Chucena - Huelva

Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en el postigo de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en el postigo...
Pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en el postigo.
Finalmente llegó el día cuando el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre y entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo del postigo.
Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos del postigo..., entonces el papá llevó de la mano a su hijo hacia el postigo...
Mira hijo, has hecho bien... pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en el postigo... Ya nunca será el mismo de antes... Cuando dices o haces cosas con coraje, cuando no te portas bien…, dejas una cicatriz como estos agujeros...
Es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha... No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida esta ahí...Una herida física es igual de grave que una herida verbal...
Tus padres son verdaderas joyas a quienes hay que valorar... Ellos te sonríen y te animan a mejorar...
Te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte...
Demuéstrales cuánto los quieres...

joder, casi que lloro con esto... es mu bonito y lleva toda la razón.

¡cuanta razon tienes!a mi me falta mi madre desde hace poco y si antes era un pilar fundamental en mi vida ahora y pesar de mi edad su ausencia se hace muy dificil,diria que insoportable, por eso mientras estan con nosotros hay que demostrarles todos los dias cuanto los queremos,es el unico consuelo que te queda cuando se van.