Santa María del Campo Rus - Cuenca

-Nos encontramos en la estación que, si “las aguas” nos acompañan, podemos salir a pasear por los eriales y, mirándonos casi a los pies, es posible que nos encontremos con ese manjar que nos da la madre Tierra; me refiero a las comúnmente llamadas “setas”. Desconozco las clases de setas que se crían por esa zona (salvo, claro está, la de cardo). Si alguien me proporciona información en este sentido se lo agradeceré, como siempre, soy muy agradecido.

Tengo entendido que en los encinares sale una seta de “color morado” y que es estupenda, desde el punto de vista gastronómico. ¿Conoce alguien el encinar que hay entre el Castillo y Pinarejo? Posiblemente en esta zona nos encontremos con esta clase de seta y con alguna otra especie comestible.

Nota: Bajo ningún concepto debemos recolectar una seta, si no estamos 100% seguros de que es comestible.

¡Feliz paseo!

Si,en el encinar de Pinarejo y el Castillo,que mas bien es pinar,salen las setas moradasque dices o unas parecidas que son comestibles no muy grandes de tamañoy suelen salir varias guntas. Tambien se pueden encontrar rebollones o niscalos aunque este año me temo que no podremos disfrutar mucho de estos manjares. Un saludo

Hola hontanilla, no sabes lo que te agradezco que me hayas dedicado tu tiempo y facilitado una información, para mí, muy valiosa. Desconocía que se criasen níscalos o nízcalos (robellones en catalán), me alegra esta noticia. Hay otra clase de seta que se parece mucho a la de cardo y que mucha gente la confunde; me refiero a la “seta de alpaca” o “de criadero” (la que venden en las fruterías). Esta seta, en estado natural, la podemos encontrar en los troncones de los chopos (vivos o muertos) y es mucho más sabrosa y tierna que la cultivada. Se han encontrado hasta de 7 kilos de peso. Un paseo por los chopos, después de las primeras lluvias, se puede ver premiado con algún ejemplar de este tipo.

Saludos y… ¡Suerte!

este año las setas no las bemos ni en pintura

Esta mañana, cuando me he levantado, he mirado al cielo para “asegurarme” que, de momento, no llovería. Como había muy pocas nubes, decido dar un paseo (armado con el paraguas) por algunas de las praderas que hay en la ciudad donde vivo, con el propósito de encontrar alguna de las setas que me gustan. He tenido suerte, en el tronco de un chopo he encontrado un “pegote” de unos tres kilos de “Pleurotus Ostreatus” (de esas que venden en las fruterías) y, en el resto de las praderas, aproximadamente un kilo de “lepista personata” (más conocida como de “pie azul”). Espero disfrutar del aroma, sabor y textura de este producto que la Naturaleza nos ofrece.