El estero-marisma Constato, una vez más, que la escombrera del camino que atraviesa el estero y que nace en la confluencia de la Calle de los Ruiseñores con la Calle de las Codornices, Isla Canela, se desarrolla con normalidad. La administración local y autonómica deben sentirse satisfechos por su evolución continua. Hay que reconocer la delicadeza de los caraduras que arrojan sus basuras y ripios pues lo hacen delicadamente al borde del camino y sobre las especies que habitan en ese maravilloso paraje natural y marismeño. Además lo hacen con el total convencimiento de la inoperancia y desinterés de las autoridades, iba a decir competentes, por la protección y defensa del estero, saben que no pasa nada. Tanto es así que ni siquiera se molestan en camuflar sus escombros por lo que perfectamente se puede determinar de qué edificio cercano proceden. Alguien, caradura entre los caraduras, ha arrojado un contenedor casi al borde de la calle de las Codornices. ¡Si es que no pasa nada, hombre¡ Los canallas campando por sus respetos y a las autoridades a lo suyo. ¡A ver si conseguimos cegar la marisma¡ |