Salt - Girona

Salt City, la ciudad sin ley

N.P.

Desde hace alguno años, tras la llegada al municipio de varios imanes radicales actuando sin el "control" del Consejo Islámico de Cataluña, el pueblo ha visto como la tensión étnica creada por los masivos flujos migratorios (de carácter islámico principalmente) ha malogrado el tranquilo y normal desarrollo de la localidad poniendo en serio riesgo la seguridad de la población local. Tal es la situación que hace algunas semanas se personaron alrededor de cien vecinos ante en el salón de plenos de Salt, donde se discutía la aprobación o no de los presupuestos, para reclamar más seguridad en sus calles.

La petición de la alcaldesa de desconectar los teléfonos móviles fue el detonante de una discusión sobre la inseguridad ciudadana y la actividad delictiva de los inmigrantes. Varios de los presentes, españoles de origen, respondieron a la alcaldesa: "No tenemos móviles, nos los han robado".

Los vecinos de Salt responsabilizaron a los inmigrantes de la ola de robos y agresiones que sufre la localidad catalana, a lo que los inmigrantes respondieron diciendo que "tenían los mismos derechos que la gente de aquí".

Cataluña se ha convertido en el bastión de la inmigración norafricana en España, llegando a alcanzar cifras de población inmigrante difícilmente asimilables, lo que, unido al carácter beligerante de las enseñanzas islámicas que se realizan sin control alguno, ha provocado tasas de inseguridad alarmantes.

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