Discurso de Joseph Goebbels El 18 de febrero de 1943, Joseph Goebbels pronunció su discurso más largo y más famoso de la historia del Nacionalsocialismo. El escenario fue el Palacio de los Deportes en Berlín, ante una seleccionada audiencia cuidadosamente elegida para darle el marco necesario para obtener los resultados esperados por el Ministro de Propaganda del Reich. En esos momentos, Alemania pasaba por una etapa crítica después de la derrota del 6to Ejército en Stalingrado y la seriedad de la situación ya era evidente para todos los ciudadanos alemanes <--> —"¿Quieren ustedes la guerra total? " (Clamor: "Sí, sí, sí" - Aplausos) —"Si fuera necesario, ¿quieren ustedes una guerra más total y más radical que lo que hoy no podríamos ni siquiera imaginar?" (Clamor: "Sí" Aplausos) —"Los ingleses afirman que el pueblo alemán ha perdido la fe en el Führer. " (Clamor: "¡Guerra, guerra, guerra!") (La muchedumbre se levanta como un solo hombre. Demuestra un entusiasmo sin precedentes. Una ola con un sólo clamor de "¡Sieg Heil!" fluye por el recinto. Como si fuera una orden, las banderas y los estandartes ondean en lo alto como la más grande explosión de un momento en que la muchedumbre honra el Führer.) Miles de voces se unen y gritan: "¡Führer ordena, te seguiremos!" —"Yo les pregunto: ..." Siguen los gritos: ¡Führer ordena, te seguiremos!" —"Yo les pregunto: ¿Es la confianza de ustedes en el Führer más grande, más fiel e inquebrantable que nunca. Están ustedes completa y absolutamente listos para seguirlo donde quiera que él vaya y hacer todo lo que sea necesario para llevar la guerra a un victorioso final? " (Aplausos) —"El Führer ha ordenado y nosotros le obedeceremos. En esta gran hora de contemplación y reflexión nacional, nosotros creemos en la firme e inquebrantable victoria final. La vemos ante nosotros, la vemos y sólo tenemos que tocarla. Debemos estar resueltos a subordinar todo ante ella. Esa es la obligación de todos en esta hora crucial. Hagamos que nuestra consigna sea: ¡Pueblo levántate y haz que la tormenta se desate!" (Las palabras finales del Ministro de Propaganda se perdieron en el estruendo de aplausos y clamores interminables) |