Aroche - Huelva

La caida, cada vez más acelerada, del PSOE

A la “afición” le pone más el PP. Da más juego en el ruedo, con sus líos, con sus cainismos desatados, sus puñaladas y sus “correas” engominados. Y ya verán como independientemente de mi propuesta los unos y los otros acaban hablando mayormente y más bien para mal de Rajoy.
Pero es que hoy me gustaría posar la vista en algo que está pasando desapercibido pero que a mi juicio esta apuntando en una dirección sin duda preocupante para el Gobierno y para el PSOE. Porque pudieran tener razón los críticos con la oposición de que esta aunque cada vez consolida más su posición e incremente la tendencia no acaba de despegarse de manera decisiva. Por ejemplo, esos ocho puntos que Leire Pajín consideraría ya imposibles de remontar.

Pero volviendo el foco al PSOE su situación es, en verdad, y bajo cualquier análisis cada vez más inquietante, siendo el primer factor de esa preocupación y tras haber situado casi toda su apuesta en la persona, personalidad y personaje de Zapatero , el deterioro creciente y galopante de su imagen. Los españoles no confían en el y cada vez lo hacen menos. Señalaba un periódico que solo uno de cada tres compatriotas consideraba que Rajoy actuaría contra la crisis mejor que Zapatero. Bajo nivel, sin duda. Pero resulta que aún era menos el número de los que creían que ZP lo haría mejor que Mariano: tan sólo un 28%.

Dejemos sin embargo tales comparaciones, por lo general negativas con el líder del PP y vayamos en seco y en crudo a lo que afecta al PSOE: ha perdido en menos de dos años 7 puntos en intención de voto. Ha visto como muchos de sus electores han decidido cambiar el voto o quedarse en su casa. Ha comprobado como todos y cada uno de sus ministros son calificados con suspenso, a veces con notas ya bochornosas de poco más de un 3 sobre 10. Y comprueba además que lo poco que parece perder su rival en sus feudos, casos de Madrid o Valencia, no sólo no lo aprovechan ( las ganancias van a UpyD e IU) sino que ellos también pierden cuota.

La propaganda, su gran especialidad, se les vuelve en contra. Su apuesta futurible y mediática, Carmen Chacón hace ya más que desdibujarse. Se está derrumbando. Otras ya están directamente hechas escombros: casos de Elena Salgado o de Bibiana Aido cuyos disparates en la reforma de le Ley del Aborto han derivado hacia la creciente oposición, en principio favorable, de la población española. El rechazo alcanza ya un 60%.

Con este panorama las próximas elecciones, Cataluña en 2010 (todo indica un fortísimo ascenso de CiU que les arroje del Gobierno) y las trascendentales municipales y autonómicas de 2011, les pintan cada vez peor. En éstas ultimas, donde a priori tiene muchas papeletas de perder capitales e incluso tienen en riesgo alguna comunidad como Castilla-La Mancha, la esperanza no está siquiera en la recuperación económica que a todos se antoja que para entonces no será real sino en el voto recién aprobado de los inmigrantes para , al menos, limitar daños. Pues quizás, pero mucho ojo. Puede que sí sean proclive la muy numerosa colonia ecuatoriana pero no pasa lo mismo con la venezolana y no digamos con la rumana tradicional en su voto conservador tras su experiencia con Ceauceauscu. El voto musulmán, se habla de un partido islámico en liza, es una incógnita. En cualquier caso no parece que al fin y a la postre decante al final apenas nada.

El PSOE no parece disponer de resortes, más allá del discurso zapateril, de cambio de tendencia. Todo se fía, en el fondo, a que un día escampe y la crisis quede atrás. Pero es cada vez más creciente la impresión que los que se pueden quedar son ellos. El PSOE es quien gobierna España y si España soporta la peor crisis y el más galopante paro nada más lógico, que más allá de las ansias de la afición a los revolcones del PP, quien esté en crisis sea el PSOE. Muchos menos escenificada y sin garrotazos fratricidas por todas las esquinas pero en una situación cada vez más complicada. Y eso es lo que tozudamente señalan cada día las encuestas. Aunque nadie quiera leerlas.

P.D Un dato. Hacía muchísimo que en intención directa de voto, sin cocina, el PP adelantara al PSOE. Era siempre al revés, incluso cuando luego ganara el PP.

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