Aracena - Huelva

Otra forma de comenzar a ayudar a Haití sería la de conocer su historia, porque Haití no es un país pobre, es un país empobrecido, yo también he colaborado pero sé perfectamente que mi colaboración no cambiará absolutamente en nada la paupérrima situación en la que se encuentra inmerso ese pueblo.
Nadie recordará que en la invasión de los Estados Unidos, (1915 – 1934), se privatizó el Banco Central haitiano, el cual pasó a ser una sucursal del City Bank, y dicha privatización se produjo porque los americanos le retuvieron el salario al presidente haitiano hasta que no firmara dicha privatización; se les olvidará a los medios recordar que el héroe de la resistencia haitiana a esa invasión: Charlemagne Péralte fue crucificado por los marines, clavándolo en la puerta de una iglesia, no se hablará de Papa Doc Duvalier ni de Bebe Doc Duvalier, ni siquiera mencionarán como al pasar, que en los años 1970, Haití aún gozaba de soberanía alimentaria, sus agricultores producían el 90% de los alimentos que consumía la población, pero el Plan Reagan-Bush, impuesto por Washington, obligó a suprimir los aranceles sobre la importación de arroz, producto básico del cultivo local. El arroz estadounidense, más barato porque estaba subvencionado, inundó el mercado local y arruinó a miles de campesinos que emigraron en masa a la capital, donde el seísmo los ha atrapado...
La única experiencia realmente democrática fue la de Jean- Bertrand Aristide,(1994-1996 y 2001-2004), el mismo a que el gobierno de Clinton, detuvo, esposó y subióle a un avión para enviarlo al exilio, sí, el mismo Clinton que actúa como jefe de las tareas de socorro y reconstrucción de las Naciones Unidas en Haití, desde entonces, de hecho, Haití se halla bajo tutela de la ONU y de un conglomerado de ONG internacionales. El Gobierno de René Préval ha sido sistemáticamente privado de medios de acción. Por eso resulta absurdo reprocharle su inoperancia ante los efectos del seísmo. Hace tiempo que el sector público fue desmantelado y sus principales actividades transferidas, si eran rentables, al sector privado, o a las ONG cuando no lo eran. Antes de convertirse en la “Zona Cero” del planeta, Haití ya era el primer caso de "colonialismo humanitario" y esta tragedia no hará más que reforzar la dependencia.
Por último cabría decir, que los medios ocultaron la información sobre la presencia de 400 médicos cubanos que ya se encontraban en Haití realizando tareas humanitarias en el momento en que se produjo el seísmo y que después de producido el mismo, agregaron a esos 400, más de mil médicos, tampoco dijeron, que el primer avión que llegó con ayuda después del seísmo era venezolano y el segundo que aterrizó 30 minutos después era cubano, y hasta ahora, no les escuchado ni siquiera mencionar, que hasta el momento, la única deuda condonada a Haití, ha sido la de 395 millones de dólares que mantenía Haití con Petrocaribe, deuda condonada por el “dictador” Hugo Rafael Chávez Frías, sí, el mismo que a través de la empresa "Citgo", proporciona calefacción barata a los norteamericanos pobres en invierno.