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DESTOZO DE 750 OLIVOS
Lunes, 7 de marzo de 2011
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Una recompensa de 10.000 euros La propietaria de una finca denuncia el destrozo de 750 olivos y ofrece dinero a cambio de información sobre los autores · Los daños están valorados en 30.000 euros

C. Sáez / Huelva | Actualizado 07.03.2011 - 05:01

[b]Una recompensa de 10.000 euros ofrece Ute Silverio para quien ofrezca información sobre el autor o autores de los destrozos que han ocasionado en una finca de su propiedad, situada en el término municipal de Gibraleón, donde han aparecido 750 olivos cortados y arrancados de raíz. Fue un vecino quien alertó por la mañana a la dueña de la parcela de los daños ocasionados. Los hechos fueron denunciados el mismo día, el pasado 4 de febrero, a la Guardia Civil de la localidad olontense, cuyos efectivos se personaron después en la finca y realizaron una inspección.

Una venganza parece ser la causa del incidente, fruto de un conflicto que se remonta años atrás. Así se lo comunicó la damnificada al Instituto Armado y así consta en el escrito de la denuncia.

El litigio que mantiene Ute Silverio con unos vecinos ha llevado a la propietaria de la finca Valdetrenes a presentar una denuncia contra el alcalde de Gibraleón, Juan Serrato, por un presunto delito de prevaricación, de la que la Alcaldía asegura no tener constancia. La querellante ha denunciado en varias ocasiones que en una parcela colindante a la suya, en la zona Caja del Agua o Arroyo del Tejar, se ha venido desarrollando un negocio industrial dedicado al almacenamiento, movimiento de tierras (áridos) y transportes de mercancías, en "una zona calificada por las normas subsidiarias de planeamiento en vigor como suelo rústico, no urbanizable, y por tanto dónde no se puede ejercitar actividad industrial alguna, ni edificarse nave cuyo uso no sea el permitido, siendo éste solo el uso agrícola, forestal, ganadero o avícola".

Silverio interpuso además la denuncia ante la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento olontense, tras solicitar al alcalde información sobre la concesión de licencia para desarrollar esa actividad en la finca colindante. Las querellas se acompañaron de reportajes fotográficos en los que se aprecian cómo entran en la parcelas camiones de gran tonelaje para la descarga de áridos, cómo se distribuyen con la pala excavadora los mismos en cubas y cómo una vez cargadas en los camiones con el anagrama J.Miche, salen de la finca y pasan por delante de la casa de la denunciante, que se ha quejado del paso continuo de los vehículos y las molestias que ocasionan.

Finalmente, la actividad industrial de la gravera ha cesado y el dueño de la misma ha fallecido. Ute Silverio sospecha que los hijos de éste podrían estar detrás de los destrozos de la finca, como así se lo ha comunicado a la Guardia Civil y figura en la denuncia. El motivo: una venganza, ya que Silverio asegura que los dos hijos responsabilizan a ésta de la muerte de su padre por el litigio que han mantenido. Enfrentamiento que ha dado como resultado amenazas como "te vamos quemar la finca, a trozar todo lo que haya", disparos, insultos y agresiones físicas de las que la denunciante dice tiene pruebas y grabaciones.

Ute Silverio instaló en la finca dónde se ubica su vivienda y dónde vive sola cámaras de vigilancia y detectores de movimiento para disuadir la presencia de cualquier persona que pretenda acceder a su interior, un sistema que la Agencia Española de Protección de Datos ha mandado retirar. Ella se niega a hacerlo argumentando que estaría totalmente desprotegida.

Sistema de cámaras no hay en la finca de olivos que ha sufrido los daños. La parcela cuenta con varios cientos de árboles con decenas de años. Entre cada una de las hileras y debido al espacio entre ellas, su propietaria había sembrado hace tres años 750 olivos arbequinos, una variedad más pequeña que las tradicionales que cada vez se está implantando más.

Pocas personas conocen que la parcela es propiedad también de Silverio, pocas también cómo acceder a la misma sin ser vistas y que allí se hubieran plantados árboles nuevos. El caso es que una mañana la dueña de finca se encontró con los destrozos que pueden verse en el enlace: P ara acceder a la parcela los autores dañaron el vallado perimetral. En los alrededores había rodadas de uno o varios vehículos.