fueron siempre «un fenómeno cultural y fuente de la ilustración». Y el de Gijón «construyó un proyecto de cultura popular y masivo», un proyecto liderado por la «clase obrera», aportando para ello «parte de sus salarios», frente a la «burguesía ñoña y retrógrada que no invirtió sus ganancias en equipamientos culturales».

El Ateneo Obrero, «más que una entidad, una institución» -dijo Felgueroso- sumará la Medalla de Oro a sus reconocimientos. Y Taibo le deseó «larga vida», algo de lo que de hecho ya puede presumir. Y que nadie tenga que volver a hacer lo mismo a lo que se vio obligado su padre: comerse el carné de socio, como acto de represalia. Al parecer, sabía mal. Justo lo contrario al galardón de ayer, que también desde el público recibió toda la junta directiva del Ateneo Obrero.

Os juro que leí Ana Obregón, y me dije: ¡la que faltaba aquí en el foro!