Aroche - Huelva

Hoy se cumplen dos años de la marcha de nuestro amigo Quiko. Se marchó del foro y de este mundo pero no de mi corazón, donde supo encontrar un lugar especial allí donde guardo los tesoros que voy encontrando en la vida.
Los dos nos prometimos contarnos una historia, hoy quiero cumplir en cierto modo esa promesa y dejar aquí en su foro, para él, al menos el comienzo de aquella historia que prometí contarle.
Mi más respetuoso recuerdo para el marino que se fue buscando el canto de las sirenas.

MIRIAM Y EL MAESTRO

Ella tiene una prenda de él que se la entregó la última vez que se vieron. La toma entre sus manos, la aprieta, la besa, la huele, tiene su olor impregnado, huele a él, a resina y sudor.
Se le aparece en sueños vestido de blanco, la toma entre sus brazos y la besa, la consuela. Hacen el amor en sus sueños.
Él se acerca mucho a ella cuando le explica la doctrina, a veces incluso se tocan y ella percibe el olor a resina que emana de su cuerpo. Al principio, ese olor acre le desagradaba pero ahora le despierta los sentidos porque es su olor, el olor de él, y lo huele siempre porque él está muy cerca cuando le habla, tanto que a veces nota las pulsaciones de su cuerpo y percibe el olor de su pelo largo, negro como sus ojos que la miran y luego se ocultan como avergonzados.
Él es un hombre muy sensible y cariñoso; cuando llega al Templo siempre abraza y besa a los presentes. Ella añora esos abrazos y desea que él vuelva al Templo. Ese contacto efímero alimenta su deseo.
No sabe qué ocurrirá cuando se vean de nuevo, hace mucho que no tiene noticias suyas y le echa de menos, no puede olvidarse de él, de su olor; y ni siquiera sabe lo que él siente por ella, no sabe si pensará en ella alguna vez porque aunque su lenguaje corporal le ha mandado señales, él, conscientemente no le ha dado ninguna.

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Se han vuelto a ver, pero no puede recordar sus ojos ni su pelo, no los ha visto, no ha visto nada, sólo ha sentido un torbellino de emociones que la han sacado de la realidad. Sólo ha sentido su olor y su piel fresca y suave bajo sus labios. Había mucha gente en el Templo y apenas ha podido estar con él; unos reclamaban la atención de él y otros la de ella y los han separado.
Ha sido un abrazo cálido y efímero, como siempre, pero suficiente para sentir su calor y tocar su cuerpo. Y sobre todo su olor……….su olor.
Cuando el tumulto ha terminado él ya había desaparecido. Ella se ha quedado cuidando del Templo. Cuidando de que todo esté preparado para cuando él vuelva a predicar; soñando con ser su oración.
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!Como pasa el tiempo, Picassa!. No creía yo que eran dos años los que en este foro dejó de escribir Quiko, el marino que falleció y que tanta química tuvo contigo;tus paseos por la orilla del mar te hicieron mandar mas de un mensaje hacia el lugar donde se encontrase.
También yo quiero tener un recuerdo para él, pues fue un seguidor frecuente en este foro.
Muy bonito tu relato, como siempre.

Feliz Año 2013.

Saludos Foreros.

Dos años desde que aquel marino partiera mar adentro, siguiendo la luz de ese faro que se encuentra en algún lugar de las estrellas.
Tu barco surcó los mares guiado con gran maestría, igual que tu pluma llenó de hermosas historias este foro. La princesa Brigantia encontró en ti, un gran apoyo coronado por tu amistad.
Querido Quiko tu ausencia dejó un gran vacío en el foro pero no en nuestros pensamiento, Desde mi valle de Al Musa veo un faro en el cielo brillar y un barco que se acerca guiado por un marino que escribe poesías a la bella princesa Brigantia

Al Musa

Borrado por su Autor.

Gracias Silvestre, tu poema dedicado a este amigo me ha emocionado, lo guardaré en mi corazón, en el lugar donde guardo su recuerdo.

Gracias a todos por recordarle.

yo tambien quiero dejar, mi recoerdo para tan grata persona como fue QUICO, mi cariñoso recuerdo para su persona haya donde este
¡¡¡SIEMPRE NOS ACORDAREMOS DE TI, AUNQUE NO TE CONOCIMOS
ALGUNOS DE LOS QUE TUBIMOS EL PLACER DE INTERCAMBIAR, COMENTARIOS CONTIGO......RAFI

RECORDANDO A QUICO EL GRAN MARINERO
El último camino.
Imagenes pintadas en el marco del tiempo
coloreadas con el pincel de la noche,
infinitos paisajes de las mentes sin memoria
horizontes perdidos en playas de la Historia.
¡Deja que me embriague de primavera!,
que el invierno no abra surcos en el alma
vivir, en la dorada hoja del otoño,
volar con el viento a tierras muy lejanas.
posarme en los helados mares del ártico,
viajar con las cigüeñas y gaviotas,
Refugiarme en una isla agreste y silenciosa,
lavar el polvo de tan largo viaje.
Bañarme en los mares meridionales,
jugar en la cresta de una ola,
dormir en la gruta de una roca, soñando abrir las puertas
de otros mundos, desafiar el ardiente cráte de un volcán
fundirme en el vértice del hemisferio norte.
Remontar los anillos espaciales uno a uno,
hasta llegar al zodiaco, hundirme en la Constelación
para decirle: He sido feliz al vivir bajo el amparo de tu signo
he cumplido con todos sus designios.
Después entrar montado en un Pegaso al gran Circulo
en penumbras dibujando con un libro en blanco en la cabeza
para escribir la Eternidad desconocida,
desde la Alborada hasta el sangrante Ocaso.

Maestro Kiko como tú solias firmal siempre estaras en nuestro pensamiento.

Borrado por su Autor.

Hermoso tu poema al recuerdo de Quiko pero he de decirte que sí me contestó, era un caballero y nunca dejaba a una dama sin respuesta y la suya me llegó desde más allá de la muerte misma, entre los dedos del viento del sur al que él amaba, arrastrada hacía la orilla por caballos de blanca espuma y luna de plata. "South Winds" me la entregó.

Gracias.