Domingo Pérez de Granada - Granada

1918 - tué en en 1941 (ou 1942 ?) - MLE - CNT - Groupe de José Maria ORIHUELA GARCIA "CHICOPÉREZ" - Grenade & Jaén (Andalousie)

jeudi 14 juin 2007
par R.D.
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José Maria Orihuela Garcia, qui était de petite taille et orginaire de Diego Pérez d’où son surnom de Chicopérez était le responsable en 1941 d’un groupe formé de six guérilleros et actif sur les communes d’Iznalloz et de Campotejar (Grenade) et à l’occasion dans la province de Jaén, et dont faisaient entre autres partie Juan Palomino Saez Hojarasquin et les deux frères Capilorro. Déguisés avec des uniformes de l’aviation, les membres du groupe avaitent attaqué une propriété de Bular bajo dont les propriétaires, anciens de l’aviation, avaient été dévalisés. Un des frères Capilorro était tué le 26 mars 1941 tandis que l’autre se rendait aux autorités et permettait de localiser le groupe. Chicopérez, qui voulait passer en France, aurait été tué avec d’autres membres du groupe à Madrid près du pont de Vallecas et après avoir été dénoncé et Juan Palomino Saez Hojarasquin était tué à Frailes (Jaén) le 28 décembre 1941.

Toutefois plusieurs habitants du village, qui assuraient qu’il n’avait jamais eu l’intention de passer en France ne voulant pas abandonner son fils, affirmaient que Chicopérez avait été vu dans le village en 1944.

Sa famille la plus proche avait ensuite émigré à Cajar (Grenade

jose maria Orihuela garcia nacido en 1917 en domingo perezmuerto a mediados de los cuarenta.era pequeño de estatura y originario de domingo perez de ahí su apodo de chico perez,era el jefe de una partida de 6 guerrilleros activo entre los pueblos de iznalloz y campotejar algunas veces también en la provincia de jaen y a la que pertenecían entre otros horasquilla y los dos hermanos capilorros.vestidos con el uniforme de aviación atacaron bular bajo cuyos propietarios eran antiguos soldados del ejercito del aire fueron desvalijados.Uno de los hermanos capilorro fue muerto el 26 de marzo del 41 mientras que el otro se entrego a las autoridades y permitio localizar la partida guerillera.Chicoperez que intentaba pasar a Francia fue muerto em Madrid cerca del puente de Vallecas cjunto a algunos miembros mas del grupo,despues de un chivatazo,HOrasquilla murió en frailes jaen el 28 diciembre 1941
Hay muchos pereños que aseguran que el chicoperez no quería pasar a Francia y dejar a su familia,además se dice que se vio por el termino de Perez en 1944.

su falia cercana emigro a Cajar Granada.Asi es su hermana la Nicolasa
marcho a Cajar con sus hijos maria,salome,rafael y nicolas águila Orihuela el otro hijo jose maria alias pelliza vive en Barcelona donde parece ser que vive también el hijo del chicoperez.En perez queda familia son los hijos de manuel utrilla Orihuela el guaje y pepin y de dolores utrilla Orihuela queda el guarda de las torrecillas,tambien eran familia Antonio medina Orihuela el angelillo,mi mas profunda admiración a un hombre que cuando un loco quiso tirar una bomba en la horis llena de chiquillos viendo los títeres lo paro en seco y le dijo que este era su pueblo y su gente,dicen los viejos del lugar que era de la quinta de joseico,tambien cuentan que antes de morir en la emboscada que le prepararon en Vallecas se defendieron a lo grande causando algunas bajas a la policía del régimen.
Me da tristeza que una pagina francesa se haga eco de la vida de este valiente guerrillero y sus paisanos casi todos con un grado de parentesco cercano dada la endogamia de los apellidos Orihuela garcia,no hayamos investigado nada,desde este foro os animo a contar cosas de este pereño que dio su vida por la libertad.

Otros miembros de su partida eran el la bores y el porras del pueblo de Piñar,asi mismo colaboro con uno de los grandes jefes de partida que logro huir a marruecos después de una acción digna de película a lo evasión y victoria su nombre juan garrido donaire el Ollafria.

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D. Juan Garrido Donaire "Ollafría"

Juan Garrido Donaire “Ollafria” ganó la Sierra en 1940 y fue originalmente una filial de la Libertario Manuel Castillo Padilla “Salsipuedes” en la provincia de Jaén. Este último murió el 10 de febrero 1943, formó su propio grupo con Rafael Donaire Bolívar “El Chorra”, activo en la provincia de Granada por Benalúa de las Villas, Moclín, Deifontes, Colomera Trujillo y con bases en la Sierra del Pozuelo. Es recibido rápidamente reforzado por Juan López Garrido “Garrido” en 1943 por José Zorrilla López “Tomatero” y José Cordón Cordón “Cogollero” escapado de un campo de trabajo y Juan Martín Maqueda “Juanico”.

En 1944 pasó a formar parte del grupo “Chamarra” Eduardo Herrera Bueno, “Gordo”, “Lororrizado” y Manuel Luna Alarcón “Santillo”, que permitió al grupo ampliar su zona de operaciones hasta Güevéjar y Cogollos Vega. En ese momento también eran miembros del Grupo Rafael Carrasco Soto “Porquero” y Ricardo Lucio. El 4 febrero de 1944 durante un enfrentamiento con la Guardia Civil, resultaron heridos dos guardias. En 1945, un nuevo elemento se integra al grupo de Juan Donaire Garrido: “Chavico”, Francisco de la Cruz García, José Martínez Sánchez y Francisco Guerrero Sánchez “Narices”. Durante el año en que se harían con una puntuación de sus ataques relacionados con secuestros y 33.500 pesetas quince botín global de 85.000 pesetas. Varios miembros del grupo murieron durante el verano de 1944: Juan López Garrido “Garrido” el 27 de junio, José López Zorilla “Tomatero” el 28 y el “Lororrizado” y su hermano. El 25 de julio el grupo de sacrificados en el distrito de Colomera de la Guardia Civil Antonio González Ortega. Persiguieron a los guerrilleros estaban ubicados en el 28 en una cueva que se refugiaron en el distrito de Colomera, en la Dehesilla. La cueva fue destruida con explosivos y el enfrentamiento murieron Rafael Bolívar Donaire “Chorra”, Manuel Luna Alarcón “Santillo” y dos oficiales de enlace. En un incidente ocurrido el 21 de noviembre en Deifontes guerrilleros murieron Eduardo Herrera Bueno “Chamarra” Guerrero y Francisco Sánchez “Narices” y el sargento de la Guardia Civil Eloy Núñez Gago.

