Castell de Ferro - Granada

Un Juzgado de Motril ha condenado a un año de cárcel a un hombre acusado de lesionar a un agente de la Guardia Civil con el que mantuvo un forcejeo al negarse a ser identificado en un bar en el que estaba molestando a los clientes.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, condena también al acusado, un vecino de Gualchos-Castell de Ferro de nacionalidad rumana e identificado como C.D., al pago de una multa de 150 euros por las lesiones causadas al guardia civil, al que deberá indemnizar además con cien euros por los daños ocasionados.
Los hechos se produjeron cuando el acusado se personó en un bar de Castell de Ferro, cuyo dueño le instó a que abandonara el local porque estaba molestando a los clientes, a lo que se negó.
Le quitó la defensa
En el local se personaron dos agentes de la Guardia Civil que le pidieron que se identificara, momento en el que el acusado quitó a uno de ellos su defensa personal y se inició un forcejeo entre ambos, que cayeron al suelo hasta que con la ayuda de otro agente lo redujeron.
Como consecuencia del forcejeo, uno de los guardias civiles resultó lesionado en una mano y el antebrazo, según la sentencia que condena al agresor a un años de prisión.
Pero no es menos cierto que, a veces, la Guardia Civil tiene exceso de celo en su servicio al parar y revisar la documentacion de los vehículos de este colectivo.