Ciruelos del Pinar - Guadalajara

Leo la prensa y veo que los políticos no quieren aclarar lo sucedido, no quieren buscar los verdaderos responsables de lo que pasó el verano pasado, donde murieron 11 personas, y no parece importarle a nadie. Los políticos “van a su bola”. Pero los llamados ecologistas que tanto hicieron para que no se instalaran molinos en el pueblo, porque afeaban el paisaje, siguen sin decir palabra. Los molinos les importaban mucho que no los pusieran aunque daban dinero, pues para esto, que significa la ruina del pueblo no levantan la voz ni el culo del asiento para decir ni una sola palabra. Ecologistas de salón tabernario caribeño. El silencio es una enfermedad repugnante y hace a las personas que lo padecen cómplices por lo que ocultan y callan. Y el inmovilismo inoperante convierte a las sociedades que lo practican en parásitos que acaban como la carcoma, pudriendo todo lo que tocan.

¿Por qué no se piden responsabilidades a los políticos? ¿Porque son de los nuestros? ¿Los hemos puesto ahí para esto? Nadie ha querido vender el pueblo por un puñado de euros, ni por un plato de lentejas a veces la hacienda hay que darla por mucho menos, para conservar la existencia, hasta por un vaso de agua, si es necesario. Por eso la vida de 11 personas vale tanto, y hay que buscar responsables para que no quede en accidente, que es lo que pretenden, pero veo que vosotros no estáis por tal labor, como decís, toca esperar “a ver qué pasa”, eso sí, debajo de la mesa, sin hacer ruido para no ofender al amo, esperando que caigan las migajas prometidas, para recogerlas como hicieron los perros del rico Epulón según la parábola del Evangelio de San Lucas.

Creo que deberíais levantar la voz aunque fuese mínimamente y contribuir para que la gente supiera dónde se encuentran los verdaderos responsables de lo sucedido. Es lo menos que podéis hacer por los familiares de los muertos, porque ellos sí intentaron apagar el fuego de nuestros pinares. Ellos entraron sin cobertura aérea que les informara de la velocidad, fuerza del viento y del fuego o que se retiraran en caso de peligro o emergencia. ¿Dónde estaba 28 horas después del inicio del fuego el apoyo aéreo? ¿Los coordinadores del mismo? ¿Directores de la empresa encargada y lo políticos? ¿De fiesta? Era la festividad de la Virgen del Carmen (Sábado y Domingo) ¿En la playa? ¿En barbacoas en Ciudad Real? ¿Por qué no se decretó la alerta 2? ¿y por qué se rechazó la ayuda de otras Comunidades Españolas? ¿Por qué se ha ido a Toledo a decir que sí hubo medios cuando toda España sabe que es mentira? No habremos ido a decir lo mismo que el lacayo de Enrique de Trastamara “ni quito ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor? ¿No nos estaremos equivocando?

Cuando el petróleo cubría las playas de Galicia, todos los ecologistas de esta España plural, se pusieron en pie de guerra pidiendo responsabilidades, allí no hubo ningún muerto y ojo la tinta que se gastó y las horas de T.V. que tuvimos que soportar. La gente lloraba al ver gaviotas llenas de petróleo (cosa muy noble y muy leal). Pero aquí son once las personas fallecidas y la gente ni siquiera se conmueve al pasar por delante de los ataúdes (lamentable).

El año que viene ya podremos celebrar las fiestas patronales porque a los muertos solo los recordarán sus familiares que están solos en la lucha para que no los declaren culpables de su propia muerte. Ellos llevarán permanentemente el monolito del recuerdo en su corazón y el pino verde de lo que para ellos significaron en el alma. Nosotros llevaremos el peso de la losa del silencio en nuestra espalda y cuando en el futuro nos crucemos con sus hijos, esposas, padres y familiares, bajaremos la cabeza avergonzados y pasaremos sin decir palabra por su lado y si nos preguntan ¿por qué callasteis? y ¿qué contestaremos?
Diremos que defendimos a la comunidad esperando la recompensa, y nos pasará como a los de Viriato con Roma, y una vez que esté el terreno despejado se llevarán la madera, nos dejarán los despojos y una mancha negra que no repoblarán. El tiempo dará o quitará razones pero ante el mundo civilizado, hemos dado muestras de retroceso tecnológico y cultural, una es la negativa ante la instalación de molinos y la otra el silencio vergonzoso y encubridor de lo sucedido en el incendio. Si seguimos por este camino, pronto estaremos catalogados como ciudadanos de Atapuerca o los que vivieron en la cueva de los casares hace 15.000 años.

Un saludo para todos.