Cuevas del Campo - Granada

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Buena reflexión, pero creo que simplista. La realidad es mucho más compleja. El análisis debería abarcar toda esa complejidad. Y, por supuesto, la cultura -como el ser humano- no puede ser reducida a mera coyuntura. En antropología o historia de la humanidad es erróneo operar con denominador común; sólo es válido para algunas operaciones. Por tanto, la conclusión de que no somos otra cosa que animales coyunturales, además de una generalización, es una falacia. Todas las consideraciones sobre el ser humano son parcialmente correctas: animal racional, animal político, animal religioso, animal económico..., animal coyuntural para usted. Son solo partes de la totalidad. La visión del ser humano tiene que ser abarcadora, no reductora. Podríamos compararla con un prisma: al menos tiene que tener seis aristas; a partir de ahí hay que sumar, no restar.