Almonte - Huelva

Hacienda embarga fincas municipales valoradas en casi 1,5 millones de euros

El Ayuntamiento almonteño pierde el pleito con el Servicio Tributario por una venta de la empresa pública Emals a la hotelera Bamar. El Consistorio sorteó el pago total del IVA correspondiente a 2.072.000 euros

Carlos López / Almonte | Actualizado 11.05.2011 - 05:01

El Ayuntamiento ha sufrido un nuevo varapalo judicial al desestimarse un recurso de alzada contra el embargo de la Agencia Tributaria de varias fincas municipales por valor de 1.456.167 euros. La Administración local pierde así un penúltimo envite al decretar el Tribunal Económico Administrativo Central que se prosiga los cauces legales para cobrarse la deuda de la empresa municipal de Almonte Territorio Sostenible (EMALS), mediante el cual se embargaron hasta siete parcelas municipales emplazadas en el sector D correspondientes a la etapa de la 2ª fase de Matalascañas.

A pesar de este nuevo auto, el equipo de gobierno socialista ha emplazado a sus letrados a seguir litigando e interponer un recurso Contencioso Administrativo ante la Audiencia Nacional. Todo ello después de desestimarse una primera resolución, con fecha de 23 de abril de 2009, del Tribunal Económico Administrativo de Andalucía y una segunda contra el recurso de Alzada del Tribunal Económico Administrativo Central en Madrid, esta última fechada a 23 de marzo de 2011.

La raíz de estos problemas se inicia cuando Emals vende a la empresa hotelera Bamar una parcela de 38.000 m2 de uso hotelero por valor de 2.072.000 euros, pagaderos en pagos fraccionados de 300.000. En la contabilidad de la empresa el Ayuntamiento trató de sortear el pago total del IVA con el propósito de devengarlo en los sucesivos ejercicios en los que se negoció el abono de la parcela.

El quid de la cuestión es que el Impuesto de Valor Añadido debe contabilizarse y hacerse efectivo cuando se suscribe el contrato de compraventa, nunca de manera fraccionada.

Esta praxis contable llevó aparejada el pago del IVA más la consiguiente multa, no sin antes mediar un largo litigio que acabó con Hacienda llevándose el gato al agua. Lo que condenó a Emals a la quiebra fue el hecho de que tuviese que abonar el 35% de aquellos 2.072.000 euros en concepto de impuesto de sociedades, cuando la intención municipal era tributar únicamente por el 1% de dicha cantidad.

La razón de esta disparidad de criterios radica en el hecho de que la empresa municipal pretendiese contabilizar la venta como ingresos de explotación, si bien la propia Hacienda y la Justicia concluyeron que se trataba de ingresos extraordinarios, en última instancia ajenos a la naturaleza empresarial.

No fue el único error que condenó a la quiebra al ente municipal. En la sesión plenaria del 7 de abril el propio portavoz socialista, José Villa, recordó que tras la venta, Emals adquirió "una parcela en el Sector D de Matalascañas con un aprovechamiento para bloques de viviendas"; es decir, abonándose a precio urbano para, posteriormente en su planeamiento, optar por catalogar los terrenos como zona verde.

La medida provocó una depreciación de sus activos cercana a los dos millones de euros, de modo que cuando los Servicios Tributarios reclamaron esa cuantía, la empresa no disponía de fondos.

Las empresas municipales no atraviesan un buen momento e incluso la adquisición de empresa privadas como Exclusivas Doñana por 7,5 millones de euros, gestora del Campo de Golf Dunas de Doñana, representan un enorme lastre económico que amenaza con dinamitar los recursos municipales.

Independientemente de los posibles beneficios sociales o estratégicos de esta adquisición, la realidad es que el primer ejercicio de explotación en manos públicas arroja pérdidas de 444.672 euros.

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