Ripoll - Girona

Islam Go Home

Tras el noveno aniversario del 11-S, la nación norteamericana se encuentra dividida debido a los planes de la comunidad musulmana para construir un Centro Cultural Islámico a dos manzanas de la llamada Zona Cero. El derrumbamiento de las Torres Gemelas se convirtió de hecho en un símbolo trágico de la terminación del siglo XX. El 11 de septiembre de 2001 empezó una nueva época y el mundo se encontró cara a cara con el terrorismo que actúa bajo la égida del Islam.

A pesar de que durante los actos conmemorativos el presidente de Estados Unidos intentó demostrar cierta tolerancia con respecto al Islam declarando que "no luchamos contra el Islam, sino contra las organizaciones terroristas", la islamofobia en Nueva York sigue creciendo. Algunos consideran que este problema se debe a una intencionada propaganda mediática.

La activista Sara Founders opina que la falta de tolerancia religiosa y el aumento del racismo son, en gran medida, el resultado de una propaganda de los medios de comunicación: "La amenaza es real y creo que la gente se dio cuenta instintivamente de que se trataba de una campaña mediática bien financiada y muy racista, se tergiversó el asunto de la construcción de un centro comunitario islámico en un barrio donde siempre existió".

Así, según Founders, en una época de recesión y constantes intentos de dividir a la población, sobre todo en EE. UU. donde ha habido movilizaciones para dos guerras, siempre hacen de las personas unos chivos expiatorios. Desde luego, lo han sufrido los musulmanes estadounidenses desde el 11 de septiembre. Se trata de los medios de comunicación manipulados por organizaciones derechistas y fascistas.

El imán Faisal Abdul Rauf, a quien pertenece la idea del proyecto de la mezquita en la Zona Cero, expresó su preocupación por la hostilidad por parte de la sociedad americana hacia su idea y las posibles consecuencias de la tensión. Abdul Rauf declaró que nunca habría empezado el proyecto de construir un centro cultural islámico con una mezquita en la Zona Cero si supiera que su idea iba a provocar tal reacción de la sociedad: "Nunca propondría tal proyecto. Soy una persona apacible. Me preocupa más que el traslado del centro lleve a titulares en los periódicos sobre el mundo islámico como 'El Islam está bajo peligro en EE. UU'. Y eso no sólo fortalecerá el movimiento radical, contribuirá a su alistamiento".

El imán considera que los radicales en EE. UU. y en el mundo musulmán se "fomentan" uno a otro. Y, en cierto sentido, la atención de los medios de comunicación que conseguirán atraer sólo agudizará el problema.

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