En 1945 el grupo estaba a 10 kilómetros de Granada, después se trasladó a la Sierra de Parapanda y actuó en la zona de Montefrío. Al año siguiente, el grupo contaba sólo a cuatro guerrilleros se dio cuenta de veinticuatro ataques y secuestros, incluido el de Antonio Romero Barrales “El Largo de Mitagalán” en la Granja de San Antonio, lanzado contra un rescate de 33.000 pesetas, lo relativo a casi 200.000 pesetas. El PCE estaba tratando en ese momento para presentar a su autoridad el grupo se había negado a unirse a la agrupación de Roberto Lozano, José Roberto Muñoz. En abril 20 de 1946, durante un enfrentamiento en La Montillana, fue asesinado “Gordo”. Juan Garrido Donaire “Ollafria” acompañado José Cordón Cordón “Cogollero” y Antonio González Expósito “Chavico” decidieron romper todo contacto con el PCE. Pronto recibió refuerzos hermanos Manuel y Antonio José Castillo Escalona “Los Castillillos Contôle” negar que el Partido Comunista, había abandonado el grupo de Juan García Medina “Ratero”. El grupo estaba haciendo algunas acciones, al tiempo que le permite recuperar 400.000 pesetas, cuyo secuestro y Viedma Antonio León León, Antonio Vilches de Iznalloz, entonces se mantuvo prácticamente inactivo durante los años 1947-48 mientras se preparaba su huida al extranjero con la ayuda del movimiento libertario.

En enero 5, 1949 Juan Garrido Donaire “Ollafria”, González y Antonio Expósito “Chavico” ganado Granada, donde se escondían en el zapato de Rafael Sánchez. Al día siguiente fuimos en tren a Sevilla, donde se les unieron otros miembros del grupo, entonces todos fueron a Cádiz. En Marzo 6, 1949 Juan Garrido Donaire, Antonio Expósito “Chavico” González, Antonio y José Castillo Escalona logró ganar Tánger, donde fueron detenidos, pero no la extradición. José Manuel Castillo Escalona y “Cogollero” llegado a su lado a pasar en Francia.

Tras la evacuación, una redada desmantelaron una red mediante la CNT en Sevilla y Cádiz, donde se decidirá en octubre de 1949 doce personas: Juan Murillo Humanes, Trinidad Hurtado Ojeda, José Burgos Salmerón, Juan Maldonado, Baldomero García Sánchez, Manuel Olarte Paradas José Morillas Torres, Francisco Garrido Moreno, Manuel Antonio Ramos y Cañadas Voces Torres Sevilla Fliche Carlos Sánchez, Manuel Piñero Leal, Carlos Rodríguez Leal, Juan Jaén Márquez, Francisco Vidal González, Andrés Astorga Mateos en Cádiz.

En total, la Guardia Civil ha encargado al grupo de Juan Garrido unos 83 ataques, 43 secuestros y diez enfrentamientos con la policía.

En 1975 Juan Garrido Donaire vivía en Casablanca. Según algunas fuentes, fue luego a la izquierda en Francia, donde trabajó como carpintero, luego en Bélgica, donde murió en una fecha desconocida para nosotros.



Para más información

https://era.ugr.es/tesisugr/16154939.pdf

La hija del guerrillero olla fría
Cuando su padre se "tiró al monte", ella quedó en Colomera al cuidado de sus cinco hermanos. Lo que vino después fue indescriptible: represión, hambre y huida

| Actualizado 22.03.2009 - 01:00

La memoria más desconocida de la mujer, en nuestra reciente historia (1936-1964), pertenece a las que se convirtieron en enlaces y colaboradoras de los hombres de su familia o los que "se echaron al monte" acosados por la represión de los vencedores en nuestra larga posguerra. Mujeres: madres, hermanas, compañeras, esposas, novias. Eran vigilados sus pasos, se las encarcelaba, se las torturaba hasta la extenuación, ante el pertinaz silencio sobre el paradero de sus hombres. Ellos permanecían huidos, escondidos o plantando cara en las sierras, caminos, pueblos y ciudades, acosados por el hambre, el frío y la desolación, acorralados como fieras, por las patrullas exterminadoras.

Las mujeres se convertían en rehenes de la Guardia Civil al no lograr ser descubiertos y apresados en sus pesquisas y enfrentamientos, sin efecto la falaz promesa "de que no les pasaría nada si se entregaban". Tras el enfrentamiento con las partías, exponían los acribillados cadáveres en las plazas, con la orden de que no se acercaran a ellos sus familiares. Las madres, las mujeres de la familia velaban a sus hombres, hasta que llegaba la orden de llevarlos a una fosa.

El cura de Colomera se sublevó, en nombre de Dios, ante semejantes desafueros y exigió respeto y cajas de pino para dignificar la muerte airada de aquellos hombres de todos conocidos.

