Bollullos Par del Condado - Huelva

No cabe duda de la sorpresa electoral -hay quienes hablan de sorpaso- que ha dado PODEMOS. Con 5 eurodiputados y 1.244.605 votos irrumpe como la cuarta fuerza política en el panorama electoral estatal, a tan sólo apenas dos puntos de IU, que ha obtenido 1.561.246, y a quien adelanta en 23 de las 40 mayores ciudades del Estado. Además, en las comunidades de Madrid, Aragón, Cantabria, Baleares y Asturies se ha colocado como la tercera fuerza.CABECERA

Durante los últimos años y con el pretexto de la crisis financiera estallada en 2008, Europa, y en mayor grado los países del Sur o PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia y España), se ha visto sometidos a un conjunto de medidas de “reforma” que han llevado a cabo un acelerado desmantelamiento de la mayor parte de las políticas públicas que garantizaban unos derechos sociales mínimos. La línea política dictada e impuesta por la Troika (BCE, FMI y Comisión Europea) no sólo ha provocado un empeoramiento generalizado de las condiciones de vida, sino que esas condiciones de las que veníamos no parece que vayan a retornar. Más bien, se ha instaurado, para quedarse, un nuevo marco social: trabajar más para ganar menos; un paro estructural como antes nunca se ha vivido y para cuya salida se alza la precariedad como forma de status laboral ya normalizado, que ni tan siquiera permite salir del estado de necesidad; alargamiento de la edad de jubilación; reducción de las pensiones; privatización de la sanidad y educación y un largo etcétera. Esa Europa, que surgió para los mercados y que se desarrolló bajo la apariencia de una Europa de los ciudadanos, de los derechos y el progreso, ha entrado en un colapso, y estas pasadas elecciones al Parlamento Europeo significaban una primera evaluación a las políticas gestadas contra las mayorías sociales que están padeciendo terroríficamente una crisis que han generado aquéllos que hoy se están beneficiando de esta situación.

El resultado en Europa refleja el aumento de la deslegitimación -que no derrota- de aquellas formaciones políticas que han estado al frente de estas medidas. Ante tiempos duros de crisis económica galopante y de ataques neoliberales salvajes no caben medias tintas: la búsqueda del consenso con el capitalismo se ha demostrado fallida para la mayoría, para quienes salimos perdiendo una y otra vez. Allí donde las capas populares han perdido todo referente político y donde las alternativas desde la izquierda no parecen dar respuesta a las demandas reales, ese descontento ha abierto una brecha que ha capitalizado la ultraderecha con un discurso populista, xenófobo y beligerante contra la UE, desde el Frente Nacional francés o el UKIP inglés. Otra fuerza que se ha visto beneficiada de esa desafección política es Amanecer Dorado en Grecia, país donde las contradicciones más se expresan y cuya condición de “eslabón más débil” anticipa el escenario de una situación de polarización. Sin embargo, donde las luchas sociales más se han desarrollado, este malestar se ha expresado a través de opciones desde una izquierda de ruptura con las políticas de la Troika. Así, la franja mediterránea se colorea de otro tono con Siryza a la cabeza en Grecia con un 26.7% de los votos. Lo sucedido en el Estado español con PODEMOS creemos que obedece a un fenómeno similar.

Si echamos la vista atrás y abrimos el zoom para comprender algo más que unos datos numéricos, vemos que todo cambió el 15M de 2011. Quienes pensaban que el 15M había fracasado no entendieron que las Mareas (verde, blanca, negra,…) eran la consecuencia directa de otras prácticas políticas y sindicales, en definitiva de otras prácticas verdaderamente democráticas que expresaron el mismo espíritu. Igualmente, quien no entienda que PODEMOS es otra manifestación de esa misma indignación (una expresión que no puede identificarse con el 15M, pero que no se entiende sin él), pensará que se trata de una fuerza más que irrumpe temporalmente para darle un tirón de orejas a los grandes y menear a IU. Con PODEMOS no hemos despertado al monstruo, éste ya despertó hace 3 años. Hoy sólo hemos dado un paso más, el de las instituciones, agudizando la crisis del bipartidismo y del régimen salido de la Transición.

Ante el escenario que se abre no bastará con que el PSOE se desembaraze de los Rubalcabas y Cía (que por cierto no se ha ido, lo hemos echado) o que IU acepte una operación cosmética de reforma. Se imponen cambios profundos en las prácticas políticas porque estamos hartas y porque urge salvar a quienes estamos abajo sosteniendo todo el sistema.

Una opción posible, que es bastante probable que ya suceda a nivel europeo y que las voces más conservadoras del PSOE ponen encima de la mesa, es una alianza PP-PSOE para salvar las naves del bipartidismo.

