Cabezas Rubias - Huelva

En estos momentos de diversidad, podemos tener un especial interés a las continuas alusiones entre árabes y andaluces.
Lo radical fue la marcha de Boabdil de Granada, en una época en que Andalucía era la zona más bella del mundo, llena de esplendor y riqueza sin fecha de caducidad por su prosperidad constante. Andalucía fue un lugar sagrado para todo su pueblo. Ahora sigue siéndolo pese a todos los avatares del destino, del tiempo transcurrido, el tiempo por venir, y la mala política de todos los gobernantes del mundo.
¿Quién de ellos se puede salvar?...

El árabe es un pueblo que te saluda con – un Dios os guarde –, Y se responde con – si Dios quiere – De esta sencilla manera se establece algo llamado confianza.
Antes y ahora.

El mundo árabe fue feliz en el Al-Andalus, con la poesía, con los lugares que alumbraron y hoy siguen maravillado a todo el mundo.

Los antiguos moradores de Al-Andalus fueron bilingües y constantes, para aprender ciencias y literatura. Tuvieron la agudeza suficiente para emplear indistintamente el árabe y el idioma castellano. Algo os debe sonar sobre este tema en polémica constante. Cuando se discute la enseñanza de los idiomas, y se prima por parte de los políticos los enfrentamientos de los pobres, que no de ellos. Cuando es evidente que saber dos o tres idiomas es mucho mejor que uno solo.

Por supuesto poco sabían de términos raciales. Siempre habían creído en la vida en los lugares que amaban. Al- Andalus.
Trajeron almacenes llenos de trigo.
Y fueron felices.
Y poderosos con parte de lo que he mencionado.

Los castellanos llenaron los mismos graneros de pólvora para matar. Para hacer su clase dirigente que hoy aún perdura. Con cargos y favores de todo tipo.
Todos conocemos que nuestro escaso dinero es hoy administrado con impuestos, con la incomprensión de saber que su destino final no será el más afortunado, y no alcanza para curar los males que tenemos en el alma, porque sabemos que tenemos escasez de los aromas de Andalucía al ser emigrantes... porque no había un sitio para nosotros en nuestra propia casa... y no podemos hacer nada.

Esta Andalucía con sus mezquitas. Y también con las sinagogas judías, llego a ser el centro del mundo. Hoy todo es irreal por burdas conjeturas a través de manipulaciones y relatos de los vencedores que solo han podido decir las viejas historias de que los malos eran los demás.
¿Porqué los Reyes, la Iglesia cambió el mundo?...
Los pobres y los perdedores jamás hemos podido escribir nuestra propia historia, era todo para los gloriosos vencedores de haciendas y vidas.

Hoy tenemos menos sabiduría, ante la prioridad del dinero frente a la cultura.
Se ponen leyes para la convivencia, para todos nosotros. Se cierran las bibliotecas a una hora temprana en lugar de los bares. Se no hace dar todos nuestros conocimientos por el vil metal. Escaso como nuestras propias vidas, y llega como nuestra propia muerte.
Es inevitable que nos ha llegado la pobreza a todos, llamada crisis. ¿De que crisis nos hablan? Porqué nos matan lentamente, y no son capaces de quitarnos de encima su miedo. ¿Porqué la misma clase que nos domina y que nos ha llevado a donde estamos debe ser capaz de sacarnos de este atolladero, de tanta miseria? ...
Eternas duda para que el que nada sabe, para el que se tuvo que ir de Andalucía, a una edad muy temprana. Para vivir amando a una tierra, para llorar cada día con lágrimas que podrían formar ríos ante la aridez de mi propia situación.

Morir por Granada. Morir por El-Andalus. Morir sin más.
Cualquier pueblo se acomoda en sus obras actuales, en las incomprensiones hacia sus hijos: Políticas, económicas y culturales.
El pueblo árabe tuvo una manera de entender la vida y pudo gozar hasta la muerte de lo que tuvo. Andalucía.

Nos dejaron las atalayas donde ver los paisajes de cada pueblo donde estuvieron
Rumbos nuevos que no hemos sabido coger.
Y los sueños que ellos soñaban.
Hasta el agua que nada espera,
brota esperando alguna sed.

Un abrazo para vosotros en el 2009. Y que todos los sueños que tengamos estén llenos de paz y amor a nuestra tierra... Y que nuestro camino en esta vida no sea tan largo...

Antonio,