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Los islamistas hacen añicos la tranquilidad de Bélgica

Vadim Trukhachev.- El problema de los inmigrantes de países musulmanes se manifestó en este país europeo llamado Bélgica. Hace algunas semanas hubo disturbios y ataques contra la policía por parte de los islamistas. La razón de ello fue la aplicación de la ley que prohíbe a las mujeres musulmanas ocultar sus rostros.

Esta ley fue aprobada en la primavera de 2010. Sin embargo, debido a la crisis política que afectó a Bélgica, que finalmente entró en vigor en julio de 2011. En virtud de la ley, una mujer que aparece en la calle con un velo debe ser penalizado con 137,5 euros. La multa no parece ser muy grande, y sólo alrededor de 300 residentes de Bélgica suelen usar el velo. Sin embargo, no es tarea fácil. Los problemas se manifestaron con gran rapidez.

A finales de septiembre de 2011, el primer incidente ocurrió por primera vez. Un oficial de policía se acercó a una pareja musulmana y exigió que la mujer se quitara el velo. En respuesta, el marido comenzó a golpear al policía y amenazó de muerte a aquellos que querían ver el rostro de su esposa. El adepto de la ley islámica fue arrestado y presentado cargos criminales en su contra, su mujer finalmente se fue sin la multa.

A principios de junio de este año la gravedad de la confrontación ha aumentado. En la Región de Bruselas Molenbek, donde los musulmanes representan más de un tercio de la población, la policía ha multado a una mujer con el rostro cubierto. En respuesta, las personas procedentes de países musulmanes organizaron disturbios. Cuando la policía quiso verificar los documentos de estos jóvenes, muchos de los cuales pertenecían a la organización islamista Shariah4Belgium, ofrecieron una resistencia feroz.

El 7 de junio en Amberes, un líder de Sharia4Belgium, Fuad Belkacem que fue acusado de incitar a los disturbios fue detenido. “Si quieres ir al infierno, es su problema, pero vamos a vivir como queremos”, dijo, en respuesta a la reciente detención de una mujer. Dicho sea de paso, en febrero fue condenado a dos años de prisión por incitación a la violencia. Sin embargo, el término fue suspendido y ahora se ha convertido en una realidad.

La historia no terminó ahí. El 9 de junio en una estación de metro de Bruselas, un joven que anunció públicamente su pertenencia a Shariah4Belgium atacó a dos agentes de policía con un cuchillo. Este incidente aislado, que acabó con la detención de islamista, causó una reacción en cadena de una serie de incidentes que han puesto de relieve la gravedad del problema en posición vertical.

Los inmigrantes de países musulmanes comenzaron a surgir en Bélgica en el siglo XX. Fue gracias a la mano de obra barata. Bégica firmó convenios viltares en 1960-1970 sobre el acceso al país, estancia, regulación de extranjeros y reagrupación familiar firmados por Turquía, Marruecos, Argelia y Túnez, y gracias a esas leyes, la afluencia de inmigrantes ha aumentado. El mayor número de seguidores del Islam se trasladó a Bélgica en 1985-2000, cuando una variedad de programas para la reunificación familiar fueron promulgadas.

Hoy en día, hay más de 600.000 musulmanes en Bélgica, o el seis por ciento de la población. La mitad de ellos se concentran en Bruselas. En las regiones de Saint-Zhoss Molenbek cantidad de musulmanes a casi el 50 por ciento. La mayor parte de los musulmanes de Bélgica es de Marruecos. Ellos son seguidos por los turcos, los nativos de Argelia, y Túnez. Hay alrededor de 10.000 musulmanes del Cáucaso Norte, hay albaneses, musulmanes bosnios, y pakistaníes.

El Islam es una de las religiones oficialmente reconocidas del Estado. En 1998, el Comité Ejecutivo de musulmanes de Bélgica fue creado. Casi la mitad de los inmigrantes procedentes de países islámicos han perdido el contacto con la religión de sus antepasados y no van a la mezquita. De lo contrario, parecen estar impregnado de las ideas más radicales. Vale la pena señalar que entre los musulmanes la tasa de natalidad es muy superior entre los belgas de origen. La tasa de desempleo y la delincuencia es mayor también.

El año pasado, la Universidad Católica de Lovaina publicó un libro del sociólogo Felice Dasseto titulado “Iris y la media luna.” Afirma que para el año 2030, los musulmanes constituyen la mayoría de la población de Bruselas. Incluso hoy en día el nombre más popular entre los recién nacidos en la ciudad es Mohammed. En Amberes tribunales de la Sharia son perfectamente legales. Algunos mullah, nombre que se utiliza generalmente para referise al hombre musulmán criado en la teología islámica, llamaron abiertamente a los feligreses a no fusionarse con la sociedad belga.

Las encuestas muestran que la relación de los musulmanes en Bélgica es uno de los más altos en Europa. Por lo tanto, la declaración de que “hay demasiados inmigrantes en nuestro país”, cuenta con el apoyo de casi el 72 por ciento de los niños belgas. El mismo número de personas cree que los inmigrantes afectan negativamente al desarrollo del país, el 68 por ciento indica que son una carga para el área social.

La cuestión musulmana en Bélgica tiene su especificidad que lo hace diferente de otros países europeos. Una parte importante de los inmigrantes proceden de las antiguas colonias de Francia. Ellos hablan uno de los idiomas oficiales (francés), pero casi nadie enseña el flamenco (holandés). Esto provoca la irritación de los flamencos belgas, y además estimula el crecimiento del nacionalismo y el separatismo entre ellos.

Los nacionalistas flamencos belgas se encuentran ahora en la vanguardia de la lucha contra el Islam radical. La restricción de la inmigración es la piedra angular de sus programas. En las elecciones en Flandes hace dos años, una de esas partes (la “Nueva Alianza Flamenca”) ha ganado. Otra de las partes (“Interés Flamenco”) a principios de este año ha comenzado una campaña anti-islámica. Sus carteles se muestra a una chica en un bikini cuya cabeza y hombros estaban cubiertos con un velo. Debajo de la foto aparece esta inscripción: “Libertad o el Islam? Atrévete a elegir”.

Los acontecimientos recientes sugieren que las políticas públicas para la adaptación de los inmigrantes musulmanes han fracasado. La especificidad de Bélgica es que también contribuye a la desintegración del país. El separatismo de los flamencos belgas está creciendo muy rápido, estos belgas muestran su enfado por tener que apoyar a las regiones mas pobres donde hay una considerable población musulmana. A ello añaden a los musulmanes radicales que apenas saben hablar francés y no conocen ni el holandés.

https://ww.alertadigital.com/2012/06/22/los-islamistas-hacen-anicos-la-tranquilidad-de-belgica/