Loranca de Tajuña - Guadalajara

El Equipo de Atención Primaria del C.S. Chiloeches, con el objetivo de ampliar la cobertura en la educación para la salud, vamos a iniciar una campaña informativa a través de este foro que esperamos sea de interés para todos los usuarios.


SINDROME POSTVACACIONAL.


En los últimos años estamos asistiendo a un fenómeno nuevo relacionado con el final de las vacaciones, es el ya conocido como síndrome postvacacional, estrés o depresión postvacacional.
A consecuencia de ello, empieza a resultar habitual en los primeros días de septiembre, encontrarnos en los centros de salud con personas aquejadas de molestias tanto físicas como psíquicas, que les dificultan su actividad diaria.

¿ Realidad o ficción?

No existe consenso en la sociedad científica sobre su definición o su existencia real. No está aceptado como enfermedad en las principales clasificaciones internacionales. Hasta hace unos años era totalmente desconocida su existencia, lo cual no quiere decir que hubiera personas que lo padecieran. El hecho de que se haya generado en los últimos tiempos, le hace que parezca que es fruto de la vida moderna, siendo su posible origen el estilo de vida actual.


¿Qué síntomas produce?

La readaptación a la vida laboral después de las vacaciones incluye cambios de horario, de obligaciones y de estilo de vida en su conjunto. Todo ello conforma un proceso normal de adaptación, que en algunos casos fracasa generando molestias psicológicas y/o físicas.

Síntomas físicos: Cansancio, fatiga, falta de apetito, somnolencia, falta de concentración, taquicardia, dolores musculares, molestias en el estómago, sensación de falta de aire, insomnio.
Síntomas psíquicos: Falta de interés, irritabilidad, nerviosismo, inquietud, tristeza, ideas de ruina, indiferencia.

¿A quienes afecta con más frecuencia?

Personas jóvenes, menores de 45 años.
Personas que realizan una ruptura brusca del ritmo vacacional, y proceden a una incorporación al trabajo sin transición alguna.
Individuos que idealizan el periodo vacacional como la culminación de su bienestar personal.
Personas que presentan de forma habitual malestar o disconfort con su trabajo y en la actividad laboral cotidiana.
Personas con síndrome de bournout, que tienen problemas de agotamiento o desencanto con el trabajo que realizan.
En ocasiones puede aparecer en los niños por la vuelta al colegio, después de las largas vacaciones del verano.



¿Cómo prevenirlo?

1. Programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada.

2. No volver de las vacaciones justo el día anterior a la vuelta al trabajo, sino que es recomendable volver un par de días antes, para prepararnos física y mentalmente para el retorno a la actividad laboral.

3. Evitar tener la sensación de que las vacaciones son un estado absolutamente opuesto al periodo de trabajo, y por tanto uno de placer y el otro de malestar y sufrimiento.

4. Intentar regular los horarios y el reloj biológico los días previos a iniciar el trabajo. Dormir adecuadamente, alrededor de 8 horas. Mantener horarios regulares tanto durante el día (siesta) como en las horas de acostarse y levantarse.

5. No comenzar de forma brusca e intensa. Es beneficioso permitirse un tiempo para compartir las experiencias vacacionales con los compañeros y compañeras y así crear un ambiente de inicio laboral.

6. Practicar la relajación en intervalos regulares.

7. Planificar actividades gratificantes para los días laborales, encontrando espacios y tiempo para las actividades de ocio, para las relaciones sociales o familiares.


¿Cuando debemos preocuparnos?

Muy pocos casos precisan abordaje profesional. Si la situación se prolonga en el tiempo, podemos estar ante otro tipo de problema que requerirá una atención diferente.


Bibliografía:

1. www.cun.es/area-salud/salud/cuidados-casa/sindrome-postvacacional.
2. www.mapfre.com/salud
3. www.semfyc.es.
4. www.pendientedemigracion.ucm.es/info/seas/el_estres_postvacacional.htm.