El Repilado - Huelva

Aunque el título suene a chiste, es cierto. Un mono (no sé si chimpancé o mandril) propiedad de un circo fue forzoso vecino de la localidad hace unos 40 años. Por aquellos años los circos se instalaban al lado del muelle descubierto, y los animales (no todos, claro) eran amarrados con estacas al suelo. Era una aventura sortear monos a toda velocidad (yo lo hice más de una vez). En uno de estos lances un niño resultó mordido sin importancia, y se prescribió que el mono debía estar en cuarentena.

Llegado el momento de la partida del circo el mono quedó bajo la custodia de D. Jesús Sánchez (D.E.P), el cual habilitó una sala en su fábrica y se ocupó de la alimentación del animal. Los meses fueron pasando y lo dueños no volvían. Llegado el crudo invierno serrano instalaron una estufa de leña que el animalito agradecía. Permanecía inmóvil tapado con un saco cortado, lo que le daba un aire de franciscano, y así lo conocí (por eso no sé la raza del bicho).

Un día se escapó y entró en la oficina de la fábrica. El destrozo fue enorme, tirando lo que cogía, y comiéndose los documentos que le dió la gana hasta ser reducido.

Finalmente, después de larga temporada, los dueños se dejaron caer y se llevaron el mono a regañadientes ya que les resultaba ventajoso el alojamiento.

"Hacienda que tu dueño te atienda, y si no que te venda".


Un Repilense por "ahí"