¡La magia de la fotografía!. Ilusión y alegría reflejada en los rostros juveniles de esos dos muchachos arochenos de la época, el tiempo se paró en ese momento, casi ayer. Ellos, en su expresión, tienen el secreto de la verdadera fuerza que empuja a la gente, más a unas personas que a otras, a hacer algo diferente, algo especial que les exige esfuerzo pero que les hace felices a ellos y también a los demás.
Eran años difíciles, pocos medios... y allí estaban ellos dos con las mejores armas, las que ningún dinero puede comprar: alegria, juventud, inteligencia y la confianza suficiente en ellos mismos como para dar la cara y convertirse en líderes de su entorno y su generación.
Ellos representaron eso, antes también hubo otros, después ha habido más y los seguirá habiendo. Ha habido muchos avances en todos los campos desde que esa foto se hizo. Pero siempre las cosas positivas se han conseguido gracias a muchachos que en su momento tuvieron una mirada parecida a la de los dos protagonistas de la foto.