Almoguera - Guadalajara

Las autoridades insisten en que el subtipo H7 no tiene capacidad de contagio a humanos.

De momento hay tranquilidad, aunque dentro de la máxima alerta. El laboratorio nacional de referencia de Algete (Madrid) confirmó ayer tarde que el virus de gripe aviar (del subtipo H7) que ha obligado al sacrificio de 310.000 gallinas ponedoras en Almoguera (Guadalajara) no se ha extendido a ninguna de las otras 8 granjas avícolas ubicadas en un radio de 10 kilómetro de la instalación afectada inicialmente, la «Granja Segura». Según confirmaron a ABC desde la Junta de Comunidades, ninguna de las más de 500 muestras analizadas, tomadas en todas estas instalaciones, ha revelado por el momento la presencia del virus que causó la muerte espontánea de unas 65.000 aves en las citadas instalaciones de Almoguera.
No obstante, esta circunstancia no da por zanjada una crisis que sigue poniendo en serio peligro a todo el sector económico avícola de Guadalajara y el centro del país. Ahora es necesario repetir los análisis periódicamente, cada tres o cinco días, durante tres semanas. Sólo si al cabo de 21 días sigue sin detectarse ningún positivo se podrá determinar que la infección se ha circunscrito a la empresa afectada inicialmente.
En Guadalajara hay 46 instalaciones avícolas con más de 7 millones de gallinas, del total de 17 millones que existen en la región. El sector avícola provincial es uno de los más importantes del país, con presencia de verdaderos gigantes en la comercialización de huevos.
El director general de Producción Agropecuaria de la Junta, Francisco Martínez, confirmó ayer la relevancia de lo sucedido, por cuanto se trata del primer caso de gripe aviar detectado en el país desde 2007. «Es grave y excepcional, está en juego la situación económica de un sector muy importante en la región, y especialmente en Guadalajara», reconocía Martínez. Según este responsable, parece probable que el origen de la infección esté en aves migratorias, aunque es algo todavía pendiente de confirmar.
Las labores de sacrificio y enterramiento de las 310.000 aves de la Granja Segura comenzaron el lunes 12, y se espera que concluyan a lo largo del día de hoy. Están siendo ejecutadas por 60 operarios de la empresa pública Tragsa, que sacrifican a las aves en contenedores de CO2.
De momento permanecen inmovilizadas las producciones de las 8 instalaciones ubicadas en el citado radio de seguridad de 10 kilómetros. De ellas no sale ni entra ningún animal, ni vivo ni muerto, ni tampoco ningún huevo.
Martínez insistió en que el subtipo H7 detectado no supone ningún riesgo para la salud humana, por cuanto no es contagioso a las personas, ni siquiera a través de la ingesta de huevos o carne de aves contaminadas, por lo que hizo un llamamiento a la tranquilidad de los consumidores. Insistió también en diferenciar este subtipo del virus de gripe aviar H5N1, que sí contagió a humanos, sobre todo en la zona asiática, a mediados de la presente década.
Según explicó el responsable de la Junta, las primeras gallinas muertas fueron detectadas el lunes 5, y el martes 6 el veterinario de la propia granja afectada ya determinó la paralización de la producción y la cuarentena de sus instalaciones. El jueves 8 apareció un segundo foco en una segunda nave de esta granja.

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