Ayamonte - Huelva

Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.

La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?

La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.

Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.

Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza.

Nunca desistas de un sueño. Sólo trata de ver las señales que te lleven a él.

Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.

Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas.

El más difícil no es el primer beso sino el último.

La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía.

La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces.

El verdadero amigo es aquel que a pesar de saber como eres te quiere.

Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo contempla.

Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una larga explicación.

Si te caes siete veces, levántate ocho.

Un beso legal nunca vale tanto como un beso robado.

Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida.

El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.

Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.

Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.

No que me hayas mentido, que ya no pueda creerte, eso me aterra.

El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.

Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.

Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla.

Quien bien te quiere te hará llorar.