Encinasola - Huelva

Como decía la insigne Karina "buscando en el baul de los recuerdos, cualquier tiempo pasado nos parece mejor..." Ahí van mis recuerdos, un poco, que si me dan jarilla me enrollo. En Encinasola, con 13 años, descubrí la libertad, me compré mi primer paquete de tabaco, aprendí a bailar para hacerlo en la feria, concoci gentes de la mayoria de las cuales no he vuelto a saber más y lo pasé muy bien. La verdad es que tengo muy gratos recuerdos de aquellos dias en el bar de Arturo, mi tio, en casa del tio Rodrigo, del tio Urbano. Tambien lo pasaba mal (era muy tímido) cuando mi padre me mandaba a saludar a gentes que yo no conocía y me tenia que presentar ante ellos y decirles soy el hijo de Miranda a lo que solían responder "Hay querido, ¿cuando has venio, cuando te vas? Un dia mi padre me mando ir a La Valonera porque allí había unas primas suyas y una de ellas al verme me espetó ¿tu eres conejo o ratón? y recuerdo que mi primera intencion fue salir corriendo de allí, por si esa mujer se había vuelto loca o yo hubiera sufrido alguna mutación... bueno, muchas historias que todos tendrèis tambien y con los años cobran importancia.
Saludos Andrés Miranda.

Imagino tu tímida cara cuando oístes la dichosa fracesita de la interfecta tita tuya. "A qué leches me habrá mandado mi padre aquí".. exclamarías. Recuerdos, siempre muchos. Que gran pueblo me pareció siempre Encinasola, pero sobre todo su gente, llegué casualmente un día de feria, y aprovechando mi baja médica me quedé, hice muchos amigos, imnumerables, fantásticos, grandes bebedores (yo no, imaginaos como acababa) con unas ganas de divertise distintas por completo a mi pueblo, más grande. El calor humano que encontré allí, unido a los veintipocos años, no lo olvidaré nunca. Mi cariño siempre hacia Encinasola.

El año pasado, despues de 20 sin ir por allí, volví a Encinasola y encontré un pueblo radiante, bonito y limpio pero vacío y el paisaje humano me resultaba extraño, no conocía a nadie, salvo a mi familia,
fue un viaje fugaz, de estar allí un rato y volver y saque´una sensacion extraña, como de haber estado en otro sitio y en otro tiempo. y mucho me tremo que Encinasola, como el Macondo de G. Márquez, este condenado a 100 años de soledad.
Saludos. A.Miranda.

Amigo Andrés, los tiempos cambian ya nunca mas volverán los veranos del 68, aquella fue una época que vista desde la perspectiva del 2008, nos parece hasta extraña. No había móviles, no había Internet, ni pdas, ni gps, aquella tranquilidad nunca volverá, y no pienso que el pueblo este condenado a la soledad, lo que ocurre es que el pueblo se quedo parado para nosotros en aquella fecha maravillosa de los 60s. Es cierto que hay menos habitantes pero yo cuando lo visito lo veo igual que siempre, la gente es la misma, las calles las mismas, somos nosotros que al marchar empezamos a vivir mas deprisa, con el trabajo y su inseparable estrés. Un abrazo amigo Andrés tengo ganas de encontrarte un día para charlar con una copita en la mano y si es en Encinasola mejor.
Antonio Vaello

Ya me gustaría, Antonio, pero lo veo dificil. Al pueblo nos cuando ire otra vez y si no vienes por Huelva, pues eso, que dificil lo veo. de todas formas, hay un dato ineludible: el numero de habitantes del pueblo y la edad media de los mismos. Tienes razón en eso de que el pueblo se quedo parado para nosotros en ese recuerdo idealizado de nuestros quince o veinte años, sin preocupaciones, sin stress, sin móviles y las más de las veces, sin dinero, pero todo daba igual. Bueno Antonio, la nostalgia es buena en pequeñas dosis, si te pasas te conviertes en estatua de sal como aquella de la biblia de tanto mirar atrás.
Saludos. A. Miranda.

Tengo 61 años; mis amigos de Encinasola.. no eran mucho más jóvenes que yo, todos entrañable gente, un grupo fenomenal digamos que la sede central era en Kiko el del Barrilito, todo lo divertidas y alegres que podriamos pedirles a chicos de 23 años más o menos; me impactó tanto Encinasola, que en mi corazón tengo siempre un dulce recuerdo de aquella primera feria, iba convaleciente de unas dichosas anginas, pero allí me "tragué" hasta el agua del florero que kiko tenía en el Bar.... siguieron otras ferias, no se me olvida que el último día siempre pedíamos delante del Ayuntamiento que aquello siguiera...que nos dieran un día más, me sentía en mi casa; recuerdo a Pepe López y su hermano Tomás, en cuya casa fui un hijo más. El está en Huelva, mantenemos una inquebrantable amistad, pero hace mucho tiempo que no lo veo, quizás demasiado, y no puede ser bueno eso, necesitariamos días no ratos, para contarnos cosas. A los demás, el tiempo ha ido difuminando sus caras, sus nombres; uno de ellos vive frente de la Iglesia, está en Huelva en Correos?? Me gustaría recomponer aquel hermoso puzzle humano, tan generoso y con tan altisimo sentido de la amistad.

Hola Amigo, me llamo Antonio Vaello, a quien tu te refieres que vive en frente de la iglesia debe ser mi buen amigo Lorenzo "Loren". A pesar de ser cuatro años más joven que tu, seguro que coincidiríamos en alguna feria; yo recuerdo haber gritado delante del ayuntamiento que nos dieran un día mas de feria. Me alegro que te haya quedado ese grato recuerdo de Encinasola y espero que algún día nos podamos ver, un saludo afectuoso.

Andrés, ¿qué quería preguntarte con eso? ¿Qué significado tiene ser un animal u otro? Gracias por compartir estos recuerdos conmigo.

te lo cuento: en Encinasola, como supongo que en la mayoría de los pueblos, las gentes se conocen por los apodos mas que por los nombres, yo nunca supe si mi familia tenía apodo pero en la de mi padre había una rama de conejos y otra de ratones, supongo que por eso me lo dijo y a mi me dejó fuera de juego.
Tengo una poesia muy bonita de Candelario con todos los apodos del pueblo, si quieres te la pongo un dia de estos o te la mando.
saludos. A. Miranda

me encantará recibirla.

Andrés si no te resulta de mucha molestia, me gustaría que me mandaras esta poesía de los motes, recuerdo haberla leído alguna vez, pero no me acuerdo realmente de como era, un saludo.
Antonio Vaello