La vida de María y de su madre Leonor Martín Pajares, la mujer de Juan Garrido Donaire, Olla Fría, representa el paradigma de la mujer e hija de los llamados hombres de la sierra en nuestra tierra. Olla Fría, fiel a la República, como Gobierno legítimo del pueblo, al terminar la guerra fue detenido y torturado y pasó tres años en la cárcel. Fuera quedaba Leonor, con seis hijos pequeños, que sacaba adelante con tanta fortaleza como dignidad. Al salir de la cárcel, un vecino de derechas le advirtió de que "iban a darle el paseíllo". Algunos amigos en semejante situación optaron por el suicidio, Olla Fría, se "tiró al monte".

Nueve años duró aquella vida errante, a salto de mata, lidiando con las patrullas de la Guardia Civil, que él burlaba con pasmosa osadía e inteligencia. Se cuentan aventuras dignas de llevar su vida al cine. Leonor y María, la hija mayor, sufrieron toda clase de represalias, en continuo solivianto, y destrozo del humilde hogar en reiterados registros a altas horas de la madrugada, para sorprender el posible acercamiento a los suyos de Olla Fría. Él, acostumbrado al riesgo, burlaba el estrecho cerco de sus perseguidores, de forma rocambolesca.

Los extenuantes interrogatorios y represalias a la familia para que declararan el paradero eran infructuosos. A Leonor, delante de sus nietos, la colgaron, le metían la cabeza en vinagre y la golpeaban con saña. Para forzar la situación, ante su mutismo, encarcelaron a Leonor, en Granada.

La adolescente María quedó al cuidado de sus cinco hermanos. Además permanecía alerta de los desplazamientos del padre, para avisarle de cualquier delación y peligro. Luego estaban las visitas a su madre en la cárcel, para infundirle ánimo, tranquilizarla sobre la situación familiar, llevarle ropa limpia y cualquier cosita de comer. Hasta llegar a Granada recorría a pie los 26 kilómetros de ida y otros 26 de vuelta de Colomera-Granada-Colomera. María no tuvo infancia, ni escuela. Ganaba su vida y la de sus hermanos, vendiendo leña, que ella recogía y transportaban a sus espaldas, recogiendo aceitunas, tras la recolección y otros menesteres. En ocasiones, no tenían más remedio que acudir con sus hermanos a comer, al Auxilio Social. ¿De qué materia estaban forjadas las mujeres de esta familia? Pues María, como su abuela, su madre y la tía Silveria, fue a parar a la cárcel de Iznalloz, a pesar de ser menor de edad... Los cinco hermanos quedaron a merced de la indigencia.

Con este panorama de dispersión familiar, la Guardia Civil no dudaba de que Olla Fría volvería a Colomera. Pero no volvió. En 1942 había formado su propia partida, antes había actuado en la de Salsipuedes. Con su propia partida operó en la zona norte de la provincia: Benalúa de las Villas, Moclín, Deifontes y Colomera. Más tarde, en la zona de Montefrío, hasta que pudo embarcar en lo que él llamó "cáscara de nuez", algo parecido a las pateras de nuestros días. En Tánger fue detenido e internado en un campo de concentración, de donde huyó hasta llegar a Casablanca. Durante mucho tiempo perdió el contacto con la familia, las cartas eran sistemáticamente interceptadas, lo sabían a salvo, pero lo habían perdido.

A la salida de las cárceles, más de tres años después, Leonor, la tía Silveria y la joven María, con un implícito decíamos ayer, cogieron las riendas de la vida, y junto a sus hijos, echaron a andar con la carga moral de sus vidas habitadas por el estigma de rojas y presidiarias, por lo cual, se les solía negar el trabajo. La fiel Leonor esperaba siempre noticias de su hombre, el gran y único amor de su vida, que, lejos y libre, se enredó en otras relaciones.

Para María, la represión no se acabó a la salida de la prisión, como tampoco iban a lograr nunca la libertad por la que lucharon ellas y los suyos. Eran gentes marcadas por la sociedad, las pavorosas privaciones y el miedo, pues los registros y las amenazas no cesaron en busca de Olla Fría. La Guardia Civil creía que, en cualquier momento, el valor de aquel hombre, que la autoridad tildaba de alimaña, no tenía límites, aunque interceptaban sus cartas a la familia, podían esconder una de sus artimañas. En uno de los registros, a la joven María la insultaron llamando ladrona: "¡Seguro que todo lo que tenéis en casa es robado, porque sin padre y sin madre, ¡a ver como podéis sobrevivir!". María, con rabia y dignidad, le respondió: "Ladrones, ustedes, que nos han robado el dinero que había en casa".

A golpes la tiraron al suelo, la pisotearon, conminándola a que se presentara cada mañana en el cuartelillo, además que de nueve de la mañana a seis de la tarde, permaneciera, esas nueve horas en la puerta del cuartel, tiempo que ella aprovechaba para pedir limosna a los transeúntes.

Muy pronto le llegó el amor a María en la persona de Pepe El Roscas, con el que tuvo dos hijos. Cuando Olla Fría decidió huir a África, Pepe resolvió irse con él. María le pidió que no abandonara a sus hijos, pues él no era un hombre perseguido. Pero pudo más la aventura y se fue. Para dar de comer a sus hijos María se metió en una casa como sirvienta, en Granada. Leonor, su madre, le cuidaba a sus hijos, cuando el domingo acaba su trabajo regresaba, junto a los suyos. Con el tiempo, María conoció a otro hombre, de Campotéjar, 12 años mayor que ella. Era hombre comprometido; su paso por varias cárceles fue su universidad. Cuando su marido conoció su relación, raptó a sus hijos de la casa de la abuela Leonor y se los llevó con él. Ante la ley y la sociedad, María, era una adúltera. Aunque estuviera abandonada por el marido, no se le permitía cuidar ni ver a sus hijos. Para esta mujer tan castigada, la pérdida de sus niños fue el drama mayor de su vida.

