Alosno - Huelva

Andalucía tu eres madre de
emigrantes....
¡Ay! Andalucía lloraba
cuando tuvieron que marcharse.
Sus razones fueron lejanas,
nunca falta de amores,
ellos recuerdan aquella lejana niñez,
la sombra de la encina
en la que me supo acoger,
mi infatiles juegos y mi inocente
cantar, que era como pajarillo
que de rama en rama va,
él va cantando
por no saber llorar.
Yo lloré algún día
recordando a la encina,
en la que a mi me cobijó,
a mi me llegó una carta
que decía; "la encina ya murió",
su muerte no fue natural,
¡un rayo la mató!.
Pero Andalucía sigue viva,
con muchas encinas mas,
con el verde de la encina,
el verde castañal, con su gracia pajolera,
y el blanco de su cal,
el blanco de sus olas,
cuando el mar empieza a jugar,
blancas son sus salinas,
y su bonito bailar,
de esas mujeres hermosas
con su enaguas remangas,
verde blanca es su bandera
verde y blanco mi cantar,
verdor de sus higueras,
por Alosno al pasar,
blanca son su fachadas,
y blanca es su paz,
¡Viva mi Andalucía valiente!
Que su pena supo enterrar,
que viva sus emigrantes,
prestos a retornar,
a donde dejaron su cuna,
¡Tierra de alegría y Paz!
Hoy volverán con canas,
herencia del emigrar,
ese pelo color blanco,
que en tu bandera está,
y verde en sus retinas...
De en la encina pesar,
donde dio el primer beso
a una muchacha enamora.

El Poeta.

¡Viva Andalucía libre! tierra de amor y de paz.

Dejé por estos lares, que no bares como dice el Topo Alcohólico, esta pequeña estrofa en honor de los emigrantes, hace unos años trabajaba en el Polígono Industrial Nuevo Puerto(Huelva) por allí pasa al Rocio, la Hermandad de los Emigrates, la verdad, que tras esa palabra que encierra penas, también es una hermandad de nombre muy bonito y hermoso.

Un beso.

El Poeta.

Es que llevo unos días en Cartaya y no hay tiempo de escribir, ya mañana me libro de este tema por otra parte siempre agradable.

Por eso yo me recuerdo de
los Pinares de Cartaya,
que yo los he visto llorar,
por una paloma zurita que a ellos
vino a anidar,
una atardecer que la vieron
sangrar, le disparó un cazador
que de sus pichones no tuvo piedad,
bendita seas paloma, tu y tu palomar,
es la casa que dejas a tus pichones,
que no saben volar,
Los Pinares de Cartaya,
¡Yo los he visto llorar!

Yo cuan Halcón Peregrino,
sigo con mi peregrinar,
y me retiro a mi sierra,
a en una roca descansar.

Saludos.
El Poeta.

Entre Rocas y Jarales,
el Chanza va navegando,
desde la sierra corriendo
el andévalo va buscando
va en busca de fandangos,
al llegar a tierra llana
se para a descansar,
a escuchar los fandagos
de Almonaster la Real,
le gustan los de Calañas,
tambien los de San Bartolomé,
los de Santa Bárbara de Casa,
los del Cerro también,
o por Huelva marinera,
¡que río mas flamenco!
que bien va bailando
por la provincia de Huelva,
al compás de los fandangos,
pero como tiene memoria,
en una silla está,
a lado de una guitarra,
pá por Alosno escuchar,
que si no escucha este cante,
se nos va a enfadar,
y desviará su torrente,
desviará su caudal,
ya no irá a Cartaya,
pues le gusta el cantar,
el fandango valiente de Alosno.
¡Superior a los demás!

El Poeta.