:: La Lechera ::
Llevaba en la cabeza
una Lechera el voto al pleno,
con aquella desteza,
aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que se encuentra
«¡Yo sí que estoy contenta con mi pil!»
Porque no apetecía
más compañía que su derecha,
que alegre la ofrecía
inocentes ideas de contento,
marchaba sola la feliz Lechera ,
y decía entre sí de esta manera:
«Este voto tan bonito,
me dará tanto poder,
Que me hare con un partido
un canasto de votos quiero,
para sacar cien engaños, que al estío
me rodeen cantando el pío, Pío.
Del resultado logrado
mercaré una Alcaldía;
y si el Banco no lo remedia ,
Polígono y fiestecilla,
Landete engordará sin tino,
tanto, que puede ser que yo consiga
ver cómo se hinchas las "arquillas".
Llevarélo a la urnas,
sacaré de él sin duda buena posición;
compraré al contín
una robusta vaca y unos novillos,
que salten y corran en honor a San Roque,
toda la calle Ibañez Martín.
Con este pensamiento
contenta, brinca de manera
que a su salto violento
el cántaro cayó. Perdón quería decir el voto
¡Pobre Lechera!
Adiós Polígono, Adiós dinero,
Adiós Turísmo, , Adiós Fiestas, Adiós parada de autobús,
¡Oh loca fantasía!
¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría,
no sea que saltando de contenta,
al contemplar dichosa tu mudanza,
quiebre su cantarillo la esperanza.
No seas ambiciosa
de mejor o más próspera fortuna,
que vivirás ansiosa
sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el bien futuro;
mira que ni el presente está seguro.