María y su compañero, Antonio Fernández López, represaliado, torturado, condenado a 12 años de prisión, por el hecho de ser comunista, decidieron comenzar una nueva vida en Barcelona. Llegaron con un colchón como patrimonio. Hicieron lo que miles de inmigrantes andaluces, alquilar una habitación en una de las barracas, en la montaña del Turó Caritg, en el Barrio de la Salud, en Badalona. Eduardo Mendoza, En la ciudad de los prodigios, cuenta: "Llegaban en trenes abarrotados a los andenes de la estación de Renfe, se alojaban en chamizos por falta de casa. A estos chamizos se les llamaba barracas. Los barrios de barracas brotaban de la noche a la mañana, en las afueras de la ciudad…".

El barraquismo es un fenómeno indisociable de la historia de la inmigración en la Ciudad Condal, la cual les debe mucho a aquellas sufridas gentes que durante muchos años, vivieron y trabajaron esforzadamente, en condiciones infrahumanas, y que contribuyeron a crear lo que hoy es Cataluña.

María tuvo el momento más feliz de su vida, cuando recobró a sus hijos, José y Juan, en 1979. Artífice del reencuentro fue su hija Montse, que los buscó denodadamente, sin éxito durante años, pues vivían en Francia. Aquellas leyes desnaturalizadas que tantos dramas ocasionaron, llevaron a muchas madres a la enajenación y al suicidio, por sentirse culpables. María, por su carácter solidario fue siempre esclava de todos. Su vida tiene los tintes más duros. Trabajadora infatigable limpiaba casas, cosía, se ocupaba de sus hijos y se cuidaba de la suegra inválida y de la barraca. Cuando lograron adquirir una propia, la llenó de flores y refulgían sus paredes de cal. Era la alegría del barrio.

A los 78 años, ya viuda, empezó a ir a la escuela, esta asignatura pendiente la saldó en cuatro cursos, aprendió a leer, escribir, a dibujar y hasta se atrevió con el ordenador. Antonio, trabajó de carpintero y encofrador en la construcción de la Facultad de Derecho de Barcelona, en diarias jornadas de 17 horas. Tuvieron un hijo y una hija, Antonio y Montse.

¿Soñó alguna vez Antonio que, su hija Montse Fernández Garrido, sería abogada para defender causas justas y que en 1986, a la edad de 32 años, iniciaría allí sus estudios de Derecho y, que llegaría a ser una prestigiosa abogada, mediadora de familia y una excelente profesora de Master en la Facultad de Barcelona y reconocida defensora de los derechos de la mujer? No. Todavía, aunque se tratara de hombres progresistas, lo que esperaban de sus hijas, los padres obreros, es que tuvieran un oficio al poder ser corte y confección, que era algo más fino y, sobre todo, que se casaran y tuvieran hijos. ¡Ay! Sin embargo, los dos que tuvo la pareja, fueron durante muchos años "hijos de madre desconocida", hasta ahí llegaban los milagros del Código Civil franquista.

¿Y qué fue de la heroica abuela Leonor? En los años sesenta se reencontró con su hombre, en Casablanca. Sus días los terminaron en el Centre de Solidarité Sociale, en La Hulpe (Bélgica), merced a que en los años sesenta la ONU trasladó a numerosos emigrantes políticos a esa región belga, donde acogió, sobre todo, a rojos y rusas blancas, capaces de caer rendidas ante los requiebros del ex guerrillero, que conservaba su talante conquistador intacto. Los dos fallecieron en el exilio belga, poco antes que el dictador, con el vivo deseo de volver a su tierra.

Agradezco el testimonio de María Garrido, hace tiempo grabado y, la colaboración de su hija Montse Fernández Garrido, con datos y fotografías, y a Pepe Almagro.

Por tierras de Granada actuaron otras partidas, cuyos jefes habían hecho sus primeras armas, casi siempre, en las más importantes de aquella región.
«Chicopérez», «Pablo el de Motril», «Ramiro», «Serafín el de Gastaras», «Crescencia», «Pepe el Catalán», «los Matías», «Senciales», "Jorge», aRabaneo», «Grupo de Enlace», Lozano», «los Castillillos», «Valero», “Rastroj

los quero

El movimiento obrero había sido desmantelado, los partidos de izquierda prohibidos, las cárceles estaban repletas de luchadores y las cunetas sembradas de demócratas. Sin embargo, agazapados, en lo oscuro, todavía había hombres y mujeres que resistían, amparados, en las sombras, por antiguos camaradas, compañeros de otros tiempos o familiares muy cercanos. Muchos se echaron al monte y formaron partidas, otros empezaron a reconstruir las organizaciones de clase, incluso hubo algunos que se atrevieron a desafiar al poder desde el mismo corazón de las ciudades, con las armas en la mano. En Granada, comenzaba entonces a forjarse una leyenda. Era la hora de los hermanos Quero.

Guerrilleros urbanos antifascistas, empujados a la clandestinidad por supervivencia, fueron unos audaces hombres de acción, capaces de las hazañas más increíbles. Pedro, Antonio, Pepe y Paco, los Quero Robles, hijos de una familia trabajadora, con cientos de amigos y conocidos en el Albayzín, el Sacromonte o el Barranco del Abogado, los barrios más deprimidos y castigados de la época. Era imposible que aquel destello de esperanza, entre tanta grisura y miedo, no alarmara a las autoridades, ni entorpeciera el sueño de los nuevos amos de España.

