Motril - Granada

El sindicato considera que la entidad tiene un lenguaje "engañoso" para regular las condiciones laborales de sus más de 21.000 trabajadores de este país.

La Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO ha denunciado "el castigo" que esta soportando el personal vendedor de la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) que no alcance el mínimo mensual de ventas. En este sentido, el sindicato ha recordado que desde el año 2005 los más de 21.000 trabajadores de la ONCE en España vienen sufriendo una pérdida del poder adquisitivo superior al 6,5% para el personal vendedor debido a la congelación salarial, la pérdida de la cláusula de revisión automática y la supresión del complemento por Incapacidad Temporal".

El secretario general de Servicios a la Ciudadanía de CCOO de Córdoba, Luis Mena, ha criticado "la presión que la ONCE está llevando a cabo contra el personal vendedor", al que "se le ha advertido sobre la retirada de quioscos, expedientes disciplinarios o despidos, si no alcanzan el mínimo mensual de ventas, que ha sido aumentado en un 7%, pese a la situación de crisis económica y la disminución de ventas de la empresa cifrada en un 14,52%". En ese sentido, Mena ha señalado que el personal de la ONCE "no puede continuar soportando pérdidas salariales de manera indefinida" y ha pedido a la empresa "que reflexione sobre las verdaderas causas de la pérdida de competitividad de la entidad", y, sobre todo, que cesen las discriminaciones y más contratación de personas ciegas, puntualiza Mena.

Por ese motivo, CCOO considera que el personal de la ONCE "no tiene que pagar situaciones de mala gestión comercial" en una organización donde este personal no tiene influencia alguna sobre las decisiones comerciales que deterioran la competitividad del organismo, "al tiempo que soporta una legión de mandos intermedios y donde no se conocen los sueldos del personal directivo", informa el dirigente sindical.

CCOO acusa a la dirección de la ONCE de "no cambiar a su equipo comercial, como ocurriría en cualquier otra empresa, para intentar corregir las pérdidas de recursos, y cargar contra el personal vendedor. A quien amenazan con retirar los quioscos y con el despedido si no venden un mínimo determinado, con la no renovación de los contratos temporales, para posteriormente contratarles con un salario base un 30% inferior", explica el sindicato.

Respecto al trato que se dispensa, CCOO ha exigido a la empresa "que ponga fin a la campaña de presión contra el personal vendedor y que reflexione sobre las verdaderas causas" de la pérdida de competitividad y caída de ventas, "dado que los últimos datos revelan que el mercado del juego (lotería, máquinas tragaperras, bingos, casinos, etc.) ha crecido un 24%, mientras que la ONCE ha disminuido las ventas en un 14,52%".

El sindicato ha pedido reiteradamente a la dirección de la ONCE que ponga fin a estas prácticas y que, por el contrario, aplique estrategias de refuerzo y reconocimiento del trabajo y del esfuerzo del personal vendedor, que en demasiadas ocasiones se ven afectados por problemas de salud importantes, derivados de las condiciones de trabajo y de su discapacidad. Sin embargo, se ha hecho caso omiso de la petición sindical, optando por responsabilizar al personal vendedor del descenso de ventas y negándose a analizar su propia responsabilidad a la hora de diseñar la cartera de productos, definir las estrategias de marketing, etc.

CCOO considera que la presión comercial a la que están sometidos los vendedores y vendedoras como consecuencia de las caídas de ventas, ignorando las características personales del colectivo, se hace insoportable para muchas personas que incurren en bajas por depresión y pueden producir trastornos psíquicos con consecuencias fatales.