La belleza está en el interior. Aparentemente es una zona de páramos pero hay mucha vida. Donde el páramo se rompe hay cereal. Las mejores setas, y uno de los mejores pueblos que he conocido a nivel de niña que acude a su agrupación escolar. ¡Quien diría viendo esta foto que hay un parque "La Alameda" con columpios! . ¿Y eso que? Pues que había columpios cuando en ningún pueblo de los alrededores sabía lo que era un columpio. Y salías del patio de tu colegio y te columpiabas cuando estaba libre y si no esperabas tu turno. Y si llegaba la hora de entrar y no te habías columpiado, al día siguiente andabas más lista y lo conseguías. Nadie te impedía nada. Pero con la puerta abierta del colegio no te ibas mas allá del parque de la Alameda y pocas veces llegábamos al frontón.
Otra singularidad, un frontón es una veta que todos estos pueblos comparten con la Comunidad de Aragón pues siempre recibieron esa noble influencia.