Las alianzas IU-PSOE han pasado mucha factura a los primeros y la irrupción de PODEMOS tuerce la balanza dentro de IU hacia el otro lado, reforzando las voces críticas. Ahora toca lo más difícil, como dice Santiago Alba Rico el reto es “movilizar la indignación sin vaciarla de contenido, no matar la ilusión con demasiada “política”, hacer política con los círculos y desde ellos”. El objetivo fundamental no es sólo ganar las próximas elecciones, sino construir una fuerza que sea capaz de frenar los ataques de la Troika y revertir los procesos neoliberales, no para volver a la situación anterior, sino para mejorarla definitivamente.

Es evidente lo que expresa este resultado: las ansias de cambio. Este es el potencial de PODEMOS que no sólo ha venido a remover el panorama político, sino a marcar la tendencia de los nuevos tiempos. Aquellos que pensaban que el 15M fracasó se equivocaban, su mayor victoria fue y sigue siendo haber empoderado a los y las de abajo. Porque nadie olvida, aunque lo parezca.

Me parto y me troncho de risa viendo los tejemanejes de los políticos. Ya no saben qué hacer para llevarnos al huerto.

pues yo no me refio de ninguno deellos

Laura Camargo (Rivas-Vaciamadrid, 1974) es doctora en Lingüística y profesora titular interina de la Universitat de les Illes Balears. Habla y escribe en catalán. Anticapitalista y feminista, es miembro fundador del círculo Podem Mallorca que está en la raíz de la conversión de Podemos en la tercera fuerza de Balears, tras "una campaña de 520 euros". Se considera "una más" en la formación.

Matías Vallés –Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Se ve usted de presidenta de Balears?”

En absoluto. Milito desde que soy adolescente, y me he negado a formar parte de listas donde podría haber salido. Me gusta dar clases y no estamos en política para vivir de esto, aunque disfruto con los ataques de la caverna mediática a Podemos.

¿Ha venido a la entrevista en autobús para humillarme?

He venido en Metro, en bicicleta y a pie, pero no me gusta humillar a nadie. Que cada cual haga lo que quiera, si bien yo promovería el transporte público colectivo.

Soy la única persona que conozco que no ha votado a Podemos.

No eres el único que yo conozco. Me gusta que nos dé la enhorabuena mucha gente que no nos ha votado, pero que se alegra de que haya una opción que demuestre que se pueden hacer las cosas de otra manera.

Empecemos por el ‘sex appeal’ de Pablo Iglesias.

Hay muchas mujeres y hombres a las que atrae Pablo, y su fenómeno mediático ha jugado un papel destacado, pero no es la clave. Podemos no es Pablo Iglesias.

¿Les ha votado gente que no les conoce o porque no les conoce?

Al margen de Pablo y del grado de conocimiento del programa, la gente ha votado en contra de un estado de cosas dentro de la política, y a favor de cambiarlo.

Tienen 257 votos en Esporles, explíquese

En Esporles vive mucha gente joven o que se siente así, y que lleva tiempo participando de espacios asamblearios, abiertos y donde se fomenta la transparencia.

Alguno de sus 28 mil votantes debe venir del PP.

Por supuesto, y del PSOE. La gente ya no puede más. La farmacia de Bauzá es la que más recauda y a nadie le parece sospechoso. PP y PSOE nos roban en nuestra casa, son profesionales de la casta.

Reconozca que es más fácil obtener votos contra Bauzá.

Lo reconozco.

Hasta ahora, PP y PSOE habían conseguido encarcelar a todos los líderes emergentes.

Lo intentan, ya han sacado difamaciones como el trending topic de #podemoseseta. El informe de Caritas también era ETA, con nosotros les será imposible.

¿Por qué les llaman frikis, cuando en realidad son un colectivo elitista?

Estamos agradecidos de que nos llame frikis alguien como Arriola, uno de los 267 asesores de Rajoy. Debería preguntarse qué ha hecho su partido para que estos frikis sean la tercera fuerza política.

Ustedes ningunean a los medios de comunicación.

Respondo con una pregunta, ¿cuántas veces nos habéis llamado antes del resultado electoral en Mallorca? IB3 nos sometió a un bloqueo mediático hasta que fuimos la tercera fuerza. Ahora mi teléfono no deja de sonar, el éxito es así.

El éxito trae burocratización, aquí y en Venezuela.

Podemos ha nacido precisamente para demostrar que no tiene por qué ser así, aunque la burocracia sea históricamente uno de los males de la izquierda. Trabajamos en círculos y asambleas, sin aparato ni politburó.

O sea que seremos como Cuba.

Me estoy divirtiendo con el pánico de la derecha a Podemos. Esta reacción demuestra que el miedo está cambiando de bando, aunque todavía no del todo.

