Avance PGOU. La población de El Granado. Condiciones socioeconómicas. Proyección de población 1.1.5.- La población. Condiciones socioeconómicas. Proyección de población. El municipio de El Granado tiene una superficie de 98 km² y una densidad de 6,5 hab/km². La población de El Granado ha seguido una evolución descendente desde la década de los ochenta con picos y bajadas de población, estancándose en los últimos años, pasando de 696 habitantes en 1991 a 642 en 2001 y 598 en 2008, lo cual ha sido provocado entre otros motivos por los movimientos migratorios, como se verá más adelante. Sin embargo, no se debe perder de vista la evolución que ha sufrido a lo largo del pasado siglo, donde queda patente la decadencia de algunas actividades tradicionales que se dan en las zonas rurales. Por lo tanto esta tendencia observada va a requerir de un cambio estructural para invertirla. A esto se unen unas tasas de natalidad que han ido aumentando en los últimos años, aunque no al mismo ritmo que han aumentado las de mortalidad, llegando en el 2003 al 17,4‰. Con todo esto las tasas de dependencia y de envejecimiento son superiores a la media española y andaluza, con un 53,3% y 26,3% respectivamente en 2004. Con respecto a las mismas regiones, las tasas de maternidad están más de 10 puntos por debajo, con un 7% en 2004, la tendencia (población entre 0-4 años y entre la de 5-9 años) es menos de la mitad con un 42,9% y el reemplazo es del 118% frente al 172% y 155,7% de Andalucía y España en el 2004. La población de El Granado muestra una estructura estrecha en los tramos de edad comprendidos entre los 0 y los 20 años. La estructura responde a un modelo de población envejecida con más de un 26% de población mayor de 65 años y un 13% menor de 20 años. Esta situación se ha ido degradando en los últimos años con la salida de población del municipio, como puede apreciarse en la pirámide poblacional adjunta. 13% 60% 27% 0% 20% 40% 60% Población > 65 años 20/65 < 20 años Pirámide poblacional. Año 2008. Fuente IEA Si se compara a nivel comarcal, la población mayor de 65 años en la zona de estudio, muestra un elevado índice de envejecimiento, con un porcentaje que supera ampliamente los de la Mancomunidad de Beturia (14,98%) y los de la provincia (13,71%), destacando junto a Sanlúcar de Guadiana y San Silvestre de Guzmán como los municipios con una mayor progresión a un modelo de población envejecida. La emigración se puede clasificar fundamentalmente en dos tipos: las que se deben a trabajos temporales por actividades agrícolas en municipios como Lepe y Cartaya, y las migraciones por trabajos en la construcción y servicios desarrollados fundamentalmente en los municipios de la costa, u otros trabajos en municipios colindantes, lo que pone de manifiesto la debilidad de la estructura productiva y la falta de alternativas económicas suficientes. Respecto al saldo migratorio, a diferencia de la mayoría de municipios que conforman la Mancomunidad de Beturia que cuentan con un positivo en 2003 de 181 personas, el municipio de El Granado cuenta con un saldo negativo. Por otro lado, conviene tener en cuenta el apartado de formación y el nivel de estudios actual de la población residente en El Granado, que en un amplio porcentaje si lo comparamos con la media provincial, tiene superado el nivel de segundo grado (ESO, EGB, Bachiller, etc), con lo que el porcentaje que se encuentra con un nivel de estudios superiores es inferior a la media, lo que dificulta la búsqueda de empleo y no propicia el autoempleo. En resumen, dentro del apartado en el que se describen las características poblacionales hay que destacar los siguientes puntos: - Débil densidad demográfica y envejecimiento de la población. - Falta de alternativas de trabajo y excesivos movimientos temporales de la población: fuga de fuerza de trabajo más dinámica y cualificada hacia la costa y el resto de municipios de la Mancomunidad de Beturia. - Baja población municipal, con lo que disponen de una demanda por debajo de los umbrales de rentabilidad de muchos negocios. - Nivel formativo que no cumple las expectativas mínimas ante la entrada de nuevas alternativas de empleo, con lo que sería necesario la mejora de las herramientas formativas actuales. |