Cañaveral de León - Huelva

“LA VICARÍA, SITUACIÓN VERGONZOSA”

Sr. Cura párroco:
Antes de comenzar esta breve respuesta le aconsejaría una cosa, un simple detalle sin mayor importancia, disculpe mis tics de maestro pero no puedo remediarlo: en la aplicación Word hay una función que se llama “corregir ortografía”, si usted la usa correctamente esto le evitará publicar su carta con palabras como “ondeada”, con /h/, ya que una bandera ondeada es una bandera agitada por el viento, mientras que una bandera hondeada sería una bandera arrojada lejos, al estilo de la piedra lanzada con la honda. También se ahorraría escribir “lo voy ha hacer” poniendo esa preposición con /h/ que salta a la vista y hace rechinar los dientes. Quizá le ayudaría también, aunque no es una herramienta perfecta ciertamente, a no acentuar los “Ésta” y los “éste” cuando son adjetivos demostrativos y no pronombres personales. E igualmente es útil para intentar mantener la concordancia de género y número entre el verbo y los complementos dentro de la misma oración: tenga por tengan, o trata por tratan, al estilo de los pequeños errores que observo en el párrafo nº nueve de su inefable carta.

Vayamos en primer lugar con los calificativos que usted arroja como cuchillos contra los maestros y maestras, no sabemos si sólo los de esos tres pueblos donde usted predica (se me antojaba decir berrea, pero dejo los desprecios para su pluma que sin duda es más diestra que la mía en exabruptos), decía que no se sabe si sólo se refiere usted a los maestros y maestras de estos tres honrosos pueblos o debemos entender que es referido a todos los maestros y maestras del orbe mundo. No se queda usted corto en descripciones vejatorias: maestros serviles del laicismo, anticonstitucionales, fuera de todo derecho, adoctrinadores del leninismo, maestrillos de tres al cuarto, loba con piel de cordero, adoctrinadora, dictadora, secuaces del Maligno (¿?), manos derechas de Satanás (¿?), colaboradores de las tinieblas, maestros heridos, acomplejados, amargados, frustrados, perversos…

Sigamos con los, no menos sulfúricos, que usted arroja contra padres y madres: unos narcotizados por las subvenciones, subsidios, etc., otros miedosos de las represalias (¿?), otros pasotas e indiferentes (esos me parece que son los míos si a religiones y a religiosos como usted nos referimos), enchufados en la pseudo-modernidad, aborregados, calladores, aguantadores y silenciadores de injusticias.

¿No le parece a usted, padre y pastor mío, que se ha pasado como unos cien pueblos de distancia? ¿Se ha parado a pensar si está usted verdaderamente en condiciones de pastorear su rebaño y conducirlo hacia feraces praderas? ¿Dónde se ha visto un pastor que acuchilla y maltrata a sus ovejas con insultos, latigazos y pedradas desconsideradas fuera de toda razón y mesura como hace su caridad, amigo y párroco? ¿No se le ha (ahora sí, con /h/) ocurrido pensar que está usted maltratando, dispersando y finalmente atemorizando a la feligresía? ¿No tendrán razones, y sólidas a la vista de su violencia emocional y verbal, en alejarse de la iglesia y de los religiosos aquellos y aquellas que no quieren saber nada de ustedes por poco claros, por paranoicos y descabellados?

¿Dice usted servir en tres pueblos desde el ministerio sacerdotal? ¿Está usted seguro de eso? ¿De verdad? ¿No debería revisar su concepción de lo que es, o debe ser, un ministro de su iglesia? O a lo mejor es que en verdad ese ministerio es así, un dispensador de mamporros, insultos y disparates. Un llamado a la violencia, la división, la ofensa y la pelea sangrienta entre hermanos. La intolerancia que usted denuncia se explica por sí sola leyendo la sarta de insultos que usted mismo hace desfilar en su “carta”.

Mire, mi buen amigo párroco, en la escuela hoy se enseña a los niños y niñas a convivir en paz unos con otros, se les enseña a solucionar sus diferencias de sexo, raza e incluso de creencias por muy diferentes y estrafalarias que éstas sean. Se les enseñan los rudimentos básicos de la vida, la amistad, la generosidad, el respeto por las reglas, la familia. Nada de eso se vislumbra, ni por asomo, en su pretendida homilía virtual. Le aconsejo señor pastor que antes de subir al púlpito se sacuda usted los ropajes no sea que vayan cargados de desechos y en vez de repartir caridad esté usted repartiendo algo de estiércol sobre la concurrencia. Sería un error de bulto, ciertamente.

Por otra parte me gustaría decirle que los tiempos han cambiado mucho en los últimos años y las ovejas, tanto las churras como las merinas de todos los rebaños, ya no están dispuestas a dejarse seducir por los silbos de pretendidos pastores, usted sería un buen ejemplo de ello, maleducados, enajenados, encabronados (disculpe si esto suena demasiado fuerte o irrespetuoso, le remito al encabezamiento de su propia carta) y totalmente fuera de sus casillas. Quizá la visita a un médico psiquiatra no le viniese mal del todo para su salud, me atrevo a aconsejarle esta receta y lo hago, de verdad, muy en serio.

Afectuosamente.

José Luis Macías.
(Maestro)

Don José Luis Macías, como antiguo alumno del colegio de Cañaveral de León, y vecino de dicho pueblo, me descubro la cabeza ante usted, reciba mi mas cordial abrazo.

Hola: por un azar he leído su "Respuesta a la carta abierta..." y me han gustado su tono y su modo de razonar. Comulgo bastante con su actitud ante estos brotes de formas extremas de clericalismo; es más, soy un anticlerical convencido. Pero, lo primero, me gustaría saber si en esos tres pueblos está incluido Hinojales, lo que significaría que se trata del párroco de Hinojales, sobre el cual en el foro de este pueblo, del que procedo, hay una casi permanente discusión. Y, lo segundo y en busca de la debida información, ¿me sería posible acceder al texto redactado por el citado cura? Al menos en el foro de Hinojales no lo he visto. Pero desde luego en este foro su respuesta sí ha tenido ya cierto eco.
Agradecido de antemano, lo saluda M. Brioso.

La carta del Sr. cura sí que está en el foro de Hinojales. El título de la conversación donde se encuentra es el mismo que el de aquí de Cañaveral: RESPUESTA A LA CARTA ABIERTA... Y la fecha en que se puso dicha carta en aquel foro es la de 28-07-10. Puede usted leerla tranquilamente, con una breve introducción de quien la colgó allí.

Saludos.

Muchas gracias: mi confusión comienza porque en Hinojales parece haber dos foros, uno el de Foro-ciudad.com y otro propio del municipio y al que soy adicto. O al menos la apariencia de ambos es muy distinta. Ya leí el sermón urbi et orbi del párroco, vi sus erroresby su mala uva cavernaria. Hoy desdichadamente es corriente ese tipo de cura en pie de guerra. Pero habrá que seguir en la brecha. Un saludo de M. Brioso.

Ahora lo tengo todo más claro: el Sr. Cerero es párroco también de Hinojales, lo que era una duda que yo tenía. Y entiendo también que sea en este pueblo objeto continuo de polémicas. M. Brioso.