Le haría a usted en Més, con voto ocasional al PSOE.

Diagnóstico fallido. Nunca he votado al PSOE, siempre a su izquierda o, más allá de IU, a Izquierda Anticapitalista.

Gracias a Podemos, dejamos el feminismo aparcado un rato.

He venido a hablar de Podemos, pero en Podem Mallorca tenemos una comisión de feminismos. Un montón de compañeras discriminadas hoy por razones de género participan de un movimiento emancipador. Sin planes de choque se ampliará la brecha salarial.

¿Cañete se sentía superior a todas las mujeres, o solo a las del PSOE?

A todas, y seguramente a la mayoría de los hombres. Aquella declaración impactó como un misil en la campaña, pero yo todavía pensaba que el PP caería más. Desprecian a quienes sufren.

¿Han recogido el voto de las camisetas verdes?

Algunos, muy posiblemente, y seguro que no han votado PP, pero tampoco hay que caer en la falacia de que todos los movimientos sociales voten Podemos. Han de tener independencia. La identificación con las camisetas verdes es absurda, ignorante e irresponsable, aunque yo he participado activamente en el movimiento educativo y seguiré haciéndolo.

Y ahora, a derrotar a Més en las autonómicas.

No vamos contra nadie. Nuestro programa no será para derrotar a Més, sino para acabar con el bipartidismo PPSOE y a favor de la gente.

Bien por la Laura esa. Asin se habla. Oleeeeeeeee

Nacho Alvarez | eldiario.es

Esta iniciativa resulta útil para el proceso de refundación de la izquierda y para la conformación de un frente amplio contra las políticas neoliberales de Bruselas.
El movimiento de las placas tectónicas sobre el manto terrestre no siempre es perceptible, pero ahí está: constante, imparable. Sin embargo, cuando los bordes de dos placas colisionan entre sí irrumpe el terremoto. La tectónica política presenta un comportamiento análogo a la dinámica geológica. La aparente calma se quiebra cuando se alcanza un punto de fricción elevado, momento en el que los seísmos políticos tienen lugar. Y eso es precisamente lo que ha sucedido en las últimas elecciones. La placa del bipartidismo ha colisionado frontalmente con la expresión política de la indignación social acumulada durante los últimos años.

Por primera vez desde la Transición los dos grandes partidos del sistema han experimentado un duro castigo. Esta vez es diferente. Por la enorme dimensión del castigo, pero también por el hecho de ser simultáneo. Mientras que en las elecciones europeas de 2009 la suma de los votos de PP y PSOE superó el 80%, en esta ocasión no ha alcanzado el 50%. Asistimos por tanto a una profunda alteración del reparto electoral en nuestro país. Y este no es más que el primero de una serie de asaltos que están por venir, que bien podrían profundizar esta tendencia y –como ha sucedido en Grecia– transformar el mapa del poder político.

Las razones del hundimiento, del que venían avisando ya numerosas encuestas, son de sobra conocidas: los sucesivos gobiernos de PSOE y PP durante estos años de crisis han perpetrado una traición sistemática de sus respectivos programas electorales –es decir, de las expectativas depositadas en ellos por sus votantes–. El pretexto de la traición ha sido el mismo en ambos casos: la aplicación de durísimas medidas de ajuste para socializar los costes de la crisis. Y, para colmo, un ingrediente más se ha añadido a la marmita de la desafección política: incontables e importantísimos casos de corrupción.

Es este contexto el que permite comprender el fuerte ascenso de un voto de castigo íntimamente conectado con la indignación popular y el descontento social. Un voto de castigo que en el caso español, y a diferencia de otras realidades europeas, ha sido fundamentalmente movilizado por la izquierda. Izquierda Unida, con un incremento de un millón de votos desde las últimas europeas, roza el 10% del electorado. Podemos, que irrumpe con 1,2 millones de votos (el 7,9%), es la otra gran beneficiada del seísmo.

La sorprendente entrada de Podemos en el panorama político español abre una ventana de oportunidades y, por qué no, de esperanza. Hace unos meses nos preguntábamos si podríamos convertir la indignación en cambio; hoy constatamos que sí ha sido posible. La ilusión se ha materializado finalmente. Señalábamos entonces que una iniciativa como la liderada por Pablo Iglesias debiera ser juzgada por la dinámica que pudiera llegar a desplegar en términos de ruptura y renovación democrática. Hoy comprobamos que su éxito pone de manifiesto la enorme potencialidad del proyecto.

Tres elementos hacen pensar que esta iniciativa resulta útil para el proceso de refundación de la izquierda y para la conformación de un frente amplio contra las políticas neoliberales de Bruselas.

