Cartaya - Huelva

Aquí hablamos de muchas cosas, de las cosas que leemos, que vemos por televisión, y esas cosas nos parecen distantes y lejanas. Vemos las noticias de las pateras arribando a las costas andaluzas cargadas de personas que vienen buscando un mundo mejor, un mundo donde tengan un techo, y un trabajo, y no pasen hambre, y esas imágenes nos conmueven.
¡Pobres! Qué mal lo tienen que estar pasando para arriesgar sus vidas

Es otro mundo, decimos, ¿verdad?, eso es en el Tercer mundo, a nosotros nos pilla lejos, nosotros estamos en el Primer Mundo y estamos muy desarrollados, aquí no pasan esas cosas.
Por eso será que nuestros gobernantes regalan millones de euros en proyectos y subvenciones en forma de ayuda, porque aquí no nos hace falta. No estamos tan mal, parece que nos dicen.

¡Y sí!, es verdad que estamos pasando algunos problemillas, que muchas familias no tienen para darle de comer a los hijos y tienen que acudir a los comedores sociales, que muchas familias no pueden pagar la hipoteca y el banco las echa de casa dejándolas en la calle, que muchos se ven obligados a rebuscar entre los contenedores de basura a las puertas de los supermercados, y cosas así; pero en fin, que esas cosas están pasando por nuestra mala cabeza, nos han hecho ver nuestros gobernantes, porque Sus Señorías nos lo han dicho y una y otra vez, que hemos gastado más de lo que podíamos gastar, que hemos querido y hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, (ellos no, nosotros) y que con nuestro comportamiento somos los responsables de la crisis que tenemos, y ahora pues tenemos que expiar nuestras culpas, con recortes y más recortes.
Hemos de pagar por nuestros pecados. Nosotros somos los pecadores, ellos no.
Así que, si nuestros queridos gobernantes mandan ayuda a países necesitados, ¡nosotros ni chistar!, si regalan dinero para el exterior, ¡es que no estaremos tan mal hombre!, lo que pasa es que nos gusta quejarnos.

Y debe ser eso, que cuando nuestros mayores suelen decir que lo que cobran de pensión es una mier….., lo que pasa es que les gusta quejarse.
Esta mañana estaba esperando mi turno en la cola de caja del supermercado, y detrás de mí llegó uno más joven que yo, como vi que sólo llevaba un cosa le di paso.
-Pase usted que lleva nada más que eso - le dije
-¡Gracias! - Y se puso delante
En ese momento llegó una mujer mayor con una muchacha adolescente y me habla:
-¡Ay hijo! Me dejas pasar que na más que llevo esto (un tetrabrik grande de vino)
- ¡Pase, pase usted señora!

Y mientras esto sucedía, yo había observado de reojo a otra mujer mayor que también llevaba una sola cosa y que en principio se puso detrás, después se pasó a la caja de al lado y volvió a ponerse detrás de mí viendo que en la otra caja iba a tardar más.
La señora no me dijo nada, aun no habían pasado los anteriores por caja, podía haberla hecho esperar, pero me dio cosa. Total, si ya había dejado pasar a dos, que más da una persona más.
¡que noo, que noo, que no hay dos sin tresss! ¡Que no hay dos sin tress!

-¡Señora pase usted delante!
-¡Gracias hijo!

La chica de la caja me miró y me sonrió, y me pareció como si leyera en sus ojos:
-¡Tú sigue así! ¡Que te van a comer los lobos en la cola, so pazguato!

Cuando la ultima señora pagó le cobraron 23 céntimos, y puede ver lo que llevaba, pero le pregunte a la chica de la caja.
-¡Oye!, ¿Qué llevaba la señora, un kaki?
-Sí
-Fíjate, una persona mayor, que viene al supermercado por un kaki, en qué situación debe estar. La gente no tiene para comprar y luego se puede ver en los grandes almacenes de frutas del pueblo las cubas-contenedores llenos para tirarlos, porque la fruta está algo madura para la venta, o tiene poco calibre u otras cosas parecidas.
¡Que pena!

Y mi amigo Griñán regalando el dinero por el extranjero. Y mi amigo “El que no Iba”, ¡venga recortes, venga recortes! ¡Venga a hablarnos de austeridad!

¿Más austeridad queremos "cajones"? ¡Al supermercado por un kaki! ¿Nos parece poca austeridad?