La Granada de la posguerra sirvió de escenario para aquella tragedia. La tragedia de un puñado de hombres enfrentados a una maquinaria temible, apoyados en una familia valiente, con el aliento anónimo de miles de granadinos, resistentes en silencio. Durante siete largos años, los que van de 1940 a 1947, los hermanos Quero mantuvieron en jaque a la Brigada de Investigación Criminal, a la Guardia Civil y al Ejército, moviéndose a su antojo por la capital, saltando de refugio en refugio, de atraco en atraco, de secuestro en secuestro, procurando siempre la menor violencia posible, salvaguardando incluso las vidas de algunos de sus enemigos. La respuesta de las fuerzas del orden sólo podía ser brutal. La gallardía de los Quero sólo podía ser atajada de raíz. Uno a uno, los hermanos fueron cayendo asesinados, en diferentes redadas y tiroteos, mientras el resto de los suyos eran sometidos a un acoso despiadado.

Cuando Antonio, el último de la partida, murió en el asedio del Camino de Ronda, el 24 de mayo de 1947, la situación había cambiado radicalmente. Una vez derrotadas las potencias del Eje en la Segunda Guerra Mundial, el régimen franquista había conseguido sobrevivir, enarbolando su condición geoestratégica de baluarte anticomunista, como vigía del Mediterráneo, a través del control del estrecho de Gibraltar. Las perspectivas de una inminente restauración de la legalidad republicana se diluyeron pronto en el torbellino de la Guerra Fría. La dictadura se consolidaba, domesticando al cansado pueblo español y desarticulando las conciencias. El tiempo de los héroes tocaba a su fin.

La represión sobre la familia Quero no acabó con el fallecimiento de Antonio. Los padres, Paco y Matilde, y los hermanos más jóvenes, Victoriano, Bernardo o Rafael, siguieron siendo atosigados y hostigados por los sicarios de la tiranía, a lo largo de muchísimos años.

OJARASQUILLA"

Los emboscados no solo se refugiaban en las casas y cortijos. A veces en el pequeño pueblo de Frailes campaban a su libre albedrío, a altas horas de la noche, dos cabecillas que respondían a los apodos de guerra de "’Hojarasquilla"y "Cencerro". En unas casuchas junto al río donde vivían unas mujeres de vida licenciosa, había con frecuencia bailes donde estos dos personajes se codeaban con el resto de personas sin problemas. Había quien conocía su identidad, y para la mayoría eran simplemente forasteros. Este exceso de confianza terminó, como no podía ser de otra manera, en que una de aquellas muj eres dio el aviso a la guardia civil.

Una noche, ya de madrugada, las parejas bailaban tranquilamente al son de dos instrumentos de cuerda, una bandurria que tocaba un ciego apodado "El Mosco" acompañado a la guitarra por un chico joven. "’Hojarasquilla" fue el primero en darse cuenta de que la casa estaba cercada y habló con su colega, éste era partidario de esperar que desde afuera iniciasen el asalto, sin embargo él que era más impulsivo decidió tomar la iniciativa, abrió de un tirón la puerta y salió pistola en mano disparando a diestra y siniestra. En la oscuridad de la noche huyeron los dos escapando del cerco, pero "Hojarasquilla" fue alcanzado al menos por tres disparos, cosa que en principio no le impidió seguir corriendo. La guardia civil tuvo que esperar al amanecer para rastrear todos los campos cercanos y al final hallar su cadáver. En cambio "Cencerro" escapó ileso.

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"El Tercero"

Esta era una finca de encinar y monte bajo en el término de Valdepeñas de Jaén. En ella había un rebaño de cabras que vivían en libertad dentro de los límites. El cabrero solo tenía que cuidar que no salieran de los límites y pasaran a otras fincas, esto quiere decir que su presencia era escasa. En lo mas intrincado e inexpugnable de la maleza., un grupo de emboscadas cavó un refugio en la tierra que les sirvió largo tiempo de cuartel de operaciones, hasta que un cazador descubrió el agujero y 10 puso en conocimiento de la guardia civil, que se desplazó hasta allí creyendo sorprender en el interior del refugio a todo el grupo. Aquellos individuos estaban dispuestos a vender caras sus vidas, y así salieron disparando por medio del cerco de fuego. El primero que cayó fue el cabo que mandaba el grupo, y que se lanzó a la aventura con escasa planificación, y dos guardias más. De los emboscados murieron dos y el resto se escapó. Por lo tanto esta operación no fue un éxito aunque sí destruyó una infraestructura que les había costado bastante tiempo conseguir.

"CENCERRO"

ANTECEDENTES.- En mayo de 1932, Tomás Villén Roldán mas conocido en Castillo de Locubín como "Cencerro", sindicalista y presidente de la casa del pueblo de dicho municipio dio muerte a su tía política de 74 años, Nicolasa cuando esta se disponía a desheredar a los sobrinos y entregar toda la fortuna de su difunto esposo a la familia del cura. Tomás se entregó a las autoridades, pero beneficiándose de las influencias que obtuvo de un conocido médico de Jaén, pariente de su esposa fue absuelto y liberado a los pocos meses. Tras la guerra civil "Cencerro" es de nuevo apresado y encarcelado en la prisión de Alcalá la Real de donde consigue fugarse en marzo de 1940. Sus acciones durante la guerra sólo le hubieran supuesto un corto tiempo de condena, pero el caso de la muerte de su tía que los jueces pensaban reabrir, le obligó a huir para siempre dedicando por entero su vida a combatir al régimen franquista capitaneando un grupo guerrillero cuyas espectaculares acciones le convirtieron en un mito.