En primer lugar, Podemos ha logrado actuar como altavoz de propuestas políticas que la movilización social venía poniendo sobre la mesa desde hace tiempo, despreciadas por el PSOE pero necesarias para salir de la crisis y hacerlo además en beneficio de la mayoría social. Los candidatos de Podemos han recorrido el país hablando de la necesidad de romper con las políticas de la Troika y con el diseño actual de la UE, de democratizar las instituciones de Bruselas y el BCE, de reformar el sistema fiscal para hacerlo verdaderamente progresivo, de reconvertir el modelo productivo o de cuestionar el pago de la deuda así como los privilegios de los políticos.

En segundo lugar, y a pesar de nacer como una iniciativa impulsada inicialmente por diversas personalidades, Podemos ha desencadenado a lo largo de la campaña un singular proceso de organización popular "por abajo" en torno a los denominados "círculos", convocando a miles de ciudadanos y activistas a participar en la construcción de una nueva alternativa política.

Por último, Podemos ha removido el mapa político de la izquierda española de la noche a la mañana, contribuyendo a sacudir el inmovilismo presente en las direcciones políticas de las organizaciones tradicionales. Su arrolladora entrada en el panorama político ha evidenciando además que el sorpasso y la alternativa a la izquierda del PSOE también es posible.

Cuando Cayo Lara señaló que IU era la Syriza española –y que no hacía falta por tanto "irse a buscarla fuera" de la coalición– demostró una enorme incomprensión de la realidad política de nuestro país. La izquierda social viene demandando desde hace años, y cada vez de forma más acuciante, una herramienta que fuese capaz de agitar la situación actual y desencadenar un proceso de cambio. Algo nuevo que rompiese con los cálculos cortoplacistas y las lógicas internas de las organizaciones existentes, al tiempo que fuese capaz de catalizar la ilusión y representar verdaderamente a los de abajo.

El éxito de Podemos responde en buena medida a dicha demanda, y hace que hoy esté más cercana la posibilidad de avanzar hacia un proceso de refundación de la izquierda en el Estado español, que termine definitivamente con la subalternidad respecto al PSOE e inaugure una representación fiel de los intereses de las clases trabajadoras y populares.

Dicho éxito es además doble, pues se demuestra que el objetivo de partida era posible: no se trataba de restarle votos potenciales a IU, sino de asaltar el espacio político socialista para sacudir la representación que dicho partido ostenta en el seno de la izquierda social. Sirva como ejemplo el caso de Madrid. En esta comunidad la suma de Podemos e IU no sólo supera al PSOE, sino que ambas formaciones estarían en condiciones de disputarle en un breve plazo de tiempo la mayoría al PP.

Conviene no obstante evitar falsas ilusiones. La conformación de una mayoría social y política que empuje una ruptura democrática y abra un proceso constituyente será una tarea larga y sembrada de dificultades. No defraudar las expectativas depositadas va a ser una labor titánica pues los obstáculos son mayúsculos.

Las incertidumbres que se abren en torno a Podemos son además importantes. Es una organización con apenas unos meses de vida, que acaba de adquirir una enorme responsabilidad ante una parte muy importante de la ciudadanía. Sin embargo, la formación carece aún de una estructura definida y son muchos los elementos programáticos y de táctica política que tendrán que irse clarificando en los próximos meses. Organizar un nuevo partido, hacerlo democráticamente –dando acogida a la participación activa de decenas de miles de militantes– y hacerlo en los tiempos que requiere la articulación de una sólida alternativa política para las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales no es un reto precisamente menor.

Podemos ha dado un gran paso. Ha sido capaz de convertir la indignación en cambio político. Lo ha hecho sin hipotecar su programa con los bancos, con poco más de 100.000 euros de presupuesto recogido vía crowdfunding. Pero la mirada está puesta mucho más lejos y el verdadero reto comienza ahora: ir más allá del vuelco electoral y actuar como catalizador de un amplio proceso de transformación que permita romper con el orden neoliberal y con los gobiernos al servicio de las oligarquías económicas y financieras. Hoy empieza todo.

Si el demonio quisiera hablar os diria muerto de risa que lo de la izquierda y la derecha es un engañabobos, porke en esta Humanidad siempre han habido y siempre habrá ricos y pobres. Y cómo no, también el listillo de turno que con su labia y verborrea florida logrará engatusar a muchos. Esto es lo que tenemos. No os dejéis engañar.

Vaya ladrilos.

¿De verdad te crees que alguien se lee esos mensajes tan largos?

Yo no los leo. Hay que ser masoca pa leerlos.

A lo mejon funsiona como somnifero

Eso seguro. O como arma arrojadiza.

Yo ese ladrillo lo usaría pa calzar el coche en una cuesta.

JAJJAJAJAJAAAAAA Teneis muy buen sentido del humor. Me habéis hecho reir.
Gracias.