Escóznar - Granada

¿Quien se acuerda de la escuela de D. Ángel?
Hace más de 50 años, por lo que los que la recordamos estamos ya en los sesenta.
Cuando venía (si venía) en su moto Montesa, de la que evidentemente conociamos el sonido, forrado de periódicos en invierno. La escuela encima del bar de la "plaza".
Dª Sinforosa ¿alguien la recuerda?. No, no era la maestra que se llamaba Dª Concha aunque solo se la concia por "señorita". Como pista diré que Dª Sinforosa "picaba".
El recreo era de 12 a 12:30 y de 12:30 a 13 era la hora de las cuentas (no de las matemáticas). Escribía en la pizarra una cuenta de sumar, otra de restar, otra de multiplicar y otra de dividir y cada uno hacía las de su nivel y cuando terminaba se podía ir. Eso sí, tenian que estar bien para lo que comparaba los resultados con los de "el niño" que era el primero que las hacía (este tambien hacía raices cuadradas).
Lo malo era que algún día "el niño" se equivocara pues entonces ninguna cuenta estaba bien y nadie podía salir antes.
Os animo a que el que recuerde más detalles, por insignificantes que sean, los cuente, porque muchos los habremos olvidado y recordarlos es volver a vivirlos

Después de mucho pensar y de releer lo que has escrito, a la única conclusión que llego es que el tiempo nuestro pasó, y que fue muy desafortunado. No quiero dar mi opinión, pero no obstante voy a dar una pincelada, por si te recuerda algo.
!Cómo no nos vamos a acordar de don Ángel!, yo le llamaría el "absentista", como todos los de su época sería un enchufado del poder que hacía lo que le daba la gana, entre otras cosas porque nadie le exigía el cumplimiento de su trabajo, porque no interesaba enseñar, ni que aprendiéramos nada, lo que interesaba era tener brazos para trabajar, ya fuera cavando capotes, yéndose a Barcelona o emigrando a Alemania, para los hombres, y para las mujeres ser sirvientas que fregaran los suelos de rodillas, cuidaran niños, y que lavaran ropa en el arroyo aún en las frías aguas del mes de enero, es decir tener personas sumisas y temerosas del poder establecido. El señor don Ángel, según tengo entendido fundó una academia en Granada a la que dedicaba la mayor parte de su tiempo, y aquí nadie le exigía su asistencia y mucho menos su puntualidad, también la necesidad acuciante de nuestra colaboración en la economía familiar era imprescindible, y no había padre alguno que osara reclamar el derecho de su hijo a la enseñanza como ocurre ahora.
Es mejor no acordarse de los tiempos vividos, pero si sería bueno que los jóvenes de ahora supieran apreciar las facilidades que tienen, y que eso no les ha llegado por amor al arte, ni les ha llovido del cielo, sino por las consecuencias del sufrimiento de sus antepasados, y pedirles que sepan dar el valor de lo que tienen, pues quiera Dios que no les falte. También desde este comentario quiero hacer una petición a los padres que a veces se pasan en las exigencias con los profesores de sus hijos, la mayoría son buenos profesionales y hay que tenerles respeto.
Hay un libro escrito por un profesor de la Universidad de Granada que se titula "El florido pensil" (también en pélicula), en el que se detallan los métodos y formas de enseñanza de aquellos años, pero son relatos urbanos, de la escuela en la ciudad, pero nunca tienen comparación con lo que fue la escuela rural de aquellos años,donde imperaba el absolutismo iletrado. Perdón por haberme extendido tango.

No es tango he querido decir tanto.

Por si alguien quiere leer el libro se titula:
"EL FLORIDO PENSIL".(1994) de Andrés Sopeña Monsalve.