La punta de El Santo Era cuestión de tiempo y de que lloviera, que la punta del santo fuera a parar otra vez a las vias del tren. El "magnífico" parque? que da la bienvenida al pueblo estaba tan bien construido que sabe hasta correr cuesta abajo. Desgraciadamente, este cacho de acera rematado con los planes E de Zetaparo, que no conoció al amigo hormigón armado, ya se despide de nosotros llevándose hasta el escudo del pueblo y un trozo de la única carretera medio decente que sirve de acceso a este cada vez más parecido a un sembrado de casas en medio de un patatal. ¿Por qué se hacen las cosas tan mal en este pueblo? |