Almonaster la Real - Huelva

En el foro de Playa del Azufre hay un rincón de poesía- de autores conocidos y desconocidos -para todos los que amamos tan hermosa forma de comunicarse el amor y las cosas de la vida.
Ésta es un muestra de lo que he he encontrado allí:


Del montón

Soy la que soy,
casualidad inconcebible
como todas las casualidades.
Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos personal.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudido por el viento.
Alguien mucho menos feliz
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.
Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.
¿Y si despertara miedo en la gente,
o solo asco,
o sólo compasión?
¿Y si hubiera nacido no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
El destino hasta ahora ,
ha sido benévolo conmigo.
Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.
Pude haber sido yo misma, pero sin que me sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien totalmente diferente.

W.S





El Lagarto del Pantano.

De los cuatro muleros
que van al agua,
el de la mula torda,
mamita mía,
me roba el alma.

De los cuatro muleros
que van al río,
el de la mula torda,
mamita mía,
es mi marido.

De los cuatro muleros
que van al campo,
el de la mula torda,
mamita mía,
y el sombrero ancho.

(Garcia Lorca)

Desde Playa del Azufre (Tenerife)


Pudiera ser

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
No fuera más que aquello que nunca pudo ser,
No fuera más que algo vedado y reprimido
De familia en familia, de mujer en mujer.

Dicen que en los solares de mi gente,
medido estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
De mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...

A veces en mi madre apuntaron antojos
De liberarse, pero se le subió a los ojos
Una honda amargura, y en la sombra lloró.

Y todo eso mordiente, vencido, mutilado,
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo

Irremediablemente (1919)

Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañia
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

.....
¡Ay querencia,dolencia y apetencia!

En buena hora conocí a personas de ideales socialistas que se fueron por la cloacas de Suresnes. Había un socialista que decía que los políticos deberían tener los bolsillos de cristal.
Puedes pensar que yo soy un socialista o un social-demócrata, pero te diré que no soy ni una cosa ni la otra, ni la otra, ni otras tantas más...
Saludos, ayme. Y Felices Fiestas.

7122 = ¡Que fijación! ¡Que trabajo! ¡¡Qué mareo!

El ciego mar

no veo
me transplanto
la boca de una flor
es un volcán hembra
horario y minutero
desfilan tierra adentro
pero yo me hallo en el mar

no veo
bebo
un cielo de revés
un torbellino blanco
estalla entre mis huesos

no veo
sino brazos transparentes
el color apenas mima su crepúsculo

no veo
sino el mar
yo soy el mar

Tú, Señor, por quien todos
vemos,y que ves las almas,
dinos, si todos un dia
hemos de verte la cara.

(Antonio Machado)

Acabo de encontrar este poema en un libro: Guerra de España- de la editorial sevillana Point de Lunettes- Es de Juan Ramón Jimenez, en edición de Angel Crespo y ampliación de Soledad González

POR FIN, DE QUIEN ES EL POEMA DE MACHADO O DE J.R.JIMENEZ

(IRIS DE LA NOCHE)

A D. Ramón del Valle-Inclán.


Hacia Madrid, una noche,
va el tren por el Guadarrama.
En el cielo, el arco iris
que hacen la luna y el agua.
¡Oh luna de abril, serena,
que empuja las nubes blancas!

La madre lleva a su niño,
dormido, sobre la falda.
Duerme el niño y, todavía,
ve el campo verde que pasa,
y arbolillos soleados,
y mariposas doradas.

La madre, ceño sombrío
entre un ayer y un mañana,
ve unas ascuas mortecinas
y una hornilla con arañas.

Hay un trágico viajero,
que debe ver cosas raras,
y habla solo y, cuando mira,
nos borra con la mirada.

Yo pienso en campos de nieve
y en pinos de otras montañas.

Y tú, Señor, por quien todos
vemos y que ves las almas,
dinos si todos, un día,
hemos de verte la cara.


ANTONIO MACHADO

¡Qué hermosa es la poesía!
Los poetas saben que cuando imprimen un libro deja de pertenecerles para pasar a ser propiedad de todos.
¿Qué no se puede expresar en una poesía?

Saludos desde el pantano.
El Lagarto.

¡Hombre, Lagarto! ¡Otra vez te encuentro! ¡Parece que voy corriendo tras de ti! Los reptiles andamos sueltos. Un saludo del Culebra.

7356>> De Antonio Machado, que se lo mando a Juan Ramón Jimenez ó por lo menos eso es lo que he entendido en el libro.

I
Al atardecer refresca el día...
Bebe el calor de mi mano,
mi mano tiene la misma sangre de la primavera.
Toma mi mano, mi blanco brazo,
toma el ansia de mis menudos hombros...
Qué maravilloso sería sentir
en una noche, en una noche como ésta,
el peso de tu cabeza sobre mi pecho.

¿Sabes a quién pertenece este poema y continuarlo?

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo a cada herida.
Porqué soy como el árbol talado,que retoño:
porque aún tengo la vida.
(Miguel Hernandez)

AL ATARDECER REFRESCA EL DIA

II
Arrojaste la rosa roja de tu amor
en mi blanco seno-
Entre mis febriles manos aferro
la rosa roja de tu amor que pronto se marchita...
Oh tú, Emperador de gélidos ojos.
acepto la corona que me tiendes,
la que me dobla la cabeza hacia el corazón...


(CONTINUAD)

El resplandor del sol en los minutos
del gris del agua sobre el gouache del gres,
el césped de corales diminutos
que puntean las puntas de sus pies;

el placer de los vicios absolutos,
el maquillado estambre, el cascabel
de sus tacones, los ojos resolutos
disueltos en vidrieras de bisel;

las dunas de su cuerpo y esas manos
que la luz difumina en el papel
de este poema dicen que eran vanos
ese oro, esa túnica, esa piel.