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Hasta 1944 "Cencerro" y su pequeño grupo de hombres se dedicaron a dar asaltos de mera supervivencia en cortijos donde se proveían de víveres aprovechando para hacer proselitismo republicano. Será a partir de 1945 cuando, espoleado por la situación política mternacional tras la victoria de los aliados, organiza numerosas acciones de resistencia. Cuenta con unos 25 hombres y más de 200 enlaces. El Comité Central del Partido Comunista contacta con él a través de los enlaces regionales y "Cencerro"participa activamente en la constitución de los comités clandestinos del PCE en pueblos como Martos o Alcaudete y de las Juventudes Socialistas Unificadas en Jaén. Radio Pirenaica se refiere a él denominándole mariscal "Cencerro". Seria muy extenso enumerar todas las acciones que se le atribuyen entre 1945 y 1947, pero podemos brevemente citar algunas de ellas como el secuestro que llevó a cabo sobre el hijo de un derechista de mora (Granada) por él consiguió un botin de 40.000 pesetas, el espectacular secuestro de 60 feriantes en un desfiladero próximo a las Ventas del Carrizal con 13.500 pesetas de botín, o el estrepitoso fracaso de la guardia civil en julio de 1946 al pretender rodearlos en el cortijo "Las Torres"(Martos) cuando realizaban una asamblea clandestina. En aquella ocasión, tras un intenso tiroteo "Cencerro"consiguió escapar con todos sus hombres ilesos, mientras que cuatro guardias cayeron gravemente heridos. Otros golpes famosos fueron los secuestros del médico de Jamilena, Manuel Bueno con un rescate de 25.000 pesetas, el del propietario de Martos Máximo Codes por 26.000 pesetas, o del médico de Torredongimeno Francisco Montijano que pagó nada menos que 150.000 pesetas.

La popularidad y la fama de"Cencerro"se difundió por toda la provincia por la espectacularidad de sus acciones, por la increíble habilidad de salir ileso de los encuentros armados y por el magnífico trato que casi siempre dispensó a las víctimas de sus asaltos, según todos los testimonios que se conocen. La figura de "Cencerro"se convirtió en aquellos años de máxima represión militar, en la representación de las frustraciones de las clases más deprimidas. Tal vez sea ese el motivo por el que se celebraron tanto sus golpes y del impresionante apoyo popular que recibió en toda la Sierra Sur. Sobre todo cuando se extendió el rumor de haber conseguido encañonar al mismísimo teniente coronel Marzal en la Misa del Gallo de1946 en la Iglesia de San lldefonso de Jaén, y haberle dejado una nota

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en la que justificaba su presencia y el haberle perdonado la vida. Todos estos hechos contribuyeron a la consagración mítica de"Cencerro". Pero a él, como a cada uno de sus hombres, también le llegó su hora.

El final de un mito

En el verano de 1947 Tomás Villén se encontraba refugiado en la casa de la familia "Petana"en la calle Sol a las afueras de Valdepeñas de Jaén. Por la noche Cencerro y sus hombres entraban por la trasera cruzando el río Susana en un paraje oculto y boscoso. Unos meses antes T oribio uno de sus hombres que se unió a él en 1946 procedente también de Castillo de Locubín pactó secretamente con la Guardia Civil y vendió a su jefe a cambio del perdón para él. Unos días antes propuso a Tomás desplazarse a Jaén para localizar algunas casas donde albergar al resto del grupo guerrillero disperso por varios cortijos. Al llegar a la capital la traición de Toribio se puso en marcha y se inició el Ím del mito. El 16 de julio de 1947 fuerzas de la Comandancia de Jaén al mando del teniente coronel Luis Marzal Albarrán, tomó literahnente Valdepeñas de Jaén y rodeó por sorpresa la casa de los "Petana"donde se encontraba escondido Tomás Villén. Cencerro vendió muy cara su muerte y protagonizó una enconada resistencia que, a juicio de muchos, tuvo épicas pinceladas que contribuyeron a potenciar aún más su leyenda.

El asedio

Rodeada la casa varios guardias llamaron a la puerta y sus moradores se negaron a abrir comenzando un verdadero combate en el que los bandidos emplearon además de armas de fuego bombas de mano tratando de ganar la salida a toda costa, en el tiroteo fueron heridos dos guardias civiles. El teniente Romero Solano ordenó el asalto de la vivienda y de nuevo los sitiados respondieron con bombas de mano, por lo que tuvo que desistir. Intuyendo un asedio prolongado el teniente coronel Marzal instaló su base de operaciones en la casa de la calle Patín número 2 frente a la del asedio. Allí se reunió la plana mayor para analizar la situación, Marzalno estaba dispuesto a dejar escapar aquella oportunidad. Tropas a sus órdenes mantenian asediado al hombre más buscado de la provincia en los últimos años. Si en vísperas de la celebración del 18 de julio, conseguía exponer el cadáver de "Cencerro", supondría un fuhninante golpe de efecto para las organizaciones

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de izquierda y un brillante mérito para su carrera militar, como así fue. Tomás Villén era consciente de la gravedad de la situación y no le quedaba mas remedio que resistir o rendirse. Sabía que si optaba por 10 último le ejecutarían de inmediato, y si resistía hasta la noche tal vez podrian romper el sitio aprovechando la oscuridad. Pronto se vieron truncadas sus esperanzas pues se decidió enviar refuerzos del regimiento de Infantería Lepanto de Jaén, y el jefe de la falallge de Valdepeñas el alemán Oswaldo Irsmcher Séller a la caída de la tarde instaló un tendido eléctrico de emergencia que iluminó la vivienda para evitar huidas. Los mandos militares con aquel famoso despliegue, estaban reconociendo públicamente la importancia que atribuían al que fuera jefe indiscutible de la guerrilla antifranquista en la Sierra Sur.

