Armilla - Granada

Según el Ideal.es:

El juez Miguel Ángel del Arco ha lamentado en un auto la discrecionalidad de la que disponen los ayuntamientos en la designación de los técnicos que han de emitir los informes en los que se sustentan muchas de las decisiones políticas de los gobiernos locales. Según Del Arco, las leyes de función pública tienen ciertos 'flecos' que permiten formas de provisión de puestos claves que nada tienen que ver con los principios de igualdad, mérito y capacidad consagrados por la Constitución.

«Si se necesita un funcionario dócil y afín, y so lo se exige, por ejemplo, pertenecer al Grupo A para cubrir una jefatura de servicio, es fácil buscarlo entre las filas de un propio partido», subraya el magistrado. «Si no hace los informes que le piden o si los hace en sentido diferente a como se espera, o si no hace la vista gorda, se le puede aplicar 'manu militari' el artículo que permite el cese de los funcionarios nombrados para un puesto de libre designación».

El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Granada hace estas consideraciones en un auto que rechaza la petición del jefe de Urbanismo y Medio Ambiente de Armilla para ser 'desimputado' en el caso del embellecimiento irregular de una rotonda, en el que también figura como imputado el actual alcalde Gerardo Sánchez (PSOE).

«¿Se pueden manipular a ciertos funcionarios, obligarlos a emitir informes y a dictar resoluciones que

no se ajusten a la legalidad o que la bordeen para lograr ciertos objetivos? Los funcionarios, en la administración local ¿son enteramente libres para emitir informes conforme a su leal y saber entender?», se pregunta Del Arco.

En teoría, según el juez, «por la forma de acceso, los funcionarios son personas imparciales que aplican las leyes sin tener que dejarse influir». Sin embargo, existen 'flecos' en esa regulación. «El caso más diabólico puede ser el de la provisión de puesto mediante libre designación», apunta. El magistrado se detiene también en las comisiones de servicio. En teoría, el puesto se cubre por necesidades 'urgentes e inaplazables' de la administración, «pero si el funcionario no es afín, la comisión de servicios no se renovará por otro año más. De pronto, la necesidad no será tan urgente ni inaplazable. O sea, que si al funcionario en comisión de servicios le conviene estar en dicha comisión, tendrá que tragar algunas piedras de molino si quiere seguir donde está», asevera.

Del Arco, que investiga las supuestas irregularidades cometidas en las obras de embellecimiento de la rotonda de entrada a Armilla desde la Circunvalación, indica que esta es la realidad, más allá de la voluntad teórica e idealista del constituyente y del legislador. «Para remediarlo deben hacerse nuevas leyes o reglamentos que impidan estos abusos», sugiere.

Informes verbales

Gerardo Sánchez, que declaró a comienzos informes de los técnicos para justificar la adjudicación de la obra aunque admitió que la mayoría de esos informes fueron verbales. En su auto, el magistrado también alude a este extremo. «No importa que la petición de informes, si la hubo, fuese verbal; pero sí sería determinante que constasen por escrito; porque si fueron verbales y favorables ¿por qué no documentarlos? Si eran conforme ley ¿por qué no iba a ver constancia por escrito?», se pregunta el magistrado instructor.

Aparte de lamentar esa discrecionalidad de la administración local, Del Arco aprovecha el auto para dar un tirón de orejas a jueces y fiscales, que con frecuencia consideran estos hechos como una «cuestión no penal por jueces y fiscales, a veces sin fundamentar; con posible oportunismo y ventaja laboral». Para terminar con una pregunta: «¿Hay una falta de política criminal para la represión de conductas que empobrecen económica y moralmente a la sociedad?», se cuestiona el jurista en su resolución motivada.

Es decir, que las órdenes del señorito eran ley; y el ayuntamiento no actuaba según la ley; o como común se dice, caciquismo.

Estamos hablando que una persona que tiene que hacer un informe, según se atenga a las normas y procedimientos que marcan la ley, era guiado por la mano del que lo había puesto a dedo. Caciquismo a la vieja ultranza.

Eso es! Así es como ha funcionado el Ayuntamiento de Armilla con estos tuercebotas!

Precisamente aquellos que ganaron las elecciones municipales bajo el amparo del puño y la rosa, convirtiendose en adalides de la defensa de las libertades e igualdades y la protección de los mas desfavorecidos han resultado ser los que, con el paso del tiempo, han puesto en funcionamiento el mecanismo caciquil del "ordeno y obedeces".

Ya vaticiné hace tiempo, que el Edil, llegado el caso, se dedicaría a "echar balones fuera", como así ha sido. Ahora nos quieren hacer creer que fue el Jefe de Urbanismo del Ayuntamiento quien dió el visto bueno al embellecimiento de la rotonda, pero de palabra! No hay nada escrito: ningún informe que avale la legalidad de esta obra ni su contratación.

Estos socialistas armilleros tienen un problema serio con los informes: O se les pierden en una jornadas de puertas abiertas del Ayuntamiento o simplemente, no se los entregan! Raro, raro!!

Esto suele suceder cuando este tipo de personajes, que abundan en España, creen que las Administraciones son sus cortijos que manejan a su antojo.

Pero todavía hay mucho estómago agradecido con muchos favores que devolver y que seguiran defendiendo lo indefendible a cambio de seguir recibiendo migajas!

Lo que se cuece bajo el sol de Armilla.