Villanueva de la Torre - Guadalajara

Según el periódico el mundo, una menor de 13 años se ha suicidado en Palma tirándoselo de un quinto piso. Parece ser que sufría acoso escolar. Fuere como fuere, quiero volcar mi reflexión sobre el acoso escolar.
El acoso escolar no me escandaliza. Me da asco! Y me da asco también el enfoque que le da esta sociedad tan hipócrita en la que vivo... Hay tantas cosas evitables.
Pero para evitar estas situaciones tan dramáticas, injustas e incomprensibles tendría que imponerse, que no triunfar, el sentido común, la honestidad y la valentía.
Sentido común porque a la escuela se va a aprender y la educación se da en casa. En la escuela se ponen en práctica los valores que nos aporta la familia.
Honestidad porque por mil y una campañas que se impartan en los centros escolares... ¡Seamos honestos! No podemos educar a un tío de 30 años que como padre se convierte en el modelo a seguir por su hijo. Honestidad porque acosador son todos menos la víctima: el que acosa, los que le siguen y los que callan. Y estas tres actitudes se aprenden en casa.
Valentía porque hace falta y mucha para poner el dedo en la herida y autoanalizarnos respecto a quė valores les estamos dando a nuestros hijos. Valentía porque no deberían ser denunciados los menores sino sus padres que son los únicos responsables del monstruo que han criado. Sin olvidar que en el grupo padres entran de todos los colores, calaña y nivel socioeconómico y cultural. Si las escuelas tuvieran potestad, mediante mecanismos "vigilados", para llamar a los padres de estos chavales y decirles: " llevense a su hijo a casa. Cuando lo hayan educado nos los vuelven a traer."... Quizás me equivoque, pero creo que el acoso escolar descendería.
Y un último detalle: el acosador es más débil que su víctima, necesita el reconocimiento de los "de fuera" porque en su casa no lo tiene. ¡Ay, de tal palo tal astilla!