Entre tanto la guardia civil detuvo en sus casas a Isidro Jiménez Prieto (Cojo Pitarra) vendedor de chucherías que había actuado de enlace con Francisco Sánchez (Culillo) cuñado de los Petana, y a Bernardino Narváez Ortega quien los albergó varias veces en su casa. Todos fueron obligados a entrar en la casa con la excusa de convencer a Cencerro para que se entregara, pero aquello no era sino la preparación de la "ley de fugas"pues del puesto de mando salió una consigna muy clara: Cencerro no debía salir vivo de allí y sus colaboradores tampoco. La tarde caía cuando los enlaces que ya habían hablado con Tomás, quisieron salir de la casa y, a voces decían que "Cencerro"no quería entregarse pero ellos si deseaban salir. Pero ya los guardias tenían la orden de disparar contra todo el que asomara por puertas y ventanas. Cuándo la noche se aproximaba prendieron fuego a la casa con petróleo y ramas acumuladas desde afuera. Los sitiados debieron observar la maniobra de la guardia civil que colocaban cargas de dinamita en el exterior de la casa y comenzaron a romper la pared que les separaba de la casa colindante, de esta manera salvaron momentáneamente sus vidas cuándo la casa de los Petana volaba por los aires tras una gran deflagración que la redujo a escombros. Ante el asombro general los moradores continuaban con vida en la casa paredaña y en ella centraron su atención a partir de aquel momento. Un nuevo intento de rendir a Cencerro se planeó tomando como rehén a la que daban por amante suya, María Chica Marchal. Varios guardias la utilizaron de escudo para acercarse a la puerta de la casa en la confianza de que Tomás no dispararía, pero de nuevo se inició el tiroteo y María fue herida gravemente en el vientre y en una pierna, quedando tirada en el suelo un tiempo sin que nadie le auxiliara. A sus llamadas de socorro le contestaban: No te preocupes vamos a traerte la caja.

En este punto se presentó un antiguo alguacil apodado "Chirula"ofreciéndose para entrar al agujero y acabar con Cencerro y su compañero. Efectivamente le permitieron entrar debidamente armado, no tardó mucho tiempo en oírse un disparo, el osado voluntario cayó muerto.

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La situación se estaba complicando. Por la tarde hizo acto de presencia el coronel jefe del 5° Tercio de la guardia civil, quien aswnió el mando y ordenó el refuerzo de los atacantes. Llegó la noche y el asedio continuaba. Nadie en Va1depeñas de Jaén consiguió dormir en aquellas tensas horas hasta el amanecer. Todo el mundo estaba pendiente de lo que iba a pasar, las calles eran un trasiego continuo de guardias y paisanos, nunca se había visto tanto movimiento militar en el pueblo, ni siquiera durante la guerra. La gente tenía mucho miedo porque de una manera o de otra bastantes habían apoyado a Cencerro a lo largo de aquellos años.

Despuntó el alba y a las seis de la mañana se dio la orden de asalto general entablándose un violento tiroteo entre las fuerzas y los asediados resultando cuatro muertos que eran los enlaces que habían sido obligados a entrar, después ellos quisieron salir pero les dispararon cuando se hicieron visibles. Cencerro aprovechó un alto al fuego para sacar una espuerta conteniendo miles de papelillos que el aire se encargó de dispersar. Se trataba de una cantidad importante de dinero (unas 125.000 pesetas) que durante la noche se habían dedicado a romper haciendo completamente irrecuperables los billetes con el fm de evitar que se pudieran incautar de un dinero que según Cencerro pertenecía a la guerrilla antifranquista. Las filerzas volaron la puerta de la segunda casa retirando los cuatro cadáveres de los enlaces que habían sido obligados a entrar. Cencerro y Crispín consiguieron encerrarse en una cueva bajo la casa, cuya puerta habían bloqueado fuertemente desde el interior. Se decidió volar el edificio con ellos dentro, para no correr mas riesgos. Era la segunda casa que se hacía desaparecer en Valdepeñas de Jaén en menos de veinticuatro horas. Ante el gran macizo de escombros fue necesaria la presencia de los bomberos de J aén, quienes al medio día procedieron al desescombro. Tardaron mas de cuatro horas en llegar hasta los cuerpos. Por fm a las seis de la tarde se consiguió retirar los cadáveres de Tomás Villén Roldán (Cencerro"y José Crispín Pérez ("CriSpÚl") ante la atónita mirada de vecinos y militares. Muchos fueron los testigos de la extracción de los cuerpos y de cómo portaban en sus manos una pistola y una herida en la cabeza. Quedó claro que se habían suicidado en el último momento, pero este detalle sería omitido por las autoridades, para no restar mérito al servicio.

Era el 17 de julio de 1947 festividad de la virgen del Carmen. El transportista Antonio Collado Peña1ver fue obligado a conducir hasta Castillo de Locubín el cuerpo de Tomás Villén donde fue arrojado al paseo a la vista del público y se ordenó a la orquesta municipal que no parase de tocar "por aquella pequeña contingencia". Al día siguiente fue enterrado en una fosa del

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"corralillo de los ahorcados"del cementerio viejo del barrio de San Antón. El cadáver de Crispín fue conducido al cementerio de Manos de donde era natural

Por primera vez Diario Jaén se hacía eco en su primera página de lo que consideraba una gran victoria en un día tan señalado: El Cencerro y cinco malhechores mas muertos por la Guardia Civil a la que hicieron frente. El Gobierno Civil por su parte hizo pública una nota de prensa en la que se desvirtuó la verdad con el objeto de desmitificar la figura de "Cencerro"atribuyéndole la muerte de sus propios enlaces.

En poder de estos malhechores se encontró cantidades en metálico y artículos procedentes de los numerosos robos que habían realizado, siendo demostración de la criminalidad de los mismos el hecho de que Cencerro y sus compañeros disparasen sobre los htjos del dueño de la casa en que estaban refugiados, María y Tomás Chica Marcha y el cuñado Francisco Tello Sánchez, hiriendo a la primera de gravedad y matando a los dos Últimos, sin duda para demostrar la gratitud a quienes le habían prestado ayuda.

Por el contrario el teniente coronel de la guardia civil, Eulogio Limia Pérez, tiene una versión diferente:

El jeje de línea de Alcalá la Real procedió a registrar la casa donde se presumía se albergaba la partida capitaneada por Cencerro. Uno de los grupos fue agredido, por lo que el teniente acompañado de dos enlaces de los bandoleros, al frente de su fuerza, asaltó y penetró en la casa de donde partió la agresión, momento que aprovecharon los enlaces para pasar al enemigo.

