Baza - Granada

El partido afronta con malas perspectivas las elecciones y, ahora que se especula con su adelanto, los principales dirigentes pugnan por un puesto de salida más caro que nunca
Guillermo Ortega / Granada | Actualizado 17.07.2011 - 01:00






La foto es de 2008 y en ella están todos los candidatos socialistas de Granada para las elecciones autonómicas y generales.
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Desde que se rumorea que van a adelantarse las elecciones generales (y quién sabe si también las autonómicas), los socialistas de Granada están alterados. Ya lo estaban, de hecho, pero ahora todavía más.

Lo cual tiene una explicación: todas las previsiones apuntan, y a ellos no se le escapa, a que van a salir mal parados de esas dos citas electorales. Si el PP las gana, habrá menos espacio en los parlamentos para los socialistas. Algunos de los que están se quedarán fuera. ¿Quién seguirá?

Pártase de una hipótesis bastante probable: el PSOE logrará en Granada tres diputados nacionales, cinco autonómicos y un senador. En total, nueve plazas, muchas menos que candidatos a ocuparlas. Vayamos a ellos.

El recuento puede empezar en cualquier sitio, pero, por elegir uno, bien vale el Parlamento de Andalucía, donde los socialistas consiguieron seis actas en 2008. Una de ellas fue para Teresa Jiménez, que es además secretaria general del partido en la provincia y que debe tener la cabeza como un bombo porque ella tiene la última palabra en la elaboración de las listas.

Lo suyo debe ser un mar de dudas. Empezando por su propia inclusión, porque quedarse únicamente con el cargo orgánico con dedicación exclusiva, ahora que el partido está en horas bajas en lo económico, a lo mejor no es factible.

Su antecesor en el cargo también es diputado en la Junta. Más que eso: Francisco Álvarez de la Chica es también consejero de Educación y un hombre de peso en el partido. Tiene asideros, eso está claro.

En esa misma lista estaban Clara Aguilera, consejera de Agricultura y de la que se podría decir casi lo mismo que del antes mencionado; José García Giralte, que además es componente de la ejecutiva regional; María José López, directora general de Cetursa; y Ángel Gallego, un histórico que también ha ocupado varios cargos orgánicos.

Si repitieran todos, y siempre ciñiéndose a esas previsiones, alguno se quedaría fuera. Pero esa lista, con toda seguridad, sería tildada de continuista, de haber sido dictada a dedo por el aparato de un partido que tiene la necesidad de renovarse. Empezando por apostar por las listas abiertas, un criterio que el PSOE de la capital ya ha dicho que va a seguir pero que de por sí no garantiza una renovación profunda.

Para el Congreso de Diputados se pueden hacer unas cábalas similares. Cándida Martínez, que fue la número uno hace cuatro años, tiene a su favor el hecho de pertenecer a la ejecutiva nacional. Manuel Pezzi juega la baza de su amplia experiencia como parlamentario y también que la próxima sería, probablemente, su última legislatura. Y en contra, que la gestión del PSOE en infraestructuras para Granada en el mandato que está próximo a terminar no es precisamente para ponerse a tirar cohetes.

José Antonio Pérez Tapias ha sido y sigue siendo la voz crítica, y al partido le interesa que siga habiéndolas, pero ahora que se barrunta un giro a la izquierda, no van a faltar aspirantes a ocupar su puesto. Higinio Almagro, el último en entrar, y María José Sánchez, que le cedió el puesto para ejercer como delegada de la Junta, también optan a seguir, pero especular sobre sus posibilidades es arriesgado.

En cuanto al Senado, es probable que María Escudero no repita y se convierta en concejal liberada en el Ayuntamiento de Granada. Pero no es tan fácil dejar fuera a Juan Manuel Fernández, en la práctica el número tres del PSOE andaluz. El tercer senador electo es Luis Salvador, a quien pocos ven en el partido como principal reclamo para la Cámara Baja.

Éste podría ser Antonio Martínez Caler, un hombre con un bagaje importante del que se tienen en cuenta sus ocho años al frente de la Diputación. Está en las quinielas, de las que en cambio parece caerse Miguel Castellano. En la dirección socialista no todos han visto bien que haya abandonado la política local para hacerse cargo (previsiblemente de manera efímera) de la Dirección General de Museos de la Junta. Se suele decir en el lenguaje político que el que se mueve no sale en la foto.

Dada la situación, es bastante posible que el PSOE ni se plantee recuperar para la causa a personas como Jesús Huertas, que en cuatro años ha ocupado cargos en la administración local, autonómica y estatal.

Y qué decir de los delegados provinciales (Javier Aragón, Nieves Masegosa, Elvira Ramón...) o de directores o presidentes de instituciones. De todos ellos, una de las que mejor se ha asegurado su futuro es Olga Manzano, del Instituto Andaluz de la Mujer, que al menos es diputada provincial.