Casasimarro - Cuenca

Era el año 1936. En Casasimarro (Cuenca, dos niños SALVADOR Y AGUSTIN; eran tan amigos y se querían tanto, que cada dia al salir del colegio, y para no separarse, se iban a merendar juntos. Un dia a casa de Salva; al siguiente a la de Agustín. Salva era hijo del herrero del pueblo; Agustín del comandante de puesto de la Guardia Civil.
El cuartel de la Guardia Civil era un edificio con seis viviendas donde habían vivido obreros de una fábrica de harinas, ya abandonada, situada en la parte de atrás, y donde jugaban los hijos de los guardias y otros niños del pueblo. Había tres o cuatro muelas de molino con unos pasadizos y recovecos donde jugaban al escondite y al aquí te pillo.
El 18 de Julioestalló la guerra civil y el padre de Agustín se fué al frente, y al poco tiempo desapareció. Agustín, su madre y tres hermanos menores se marcharon a BARCHIN DEL HOYO, el pueblo del padre. Allí Agustín, con 9 años tuvo que ejercer de cabeza de familia, ayudando a su madre; haciendo labores del campo, mozo de horno y finalmente pastor. Ganaba media fanega de trigo, algunos litros de aceite y 25 pts. al mes. En la casa nunca faltó ni pan ni aceite para todos. Mientras duró la guerra, cada dia Agustín se preguntaba qué habría sido de su amigo Slva.
Terminada la contienda reapareció Agustín padre. Se había pasado a la "zona nacional" con una compañía de la Guardia Civil, durante una batalla en el Alto de los Leones. Tras su vuelta a casa fué destinado de nuevo a Casasimarro, lugar al que toda la familia regresó un sábado por la noche. Agustín quería ir a ver de inmediato a su amigo Salva, pero su padre, después de un largo viaje en carro que duró todo el dia, le dijo que ya tendría tiempo de verlo al dia siguiente.
Llegó el Domingoy Agustín que iba vestido muy humilde, con unas sandalias que se había hechoi él mismo; corrió a buscar a su amigo. Lo encontró con otros tres chicos y le dió un abrazo. Salva no se lo devolvió. Los otros chicos siguieron andando. Salva llevaba unos buenos zapatos. Iba impecable. "¿Qué tal estás?; me he acordado mucho de tí", le dijo Agustin. "Muy bien, ¿y tú?, respondió Salvador, quien añadió:"Perdona, me tengo que ir con mis amigos", y sin más palabras se alejó. Agustín se quedó muy triste y rompió a llorar de forma desconsolada. No lograba comprender la actitudde su amigo.

Esta es la historiade aquel niño, Agustin Valladoliod Iglesias, que tiene ahora 86 años y que nunca ha olvidado aquella escena. Después tuve dos buenos amigos VICENTE CARRILLO y ENRIQUE MORAGA, con los que seguí jugando en la vieja fábrica. Iba muy a menudo a casa de Vicente. Su padre tenía un taller de guitarras, que alcanzó gran fama, y me enseñó a tocar. Vicente venía al cuartel y mi padre nos enseñaba a los dos a escribir a máquina. Con Enrique que era el campeón de tirachinas del pueblo, íbamos a cazar pájaros. Los dos murieron jóvenes. Una pena. Yo les recuerdo con mucho cariño.

Estas líneas llenas de recuerdos y añoranza, son mi saludo a todo el pueblo de Casasimarro, en especial a Vicente Carrillo, el hijo de mi amigo, que con gran éxito mantiene viva la tradición de su abuelo y de su padre, haciendo las mejores guitarras del mundo.

AGUSTIN VALLADOLID IGLESIAS
Madrid, Junio 2013.

Me ha encantado leerte!!

¿Me podría decir un teléfono fijo para hablar con usted?

Llamando al teléfono siguiente: 969-125334 me pondré en contacto con Agustín Valladolid, y él le dará su teléfono movil.

GRASCIAS.