Albares - Guadalajara

Saludos a todos. Cuanto más leo, más impresionado estoy por la exhaustiva investigación histórica ("Historia" con mayúscula; esto nada tiene que ver con política alguna) que han realizado en la comunidad virtual ALBARES ONLINE 3.0 sobre la estancia de las Brigadas Internacionales (los estadounidenses del "Batallón Lincoln") entre el 13 de junio y el 19 de agosto de 1937. Este año, además, se celebra el 75º Aniversario de la creación de las Brigadas Internacionales. Os recomiendo leer toda la información en su página en internet, pero me apetece comentaros un par de detalles muy curiosos que me han llamado la atención. Por ejemplo, que los 286 brigadistas internacionales que llegan a Albares un tórrido 13 de junio son los supervivientes del Batallón Lincoln tras la sangrienta batalla del Jarama. Casi 500 de sus compañeros murieron para intentar frenar el avance de las fuerzas alzadas hacia Madrid. Cayeron en total 2.500 brigadistas de todas las nacionalidades, entre 6.000 y 7.000 soldados "nacionales" y un total de 9.000-10.000 republicanos. Una sangría, sin duda. Por ello Albares se convierte para los estadounidenses en unas vacaciones paradisiacas dentro de una guerra, según cuentan algunos superivientes en libros que escribirían años más tarde y que puedes consultar en la web de Albares Online 3.0. Esa calurosa tarda el entonces alcalde, Vitorino, del Frente Popular -"moreno, cojo y con sombrero de ala corta y un fajín en la cintura", le describen- pide a los vecinos que se reúnan en la plaza de la Iglesia para recibir a los brigadistas. Hay más de 100 hombres en el frente, por lo que allí se congregan sólo las mujeres, los niños y los ancianos. Según ha recabado Albares Online 3.0 de vecinos que entonces eran niños, lo que más les sorprendió de los recién llegados era su altura, que algunos eran de piel negra y que tenían una cosa deliciosa llamada "chocolate". ¡Uf! Son muchas historias y anécdotas de esa estancia de las Brigadas Internacionales en Albares. Como su alojo en la iglesia de San Esteban, cerrada entonces desde hacía un año tras huir el cura; los actos de "confraternización" acordados por los brigadistas y el alcalde que incluían comidas campestres y que los milicianos extranjeros colaboraran en la siega (los albareños les acabaron pidiendo que no fueran, desperdiciaban demasiado grano pese a su entusiasmo); el "fracaso" en su intento de estrenar un equipamiento completo de baloncesto enviado expresamente desde Nueva York porque en Albares "no había terrenos nivelados y todo estaba lleno de piedras"; los partidos de béisbol en las eras con una chiquillería y sus padres jaleando a los brigadistas y gritando "gol" cuando el catcher agarraba la dura pelota con su guante... En fin, que lo vais a encontrar muy interesante si os acercáis a la página web. Hay hasta fotos de los brigadistas en Albares y encontraréis muchas citas de libros que hablan de Albares y de esos casi tres meses.
Ya me diréis. Saludos.