¿En qué quedamos? ¿Fueron los enlaces asesinados por Cencerro o se pasaron al enemigo ¿ Nuevamente nos encontramos con la falta de transparencia de las autoridades franquistas que utilizando diferentes y antagónicas versiones según fueran dirigidas a la opinión pública o a los Archivos dela Dirección General de la Guardia Civil. Yo me quedo con la versión de los testigos presenciales de aquel sangriento suceso, que merecen todo el respeto.

El mito de Cencerro no murió con él, pues a su leyenda en vida había que añadir ahora la vigorosa resistencia de su último combate. La operación de su captura tras la delación de Toribio fue una victoria pírrica del teniente coronel Marzal que rápidamente fue ascendido a coronel. Una victoria con un alto coste humano pues, tras la operación de asedio sólo fueron muertos dos

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guerrilleros. El balance de este servicio fue de siete muertos (dos guerrilleros, cuatro enlaces y un vecino), cuatro heridos (tres guardias y un enlace) y diez vecinos encarcelados. Especial mención merece la tragedia de la familia Petana con la pérdida de tres hijos (WlO en la guerra y dos muertos por la guardia civil), el encarcelamiento de los padres con 70 años el padre y 63 la madre y de su hija María, así como la ruina económica al haber sido volada su casa y todas sus pertenencias.

Ya sólo restaba premiar al delator y en esta ocasión las autoridades cumplieron su promesa.

A T oribio Baeza Palomino le nombraron policía municipal de Valdepeñas de Jaén pero a sus compañeros, que conocían sus antecedentes, no les ofrecía ninguna confianza y pronto se vio aislado, por lo que el capitán de la guardia civil Eduardo Alonso Quesada se lo llevó a su fmca Trujillos como guarda jurado. Por último cabe reseñar la importancia que tuvo la represión contra los "emboscados"en la Sierra Sur que produjo mas de cien muertos y 587 vecinos detenidos por ea laboración.

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ÍNDICE

CAPITULO 1

Con la historia a cuestas. Niño de la guerra.

CAPITULan

Bloc de Notas. Cárcel, destierro y libertad vigilada.

CAPITULO lIT

Los grandes protagonistas de la República. El presidente Dr. Negrin.

CAPITULaN

El exterminio de los "emboscados"

CAPITULO V

Al final la libertad, ¿para qué?

CONCLUSIÓN

FUENTES

Testimonios orales de Bemardino Machuca Molina (mi padre), hoy fallecido, que vivió lo suficientemente de cerca los hechos que se relatan para conocerlos. También están sus opiniones sobre los principales personajes de la República y la guerra civil.

Testimonios orales de vecinos del lugar que prefieren que no figuren sus nombres.

Crónicas de Diario Jaén.- Luis M. Sánchez Tostado (Criminólogo)

y para que carajo tienen que sacar cosas de la guerra,para calentar la sangre a otras personas eso no se hace lo pasado pasado esta vivamos el presente que se nos pasa y no nos damos cuenta y la guerra se deja que descanse en paz asi sea

hay una cosa muy clara,lo que no interesa no se lee,haber si hay que quitar la historia de la universidad porque a su señoria no le interese la vida del chicoperez,adios

Otro rasgo peculiar de estas tierras granadinas: por aquí fue donde se echaron al monte mayor número de hermanos: los cuatro «Queros», los dos «Galindos», los dos «Clares», los dos «Capilorros», los dos «Cantaores», los dos “Corralicos”, los dos «Chavicos», los tres “Matías” y los tres “Castillillos”. Todos ellos huidos al monte entre 1940 y 1944. De hecho, las actividades guerrilleras propiamente dichas comenzaron con la guerra civil.

Fui aprendiz de Sastre cuando era niño, en Pinos Puente, con Armando Marquez Olalla.
Su hermano que era policía armada en Granada, murió en un enfrentamiento con los hermanos Quero.
Curiosamente este Marquez Olalla era totalmente franquista y estuvo en la División Azül, aunque fue repatriado mucho antes que los del Semíramis.

Borrado por un Moderador.

le decían el fresco porque disparaba fríamente el año 36 fue el primero que entro alcualter a desarmas a los civeles,lo ayuaba to la gente y por eso algunos pasaron pobremas estuvieron a punto de ser fusilas muchos por comerse chotos juntoz ay un viego que dice quese echava palante con quienhaga farta

Acabo de traducir, hoy mejor que mañana. Traducción del texto en francés. .. Según otras fuentes, parece igualmente que fue miembro del grupo de Acción Libertaria de Antonio Raya González -"el Raya". Después de la muerte de "Raya"en junio del 1942, con otros miembros del grupo llegó a Madrid, dónde por el mes de agosto 1942, después de un ataque, en el que fué sorprendido en la Glorieta de Bilbao, en un intercambio de tiros, mataron a un guerrillero-sin identificar-y capturado José Luna Aguilar, mientrás que Orihuela consiguio huir, después de matar al guardia urbano Antonio de Diego. Al día siguiente, parece que ser que fue herido de gravedad en casa de los compañeros traperos. Manuel Campillo Gómez que acaba de ser detenido y que hubiera fallecido un poco después a consecuencia de sus heridas. (cf. H. Heine, citando las revistas Policia , Madrid, Agosto 1942 y Investigación).

todo muy difuso,escapa de una emboscada y muere al dia siguiente,por desgracia nunca sabremos nada de la muerte de nuestro pariente y paisano El Chico Perez,lo que si esta claro que estuvo con los grandes guerrilleros anarquistas El Raya y Campillo

de que familia era este hombre?